Capitulo 27. No Mi Idea Favorita.

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Snape paseaba sonriente por la mazmorra, afortunadamente sin ver a Seamus Finnigan, que hacía como que vomitaba sobre el caldero.

—Me sorprende que los sangre sucia no hayan hecho ya todos el equipaje —prosiguió Draco—. Apuesto cinco galeones a que el próximo muere. Qué pena que no sea Granger...

La campana sonó en aquel momento, y fue una suerte, porque al oír las últimas palabras, Ron había saltado del asiento para abalanzarse sobre Draco, aunque con el barullo de recoger libros y bolsas, su intento pasó inadvertido.

—Dejadme —protestó Ron cuando lo sujetamos entre Harry y yo—. No me preocupa, no necesito mi varita mágica, lo voy a matar con las manos...

—Daos prisa, he de llevaros a Herbología —les gritó Snape, y salimos en doble hilera, con Harry, Ron y yo en la cola, el segundo intentando todavía liberarse. Sólo lo soltaron cuando Snape se quedó en la puerta del castillo y ellos continuaron por la huerta hacia los invernaderos.

La clase de Herbología resultó triste, porque había dos alumnos menos: Justin y Hermione.

La profesora Sprout los puso a todos a podar las higueras de Abisinia, que daban higos secos. Harry y yo fuimos a tirar un brazado de tallos secos al montón del abono y nos encontramos de frente con Ernie Mcmillan. Ernie respiró hondo y dijo, muy formalmente:

—Sólo quiero que sepan, que lamento haber sospechado de ustedes. Sé que nunca atacarían a Hermione Granger y les quiero pedir disculpas por todo lo que dije. Ahora estamos en el mismo barco y..., bueno...

Avanzó una mano regordeta y Harry la estrechó.

—Ya te funcionan las neuronas, Ernie —dije mirando sin animos la mano de Ernie que me extendia, pero se la estrecho, porque se disculpa.

Ernie y su amiga Hannah se pusieron a trabajar en la misma higuera que nosotros.

—Ese tal Draco Malfoy —dijo Ernie, mientras cortaba las ramas secas— pareceque se ha puesto muy contento con todo esto, ¿verdad? ¿Sabéis?, creo que él podría ser el heredero de Slytherin.

—Esto demuestra que eres inteligente, Ernie —dije, no lo iba a perdonar tan fácil.

—¿Crees que es Malfoy, Harry? —preguntó Ernie.

—No —respondió Harry con tal firmeza que Ernie y Hannah se lo quedaron mirando.

Un instante después, me golpeo en la cabeza, me giro a punto de echar un grito.

—¡Ah! ¿Qué estás...?

Harry señaló al suelo, a un metro de distancia. Varias arañas grandes correteaban por la tierra.

—¡Anda! —dijo Ron, intentando, sin éxito, hacer como que se alegraba—. Pero no podemos seguirlas ahora...

Ernie y Hannah escuchaban llenos de curiosidad.

Harry contempló a las arañas que se alejaban.

—Parece que se dirigen al bosque prohibido...

Y a Ron aquello aún le hizo menos gracia.

Al acabar la clase, el profesor Snape acompañó a los alumnos al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras. Nos rezagamos un poco para hablar sin que los oyeran.

—Tenemos que recurrir otra vez a la capa para hacernos invisibles —dijo Harry.

—Podemos llevar con nosotros a Fang y a Ruddy. Hagrid los llevaba con él al bosque, así que podría sernos de ayuda.

—De acuerdo —dijo Ron, que movía su varita mágica nerviosamente entre los dedos—. Pero... ¿no hay..., no hay hombres lobo en el bosque? —añadió, mientras ocupaban sus puestos habituales al final del aula de Lockhart.

Destiny y la Camara Secreta [DEH #2]Where stories live. Discover now