Quise moverme pero un brazo rodeaba mi cintura y sentía la relajada respiración de mi novia en mi cuello, sonreí aún con los ojos cerrados mientras disfrutaba de la sensación que me producía el cuerpo de Lauren pegado al mío. Me giré luchando contra el fuerte agarre que ejercía a mi alrededor, reí al quedar frente a ella y notar su ceño fruncido mientras lanzaba un bufido de molestia.
-Deberías quedarte quieta y seguir durmiendo.- Murmuró en un quejido mientras escondía su rostro en mi cuello.
-Pero tengo hambre. Y el olor de tu madre preparando el desayuno me está volviendo loca.- Bufé y ella rió contra la piel de mi cuello provocando que se erizara.
-¿Sólo me has despertado por eso?
-¡Hey! Es algo de vida o muerte para mí. No te burles.- Di un golpe flojo en su hombro. Sentí sus piernas entrelazarse con las mías bajo las sábanas y fue cuando me percaté de que ella estaba en ropa interior mientras yo sólo traía bragas.
-Te amo.- Dijo viéndome directamente con sus hermosos ojos verdes mientras retiraba con delicadeza los mechones de cabello que caían por mi rostro.
-Te amo.
Golpes en la puerta de la habitación nos hicieron fruncir el ceño y ambas nos sentamos en la cama viendo hacia la entrada de la habitación. Tenía las mantas cubriendo mi pecho ya que estaba completamente desnuda de la cintura para arriba.
-Oigan tórtolas, Clarke me ha enviado a informarles que el desayuno ya está y toda la manada las espera.- Esa era claramente la voz de Dinah- Ahora hagan el favor de dejar de besuquearse y cubrir sus cuerpos seguramente desnudos.
-Dios.- Susurré avergonzada cubriendo mi rostro con ambas manos escuchando a Lauren reír junto a mí.
-Dile a mamá que iremos enseguida.- Luego de las palabras de la Alpha, escuché como los pasos de su prima se alejaban de la habitación- Bueno creo que es hora de salir de la cama.
-Probablemente toda tu familia nos haya escuchado anoche.- Dije apenada.
-Tranquila, ellos sólo escuchan lo que les interesa.- Se encogió de hombros como si nada hubiese pasado. Se puso de pie y caminó hasta su armario para tomar algo de ropa.
-¿Qué?.- Pregunté cuando se quedo viéndome con una sonrisa.
-Eres mucho más linda desnuda.- Soltó con total descaro provocando que mis mejillas se ruborizaran.
-¡Calla pervertida!.- Exclamé con indignación lanzándole una almohada que esquivó con facilidad. Aún riendo de mi reacción, se adentró en el cuarto de baño desde donde escuché el agua de la ducha correr.
Me puse de pie para poder ponerme el sujetador y no pude evitar coger del suelo la remera que ella traía el día de ayer. Cubrí mi cuerpo con la camiseta la cual tapaba hasta casi la mitad de mi muslo, me paré frente al espejo de cuerpo entero que había en la habitación sonriendo como idiota al ver lo bien que me quedaba su ropa. Una linda marca roja adornaba mi cuello y por acto de reflejo llevé las yemas de mis dedos hasta ella acariciando la zona enrojecida. Imágenes de la noche anterior llegaron como relámpagos a mi cabeza, recordándome todo lo que había sucedido entre nosotras. Cada beso y cada caricia.
Aquella noche era oficialmente catalogada como la mejor de mi vida.
...
Luego de que ambas estuviésemos duchadas y listas para bajar a la primera planta de la gran casa de los Jauregui, nos dirigimos al comedor principal dando los buenos días a toda la familia. Lauren me invitó a sentarme moviendo la silla para mí a lo que agradecí con una sonrisa, Dinah, quien se encontraba justo enfrente de ella movió sus cejas de arriba a abajo viéndola con picardía. Controlé aquel rubor que amenazaba con teñir mis mejillas de rojo y continúe como si nada hubiese pasado entablando una grata conversación con Emily sentada junto a mí.
