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El frió me aturde, hace que mis pensamientos sean más confusos, las pequeñas gotas de lluvia pegan en mi rostro, una tras otra, sin abandonar su ritmo insistente. Camino por las frías calles de Busan, en busca de una respuesta
¿Qué debo hacer ahora?
¿Dejar todo y simplemente terminar con mi vida?
Ya no queda nada dentro de mí, es como si algo que no pudiera ver, apagara todo en mi interior de un momento a otro.
Ya no siento nada...
No siento amor, ni deseo, no hay nada que quiera hacer ahora. Los sueños y planes que tenía, los termine jodiendo de la peor manera, dañando a quien trató de sacarme de este extraño y oscuro lugar, sin éxito.
Miro al suelo, viendo como mi rostro pálido y sin vida se refleja en los pequeños charcos de agua helada que se forman en el pavimento, sin mirar al frente.
Camino más a prisa, como si tuviera que llegar a algún lado, pero no es así, nadie me espera en ningún lugar, ya no.
Sin querer, golpeo con el hombro a una persona, rápidamente levanto la mirada y me disculpo sin ganas.
-Una disculpa...- hago una reverencia y le miro con pena
-No importa...- Responde ella con una voz que se apaga de a poco.
Al verla tan tranquila y hermosa, mi corazón palpita de sobremanera unos segundos, hace un gesto amable y camina hacia su destino.
¿Quién es ella? La eh visto antes.
Sin darme cuenta, unos segundos más tarde, comencé a seguirla, entre la multitud, podía ver su largo cabello castaño, una figura pequeña y hermosa, tengo que conocerla, hablarle, hacía tiempo no sentía esta extraña corriente eléctrica recorrer cada célula del cuerpo, ¿Por qué logró estremecerme?
La sigo sin perderla de vista, esperando la oportunidad de poderme acercar y hablarle.
Miles de pensamientos me cruzan por la mente, una vida, si eso. Una vida con alguien mas, tal vez con esa chica seria lo que necesito para seguir adelante.
Siento algo en el bolsillo de la sudadera, meto la mano y saco el móvil:
- Kim Taehyung-
Aparece en la pantalla, mi sonrisa desaparece inmediatamente, tomo el aparato y lo boto en un cesto de basura
-No quiero saber más de ustedes...
Digo en un susurro casi inaudible.
Levanto la mirada y ella ya no está, la perdí entre las calles que parecen todas iguales.
-¿Dónde estás pequeña...?
Comienzo a correr empujando a las personas que parecen no tener prisa por llegar a ningún lugar, mi corazón comienza a trabajar más rápido, más desesperante, mi mirada se centra en cualquier lugar, tratando de ubicar el vestido de color blanco entre todo este desastre.
Por fin, después de tanto tiempo, alguien con una simple mirada me hizo sentir vivo, me hizo sentir cálido, no voy a perder la oportunidad de saber quién es ella, lo necesito.
Pregunto a las personas a mí alrededor, si han visto a una chica con la descripción de ese ángel, dándome respuestas negativas y otras simplemente se alejan ignorándome.
-¿Dónde, Donde estas?
Corro hacia un callejón, desesperado, intentando calmarme, recargo todo mi peso en una pared, levanto la cara buscando tranquilidad, miro por un segundo hacia la avenida y ahí va ella, me bloqueo por un momento, mis piernas no reaccionan a pesar de querer correr hacia ella con todas mis fuerzas, contengo el aliento, hasta al punto de que mi cuerpo me pide oxigeno, salgo de mi trance y corro con todas mis fuerzas.
La veo entrar al subterráneo, tengo que alcanzarla, una vez que ella entre en ese lugar se ira, la perderé.
-¡Pequeña!
Grito, pero como es de esperarse, no me escucha, no sabe que me dirijo hacia ella.
-¡Chica del vestido blanco!
Grito hasta que mi garganta arde, pero parece inmune a mis palabras, ¿Por qué no me escucha?
Entro sin permiso al andén, ganándome unos insultos por parte del guardia de este.
Miro hacia el frente, rendido, nunca la volveré a ver.
-¡Usted, aléjese de la orilla!
Escucho un grito por parte de una persona mayor, retrocedo unos pasos y busco a la persona de la cual proviene la voz.
-¡Que alguien la aleje!
Grita el anciano hacia el frente, su voz se escucha en todo el lugar, el cual, queda en silencio por un momento.
-¿Ángel?
Digo para mi mismo al ver a la chica parada cerca del límite permitido de las vías del tren.
-¡Ángel!
Grito sin poder hacer más que observar, sintiéndome impotente.
El silencio se hace cada vez más pesado, el tiempo transcurre en cámara lenta y me pierdo en su mirada cuando la suya se conecta a la mía, me dirige una sonrisa y leo en sus labios algo que hizo a mi corazón paralizarse.
-Tengo que irme...
Y antes de que alguien pueda hacer algo, se arroja hacia la furiosa y rápida maquina de metal, quien como es de esperarse, la destroza en menos de un suspiro.
-¡Noo!
Grito y camino lado a lado del lugar, con las manos en la cabeza, jalando mis cabellos en forma desesperada, ya no puedo hacer nada, nadie puede hacer nada. El tren se detiene y solo alcanzo a ver un fragmento del vestido de esa chica teñido de rojo, su frágil cuerpo, o lo que queda de el permanece inmóvil, sin vida.
¿Acaso todo lo que me rodea y me hace sentir vivo, terminara así? ¿Cómo esta chica?
¿Por qué no puedo ser feliz?
Kim NamJoon
☁👑☁
Escuchando -RAIN- Se me vino todo esto a la mente.
[*A Y U D A M E V O T A N D O & C O M E N T A N D O*] 👑🍃👑
