Unidos por una canción

19

No sé cuanto tiempo llevamos dentro del coche pero esto se me está haciendo, entre otras cosas, axfisiante.

- ¿Qué tal si paramos? - me sugiere Andrew, a lo que yo asiento

Gira el volante y se desvía del camino. Llegamos a parar a una extensa llanura. Ambos salimos del coche cerrando las puertas, me da por mirar el cielo, está oscuro con puntitos blancos y brillantes que lo adornan. Una palabra resuena en mi mente y me recuerda su nombre, estrellas.

Andrew sale del coche y de buenas a primeras suelta un gemido.

Me vuelvo hacia él y veo su brazo ensangrentado, la herida que le hicieron con el cuchillo es bastante profunda. Desgarro mi camiseta y le vendo el brazo con la tela, él vuelve a soltar otro gemido por el dolor.

- No hace falta - hace una pequeña pausa mientras se mira el brazo vendado con un trozo de tela azul oscuro - que hicieras eso - termina suspirando

- No estoy ciega ¿sabes? Se veía claramente la herida - noto un nudo en la garganta y trago saliva disimuladamente - y no podía dejarte así.....

El se va acercando poco a poco a mí hasta que la distancia entre nosotros no es gran cosa.

- No pensaba que te preocupabas tanto por mí - noto calor en mis mejillas y una fuerza magnética que está deseando salir.

Hasta que no la puedo contener más.

Mi cuerpo se va liberando poco a poco de la energía, que se convierte en ondas transparentes cargadas de electricidad. No se ven pero puedo sentir esa sensación entre magnética y eléctrica que inunda el aire.

Sigo absorta en mis pensamientos hasta que Andrew coje mi cara entre sus frías manos.

- ¿Me estás escuchando? - noto su aliento en mi nuca y me resisto a soltar un gemido. Su voz suena tan suave, pausada.....pero a la vez segura. Me pregunto cómo cantará.

Yo y mis teorías sin sentido.

- Sí - respondo aunque para mí misma

- Venga no seas mala - me vuelve a repetir con ese tono - encima que te estoy ayudando....

- Me estás provocando - le interrumpo cortante - si quieres besarme hazlo ya - Andrew se me queda sorprendido. Lo pillé y además no se lo esperaba

- Vale - acerca mis labios a los suyos y los une en un beso lleno de electricidad y magnetismo yo sólo me quedo en mi sitio, esta vez la que no se lo esperaba era yo

Se aleja de mí poco a poco y se sienta en el suelo, así tal cual. Yo lo imito, sentándome a su lado.

- ¿No es precioso? - Andrew señala al cielo oscuro adornado con estrellas que resplandecen en la oscuridad como diamantes

- Si - respondo, pero en mi interior hay algo que no cuardra - aunque hay algo que no entiendo

- ¿El qué? - me interrumpe con delicadeza. Normalmente me molestaría que me interrumpiesen pero su tono de voz sigue siendo tan pausado que no me desagrada del todo.

- Las cosas existen porque tienen una función - empiezo a explicar - si no, acaban desapareciendo con el paso del tiempo - hago una pausa. Andrew parece entenderlo por ahora - entomces, ¿para qué sirven las estrellas?

Cuando termino, se hace silencio. Andrew posa su mirada en el cielo, parece pensativo.

- Según cuenta una leyenda - empieza a contar - cuando alguien muere, sus recuerdos se transforman en pequeños diamantes que resplandecen en el cielo de la misma noche en la que murió - señala una estrella que brilla un poco más que las demás - sí esa persona se ha cruzado alguna vez en tu vida, sus recuerdos resplandecerán más a tus ojos esa noche....

- No sabía eso - comento - o si lo sabía probablemente no me acordase. Igualmente no me has dicho para qué sirven

- No me has dejado terminar - se defiende - cada noche se hace un juicio que determina si el alma esa persona va al cielo o al infierno, basándose en sus recuerdos. Para eso sirven las estrellas, reflejan todos los recuerdos de una persona la noche de su muerte. Dicen que hasta puedes saber cuántas personas han muerto ese día sólo contando las estrellas que aparecen en el cielo nocturno

- ¿Y si no tienes recuerdos? - le pregunto

- Eso es imposible. Todo ser vivo crea recuerdos desde que empieza a existir - hace una pausa. Yo sólo me limito a asentir aunque en el fondo no esté de acuerdo - que no te acuerdes de ellos no significa que no tengas.

- Ya veo - me tumbo sobre el suelo y Andrew me imita, suelto un bostezo y cierro los ojos lentamente. Antes de dormirme del todo Andrew me susurra "Buenas noches" y me da un tierno beso en la mejilla.
Me quedo dormida con ese recuerdo en mi mente. Uno más que brillará junto a los otros en el cielo nocturno cuando muera.

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Wow

Gracias a todos por los vistos y votos. Esta historia ha ido creciendo desde el día de su publicación, gracias a ustedes 😘

Me alegro de contar con vuestro apoyo en cada capiiii

- Angelix66 -