Capitulo 2.

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4:30 a.m De nuevo, empezaba mi rutina. Me metí a bañar, 5:00 a.m ya estaba cambiada, 5:05 a.m ya tenía mi cabello cepillado, 5:10 a.m me había ya lavado los dientes, 5:20 a.m arreglaba mis cosas para el día de hoy.
Subí al coche con mi padre y como de costumbre me coloque mis audífonos. Empezaba a escucharse National Anthem de Lana del Rey. Cada vez que escuchaba esa canción mi ánimo subía al 100% y me sentía feliz. Empecé a tararearla mientras veía por las ventanas el camino ya conocido.
Llegue al colegio y entre por los torniquetes, automáticamente subí a mi salón, que era en el 2do piso. Deje mi mochila en mi asiento y salí al pasillo de los salones, podría apreciarse la vista del jardín de mi escuela y a los alumnos entrar desorientados y con nervios, unos con seguridad por conocer ya el campus y otros con cara de odio a la vida. Observaba a todos y a cada uno de ellos, mientras esperaba a Morgan y Lucy.
La mañana comenzó y mis compañeros comenzaban a llegar y entrar al salón, al parecer ese día me tocaba Laboratorio, no sabía dónde ubicarme ya que todos tenían sus lugares conforme a sus grupos de amigos. Me senté en la banca más alejada de todos hasta que Jade me gritó.
- ¿Amber no quieres sentarte con nosotras?
Pregunto señalando a 3 chicas al rededor suyo.
Ella es Jennyfer, Natalie y Rachell.
A Jennyfer ya la conocía, era la niña de los ojos bonitos. Natalie era un poco más pequeña, era de piel morena y con ojos rasgados. Siendo sincera me daba miedo, sentía que podría golpearme en cualquier momento.
Y Rachell de su mismo tamaño, tenía una sonrisa con brackets, ojos bonitos y pestañas muy largas, realmente era muy bonita.
Después de analizarlas físicamente, acepte de inmediato, sentándome enfrente de Jade.
Dividieron al grupo a la mitad y temía no quedar con alguna de mis nuevas compañeras conocidas, afortunadamente quede con Jade y Natalie. El grupo se dividió y nos fuimos a la clase que nos correspondía.
Las clases transcurrieron y era hora del almuerzo, a decir verdad toda la mañana permanecí callada, no podía articular palabra alguna, literalmente estaba en otro mundo.
Salí de laboratorio y me dirigí a buscar a mis amigas, que se encontraban en la cafetería.
- Hola. Salude sería.
- Hola Amber. Contestaron los 3 al mismo tiempo.
- ¿De que hablaban? Pregunte ya que me percaté que tenían platica antes de que yo llegara.
- De mi amor platónico. Contesto Lucy
- ¿La misma chica? Pregunté indiferente.
- Creo que Lucy está obsesionada con ella. Respondió Daniel invitándome gomitas que había comprado.
-¿Cómo se llama? Pregunté tomando una.
- No lo sé, pero créeme cuando te digo que es hermosa, es perfecta. Respondió Lucy haciendo imitación a un suspiro.
Al ver su reacción reí levemente, fue cuando Morgan pregunto lo que no quería que me preguntaran.
- ¿Tu y Leah siguen juntas?
Mis amigos se quedaron en silencio esperando mi respuesta. .
- No, no seguimos juntas. Respondí bajando la mirada y tomando otra gomita.
- ¿Y tú cómo estás?  pregunto mi mejor amiga.
- Bien, en serio. Solo que no quiero hablar del tema y siendo sincera estoy mejor de lo que creí. Respondí sonriendo.
No es que no quiera hablar del tema porque aún me doliera, es solo que sentía que ya tenía cansados a mis amigos quejándome de lo mismo. Estuve así por 8 meses, ya era tiempo, supongo.
Leah ha sido la persona que más he querido actualmente, no sé cómo eso es posible si nuestra relación fue a distancia. Muchos me decían que eso no servía, pero ha sido la persona que más me ha hecho sentir sin estar juntas físicamente. En los 8 meses que duramos, solo la vi como unas 6 veces, si llámenme loca. Recuerdo que cada que quería dejarla no podía, sentía que no podría sin ella.
Es increíble lo que podemos perdonar con tal de no perder a esa persona. En su momento creí que era bueno darle otra oportunidad, pero ahora que lo pienso, siento coraje hacia mí misma. ¿En que pensaba? Si una persona lo hace una vez, lo hará una segunda por supuesto. Pero como dicen, de los errores se aprende.
Me sumergí en mis pensamientos y el almuerzo había terminado. Subí a mi salón de clases con mis nuevas compañeras, ellas estaban sentadas en círculo. Al notar mi presencia hicieron señas para que me les uniera. Nos quedamos platicando en lo que el profesor ingresaba al salón, y en mi mente me decía "Esto será genial Amber, todo mejorara."

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