FORZADA (Editando)

3

No sé en que momento me quedé dormida, pero estoy acostada en la cama todavía en ropa interior, escucho ruido en el baño y se que Mario es el que está usándolo, con todas mis fuerzas que me quedan me trato de levantar y aunque me cuesta trabajo hacerlo logro llegar a la puerta pero para mí mala suerte tiene seguro, escucho y veo que la puerta del baño se abre y  Mario sale del baño con una toalla en la cintura y el pecho descubierto dejando a la vista su abdomen un poco marcado y pálido, dirige así mirada a mí y con una sonrisa de lado viene a mí.

Dejame ir porfavor —no importaba cuántas veces le tuviera que rogar, lo haría las veces que fueran necesarias.

No he terminado —pareciese que todo esto para él es divertido.

Me toma de la cintura y me arroga a la cama, trato de retroceder pero no me lo permite, me jala de los pies y se coloca encima de mí aún con la toalla en la cintura.

No lo hagas porfavor —el temor y nerviosismo que había sentido volvió nuevamente.

Me vuelves loco —tomó mis muñecas y las colocó a cada lado de mi cabeza.

Intenté soltarme de su agarre, pero me era difícil ya que cada vez presionaba más el agarre en mis muñecas, desabrochó mi brasier dejando a la vista mi pecho, fue besando desde mi cuello hasta mi abdomen, gritaba por ayuda tenía la pequeña esperanza de que alguien me escucharía, volví a intentar sacarme de él y golpearlo pero en cada intento fallaba, me daba asco el hecho de sentir y saber que me besaba y tocaba.

Con una de sus manos tomo mis muñecas y mientras que la otra la llevo a mis bragas, la tomó de un lado y fue bajando lentamente mientras me miraba con una sonrisa burlona, le veía a esos ojos azules que me miraban con deseo y le pedía que no siguiera, me ignoraba, en un momento de descuido aflojó su agarré y corrí a la esquina de la habitacion y me enrosque, estaba aterrada porque ya sabía lo que quería hacer y yo no sabía nada de eso, fue hasta mí, me tomó de los brazos, resistiendome, me arrogó de nuevo a la cama y tiro su toalla al suelo, trate escaparme de nuevo pero falle.

Mario porfavor no hagas esto—solo pedía que tuviese un poco de compasión y no siguiera.

——————Tranquila tratare de ser dócil contigo —dijo en mi oído.

Me beso el cuello y sentía su miembro en mi parte íntima.

Mario porfavor—dije.

Espero que grites mi nombre —dijo.

Sentia como su miembro estaba en la entrada de mi parte íntima, lo golpeaba, hacia te todo pero no lograba quitarmelo de encima, en ese momento sentí como me penetraba bruscamente ahogue un gemido de dolor, comenzaba a acelerar y mas me dolia ya no sentía fuerzas para luchar contra el solo gritaba que parara.

Mario para, para... aah me lastimas porfavor para —dije sin aliento.

Me ignoraba y sentía sus embestidas mas rápidas y dolorosas, me toma de l cintura y me lleva a la esquina de la habitacion donde abre mis piernas y toma mis muñecas con fuerza.

Besame —dice apretando mis muñecas.

Niego y siento como una de sus manos me toma de la cara y me besa ferozmente, trato de quitarlo pero o puedo estoy demasiado débil.

Mario para porfavor me lastimas —dije llorando.

Todavía no termino —dijo sonriendo.

Al fin sale de mi pero para mi desgracia me arroga a la cama y me pone boca abajo, pone su miembro en mi zona y me penetra ahogo un gemido, me duele demasiado ya no aguanto mas me duele mucho, sus embestidas son muy fuertes que me duele mi abdomen.

Me duele —dije sin aliento.

Falta poco amor —dijo sonriendo.

Cada ves era mas salvaje, ya no aguantaba mas, sale de mi y me voltea a ver y me besa, deja de besarme.

Espero que hayas aprendido la lección —dijo sonriendo.

Eres un cerdo —dije llorando con asco.

Yo te amo y sabes me encanto ser el primero en hacerte mía —dijo llendose al baño.

Trato de hacer lo mismo pero lo puedo, me duele mucho mi vientre, como sea entro al baño y me baño me doy asco al dejarme lloro descontroladamente, salgo del baño y veo a ese malnacido acostado viendo la televisión, salgo casi cogeando del baño tocandome el abdomen del dolor que siento, me acuesto en la cama y le doy la espalda, pone su mano en mi abdomen y se pega a mi .

Porfavor dejame —dije entre sollozos.

Tu eres mía y te tienes que acostumbrar a esto y el dolor del abdomen es normal porque eras vírgenes —dijo sonriendo satisfactoriamente.

Llore del dolor y tristeza hasta quedarme dormida.