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Ya no soportaba el dolor.

Basta porfavor —dije con esfuerzos.

Pasaban los minutos y yo estaba demasiado adolorida ya no aguantaba mas.

Mario porfavor para —dije.

En ese instante Mario salio de mi y fue bajando al suelo haciendo que mi espalda rozara en la pared, me dejo en el suelo.

Te odio —dije con desprecio.

Me dejo tirada en el suelo y se largo como si nada hubiera pasado.

Llore, me dolia cada parte de mi cuerpo, cada parte de mi ser, ya no quería saber nada de este mundo en especial de Mario.

Abrace mis piernas que no dejaban de temblar.

Señorita esta bien —dijo una voz conocida.

Alzo la mirada y es la señora que ayuda al aseo de la casa.

Venga la ayudo —dijo.

Le acepte su ayuda y me ayudo a levantar, me dolia mucho mi cuerpo así que me apoye en la señora, m dio una cobija para cubrirme, me sente en la silla que estaba en el cuarto.

Gracias —dije destrozada.

No hay porque, lo siento mucho señorita si tan solo lo hubiera evitado —dijo con lagrimas en la cara.

Usted no se preocupe por mi yo estoy bien y si hubiera intervenido Mario la despedirla y no tendría con quien hablar —dije forzando una sonrisa.

Venga vamos a que descanse —dijo.

Aquí no porfavor —dije llorando.

Esta bien pero porfavor ya no llore —dijo.

Me desperté con dolor de cabeza, trate de levantarme pero estaba demasiado adolorida, me levanto con esfuerzos y logro llegar al baño en el que me fijo que tengo los dedos marcados de Mario en la cintura al igual que moretones, en el cuello tengo chupetones, no puedo evitar llorar al recordar todo lo que sucedió la noche anterior, sus palabras se repiten una y otra vez, odio a Mario y odio todo lo que provenga de el, solo quisiera levantarme de mi cama para ir a desayunar con mi familia y seguir con mi vida como lo era antes de conocer a Mario.

Señorita como amanecio —dijo la señora.

Bien —dije fingiendo una sonrisa.

Le traje el desayuno —dijo.

No tenia porque molestarse pero de todos modos muchas gracias, pero no tengo hambre —dije.

Señorita debe comer como lo indico el doctor sino nunca se va a recuperar —dijo.

No me fija señorita dejame sam y si tiene toda la razón tan siquiera en algo debo preocuparme —dije.

Desayune junto a la señora y fui a bañarme, mientras me bañaba pensaba el porque Mario me trata así, pero después se me vino a la mente que algo tiene que ver el cajón que esta en su escritorio, tendría que abrirlo para averiguar que es lo que esta pasando y el porque Mario viene a reclamar la casa.

Salgo de bañarme y me visto con esfuerzos, me recuesto en la cama y caigo en un profundo sueño.

Sam —dice una voz familiar.

Que eres—dijo.

Sam —dice de nuevo la voz.

Que es lo que quieres —dije.

Ten cuidado —dijo la voz.

Porque? —dije.

Alguien querrá hacerle daño a tu familia —dijo.

FORZADA (Editando)Where stories live. Discover now