LOU | Larry Stylinson

Capítulo 47

Harry se quitó el saco negro y lo dejó en la percha.

—Creo que no les alegraba tanto que estemos allí —dijo Harry y volteó a mirar a Louis que estaba sentado en su cama—. Es decir, estoy seguro que piensan que yo...

—Tú no hiciste nada —lo interrumpió Louis—. Tú no has hecho absolutamente nada, pequeño. Sólo... se fue. Ella se fue y la verdad es que si ellos piensan tan mal de ti; es patético. Me pareció hipócrita que estuvieran allí, llorando y mirando la tumba de su hija.

—No hay que ser tan duros —dijo Harry sentándose junto a Louis—. Se notaban muy arrepentidos.

—Creo que no sirve estar arrepentido a estas alturas, Harry —lo miró—. Sé que suena duro, bebé. Lo sé pero... ella se suicidó y ellos deberían haber pensado antes de decirles tantas cosas negativas. Ella estaba mal y eso nadie lo vio. No ahora. Peggy estaba mal desde hace un largo tiempo.

Harry asintió.

Era verdad.

Acababan de llegar del funeral de, bueno, Peggy. Leonardo y Melissa no estaban tan feliz de verlos pero de todos modos ellos estaban ahí. Harry y Louis quisieron ir por su cuenta, y Des y Anne decidieron acompañarles por si algún inconveniente se presentaba; sin embargo, no dijeron nada y ellos estuvieron allí.

Carey estaba ahí.

Y dijo unas palabras para Peggy... pero a Leonardo no le gustó mucho y Harry notó que iba a detenerla pero Melissa lo detuvo a él; y dejó que Carey hablase.

"No voy a decir palabrerías y nada más. No voy a decir un discurso que tarde más de quince minutos..." dijo ella. "Sólo diré que ella no debería estar aquí. Ni ustedes. Nadie debería estar llorando ahora." miró a los padres de Peggy. "Ni yo. Jamás imaginé llorarle a alguien que estará apunto de ser llevado bajo tierra. No a ella. No voy a decir que era una gran chica... Me basta con saber que la conocí más que nadie y que ella compartió conmigo cosas que jamás compartió con nadie. No me siento bien conmigo misma pero soy afortunada. Soy afortunada."

Aquél día, Harry y Louis se acercaron a Carey.

—Hey —dijo Louis—. Unas fuertes palabras.

—La verdad —dijo ella con una sonrisa triste.

El rizado miró a su novio con una mueca triste.

—Sé que no es apropiado ahora —dijo el rizado—. ¿Puedes responderme algo?

—Lo que sea —dijo ella, y se acomodó el cabello detrás de su oreja.

—¿Qué pasó?

—¿A qué te refieres?

—A qué pasó realmente —dijo Harry—. ¿Por qué?

Ella rió triste y asintió.

—Quisiera preguntarme lo mismo pero... yo lo sé —dijo ella y frunció los labios.

—¿Qué sabes? —preguntó Louis—. Está bien. Puedes contarnos.

Carey quedó en silencio por un segundo y luego...

—Ella estaba mal —habló—. Ella... ella estaba verdaderamente mal. Y me siento culpable. No debería estar aquí pero el dolor es insoportable a veces. Ya ves como los padres la trataban. Ella no estaba bien tampoco por eso, pero Peggy ha estado mal por otras cosas, como... tenía cáncer y es... —Carey tuvo que parar porque la verdad es que se iba a echar a llorar.

Eso.

Eso Harry no sabía.

En verdad no sabía que Peggy tenía cáncer. No sabía nada.