Seattle

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Alzo la vista hacia la ventana y sonrío, por fin ha parado de llover. Me levanto sin prisa del sofá y me pongo mis desgastadas Vans.

—¡Nerea voy a salir! —grito mientras cojo mi cámara. Tal vez luego haga unas cuantas fotos—. ¡Nerea! —insisto al ver que no contesta.

—¡Que sí! —exclama ella desde su cuarto. Son las cinco de la tarde y aún duerme.

—¡Encárgate de Ada! —La oigo gruñir de lejos pero sé que lo hará. Acaricio a mi gata favorita antes de salir a la calle.

Gimo levemente cuando el aire me da a la cara. Me pongo los auriculares y comienzo a correr. Es lo único que me apetece hacer después de un día entero en la cama. ¿La razón?

La tremenda fiesta a la que fui ayer. La navidad es un evento importante para mi mejor amiga. Ella cumple los años el 24 de diciembre, por lo que solo quiere fiesta, fiesta y más fiesta. Nerea es así. Hemos salido el 24, el 25 y el 26. Hoy, finalmente, hemos tenido un merecido descanso.

Esquivo a una niña pequeña y entro en la enorme zona verde de Seattle. Es el parque más grande que he visto nunca.

Un cambio repentino de canción me hace dar un bote. Sin parar de correr ni mirar el número contesto la llamada.

—¿Diga?

—¡Pequeña! —Sonrío al escuchar la voz de mi hermano.

—¡Johnny! ¿Cómo estás? —Oigo música de fondo y amplío mi sonrisa. Johnny tiene una banda.

Ahora os estaréis preguntando cómo es eso posible...

Mi padre murió hace unos meses, lo que me hace huérfana. Eso suena mal pero es lo cierto. Soy huérfana a los 19 años. Mis hermanos y yo no lo pasamos bien con la muerte de mi madre. En cierto modo, me siento culpable de ello y por esa razón no hablo con nadie de ella.

Volviendo a mi padre... Cuando él nos dejó, Johnny no tardó en sacar a la luz la banda que llevaba tiempo creada clandestinamente. Yo dejé de estudiar derecho y ahora solo estudio Historia del Arte. ¡Es maravilloso!

Para pagar mi piso, trabajo de fotógrafa y pintora en una pequeña compañía en Seattle, dónde ahora vivo con Nerea.

—____, ¿sigues ahí?

—Sí, perdón. Es que todo ha cambiado tanto en estos meses...

—Ya... —Le oigo suspirar y dejo de correr al ver lo preciosa que se ve la puesta de sol desde este punto—. Te echo de menos hermanita.

—Yo también Johnny. –Titubeo un poco antes de decir lo siguiente–: Y a Ethan. ¿Sabes algo de él?

—¿La verdad? No sé nada de él desde el entierro.

Lo suponía. Yo tampoco. Desapareció al día siguiente. Nerea ya lo da por perdido. Estuvo varios días insoportable pero ahora hace como si no le importa que no este. Y lo entiendo, es lo más fácil.

—Yo tampoco.

—¿¡Cuando vendrás por aquí!? —exclama él rompiendo el momento incómodo con su característica voz jovial.

—No lo sé. Tú también podrías pasarte por Seattle.

—¡Ni loco! —exclama divertido—. ¡Yo no soporto el frío y lo sabes!

Tiene razón. Johnny odia el frío. Lo digo todo con el hecho de que se ha mudado a España. Yo, en cambio, soy una chica que no aguanto el calor. Una de las razones por las que vine a vivir aquí, aparte de la universidad, fue el frío.

—Ya decidiremos dónde reencontrarnos —digo encontrando una solución temporal a nuestro «problema».

—A ver si es verdad.

Competition [BSE II] | Harry StylesWhere stories live. Discover now