¿Por qué la gente te rompe el corazón?

Capitulo 13.

4:00 a.m de la mañana, mi rutina empieza de nuevo.
Llegue a la escuela como de costumbre, mi reloj marcaba las 6:40 a.m y yo me encontraba a fuera de mi aula, como todos los días. Viendo el amanecer, y el como se empezaba a esconder la Luna, y el Sol amenazaba con salir . ¿Alguna vez han escuchado de su historia? Yo estoy fascinada con ella, bueno, con una de ellas.

"Cuando el sol y la luna se encontraron por primera vez, se enamoraron perdidamente, y empezaron a vivir un gran amor. Dios eligió que cuando la Tierra se creará, el Sol iluminaría el día y la Luna la noche, así que tendrían que separase. Ambos se entristecieron mucho, ya que sabían que nunca mas volverían a verse y estarían obligados a vivir separados.
Aunque intentaban ser fuertes separados y el Sol conseguía aguantar, la Luna no podía. Así que el Sol pidió que le dieran compañía a la Luna, ya que no aguantaría mucho tiempo sola, y así aparecieron las estrellas. Y así viven, el Sol fingiendo ser feliz, y la Luna sin poder disimular su tristeza. El sol arde de pasión por ella, y la Luna vive en las tinieblas de su pena.
Muchos hombres han intentado conquistar a la Luna, pero nunca lo han conseguido, siempre han vuelto solos, sucede que Dios decidió que ningún amor es totalmente imposible, ni siquiera el de la Luna y el Sol, así que un día, se creo el eclipse.
Hoy, el Sol y la Luna viven esperando ese instante, ese instante donde pueden estar juntos y amarse sin que importe nada mas.
Cuando mires al Cielo y veas que el Sol cubre a la Luna, es porque se reclina sobre ella y comienzan a amarse. Es a ese acto de amor, al que se le dio el nombre de Eclipse."

Como les dije, la historia es hermosa. Me identifico con ella, y siempre me ha encantado, y aunque no lo quiera, me recuerda a la pequeña ojiverde.
Sumergida en mis pensamientos, no noté que el timbre sonó y daba inicio a las clases.
Así que continué mi día como siempre.
Las clases transcurrieron normales, o al menos eso creí al principio, ya que me percaté de las miradas y susurros por los pasillos del colegio hacia a mí. ¿Tenía algo en la cara? ¿Me veía mal? Realmente tenía muchas preguntas e inseguridades en mi cabeza, no entendía el porque de su comportamiento.
Entre al baño de niñas, a perder tiempo como de costumbre entre cada clase, cuando mis 4 amigas ya conocidas, entraron a buscarme.
-¡Amber! Grito Jade, acercándose con las demás.
-¿Si? Pregunte confundida, mientras lavaba mis manos y las veía por el espejo.
-Tengo que contarte algo, sobre Emma.
Al principio, pensé que me contaría algo bueno, pero al notar su cara supe que era todo lo contrario.
-¿Sobre que? Pregunte, dudosa.
-Pues, ¿Recuerdas la fiesta que acaba de pasar en la casa de Chad?
-Si.. respondí
-Pues, yo estaba ahí, y la verdad Emma se puso algo ebria. No sabía si contártelo o no, pero Jennifer insistió en que era lo correcto. Y la verdad es, que Emma se beso con algunas chicas.
-¿A que te refieres con algunas? Pregunté, cabizbaja
-La verdad, no se cuantas, pero fueron bastantes.
Mi corazón palpitaba fuerte, y sentía mi pecho doler, como si lo apretaran, realmente no quería enterarme de eso.
-Bueno, de todas formas, ella y yo no somos nada. Respondí de golpe.
-Esta claro que no son nada oficial, pero eran algo, tenían algo. Comentó Jade, confundida.
-Habíamos peleado, y dejamos de hablar. Así que para ella ya no teníamos nada.. Dije Cabizbaja.
Todas mis amigas me miraban preocupadas, sin saber que decir. Y fue cuando sonó el timbre de clases, indicándonos que empezaría otra. Las otras cuatro intentaron cambiar de tema, y subirme el ánimo. Intente, que pareciera como si no me hubiera importado, pero por dentro, solo sentía mi pecho arder, de dolor. Algo que jamás había sentido: decepción.
En el transcurso del descanso, todas estuvimos platicando de diferentes temas, pero se que yo no estaba ahí, enfocada. Solo pensaba y pensaba, y ahora entendía todo, las miradas en los pasillos, las chicas que se habían besado con Emma, mirándome como "Pobre idiota". Y sentí decepción, y duda, del porque había hecho algo así. ¿Se supone que es la forma de divertirse ahora?. Habían demasiadas preguntas en mi cabeza, algunas que no quería responder, porque sabía la respuesta. Intente distraerme con mis amigas, mi teléfono o compañeros en el transcurso del día. Pero fue inútil. Incluso ignoré a la ojiverde, en todo momento. Evite salir al pasillo, para así no encontrármela, y en la salida, me fui directo a mi casa.
Al llegar, cerré mi habitación, y me recosté en la cama, no sabía si llorar o dormir, e hice las dos cosas. Intentaba sacar todo lo que retuve en el día, pero lentamente me empecé a quedar dormida.
Jamás podré describir lo que sentí aquel momento, al escuchar esa noticia. Ese enojo, decepción, tristeza, pero de algo tengo que contarles. Se convertiría, en una rutina..