Capítulo 20.

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«Faith en multimedia»

Cerré la puerta del bar y me cubrí la mitad de la cara con la bufanda gris de lana que años atrás me hizo mi abuela.

—Gracias por esperar a que terminara el trabajo —le agradecí a Shawn, el cual caminaba a mi lado con un abrigo negro. Dentro del bar la temperatura era perfecta pero, nada más salir a la calle, la cara de Shawn se puso colorada por el frío. Era gracioso ver como su nariz, sus mejillas y sus orejas cambiaban de color tan rápido.

—No pasa nada, no puedes entretenerte mientras trabajas —siguió caminando, mientras observaba el suelo. Aún no sabía el motivo de su visita y cómo le habían dejado salir.

—Shawn...

—He venido porque quería darte yo mismo la noticia.

Tragué saliva y me escondí aún más bajo la bufanda. Tenía miedo de que hubiese venido a confirmarme su relación con Skylar, y era probablemente lo que iba a suceder.

—Sky es una buena chica —comenté antes de que soltara la bomba. No quería mostrarme dolida.

Shawn me miró con el ceño fruncido.

—Ya, ¿y eso qué tiene que ver con lo que te quiero decir? —preguntó extrañado aunque pareció escapársele una sonrisa —. Y deja de esconderte bajo la bufanda, parece que esté hablando con una manta.

Solté una pequeña carcajada y bajé la bufanda hasta la barbilla.

—Lo siento, continúa.

Mordió su labio, pareció debatir unos segundos lo que me iba a contar.

—Me han dado el alta, Faith, estoy completamente curado.

Abrí los ojos con sorpresa y dejé escapar un grito. Me tapé la boca al instante en cuanto me di cuenta de como nos miraban los de nuestro alrededor. Era lo último que esperaba oír y sentí como la alegría me consumía por dentro. Al instante, me lancé a sus brazos.

—Vaya, voy a tener que curarme de vez en cuando si voy a tener este recibimiento siempre.

Me separé, ruborizada, de sus brazos.

—Lo siento.

Shawn alzó una de sus cejas para después negar con leves movimientos de cabeza.

—Creo que debería ir yéndome —murmuró, metiendo sus manos en los bolsillos de abrigo.

Asentí, mirando hacia el suelo, y en cuanto volví a levantar la vista, Shawn comenzó a alejarse. Un pinchazo en el pecho me avisó de lo que estaba ocurriendo. Iba a volver a perder a Shawn.

—¡Espera! —grité, corriendo tras él.

Este se dio la vuelta, confundido.

—¿Ocurre algo?

Mordí mi labio y le miré directamente a los ojos. En estos momentos siempre venía bien ser valiente.

—No me has dado la dirección de tu casa para poder ir a visitarte.

El rostro de Shawn, serio, fue transformándose en una leve sonrisa. Cruzó sus brazos, con autosuficiencia.

—Veo que ya te has dado cuenta de que no puedes vivir sin mí.

Abrí la boca y alcé una ceja.

—Como si tú pudieses vivir sin mi presencia... —ataqué, siguiéndole el juego.

Shawn lamió sus labios y sonrió, clavando sus ojos en los míos.

—Tienes razón, ha sido toda una eternidad experimentar la vida sin ti.

Revolution » Shawn MendesΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα