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Me siento sobre la cama y trato de arreglarme lo mas rápido que pueda para no ver a Mario, la manecilla de la puerta se escucha girar e inmediato me recuesto y cubro mi cuerpo con las sabanas.

Se que estas despierta —dijo pícaro.

Me molesta cada una de las palabras que salen de el, no lo quiero ver, simplemente no lo quiero.

Se mete al baño no se a que pero sale con su pijama, me llamaba la atención su cuerpo eso era lo único pero en realidad nunca me ha gustado y no me gustara nunca es el hombre que me arruino la vida y que me ya hecho daño tanto a mi familia como a mi, todo esto del matrimonio y el repentino propietario realce la casa es muy raro como de un momento a otro sale el dueño a estas altura porque no reclamo la casa cuando mi padre la compro.

En que piensas —dice Mario al otro lado de la cama.

No me di cuenta en que momento  Mario estaba a mi lado y sobre todo abrazandome.

Alejate —dije sentandome en la cama.

Eres mi esposa y te puedo tocar cuantas veces quiera de todos modos ya te e tocado miles de veces —dijo en tono serio.

No por ser mi esposo significa que hagas conmigo lo que te plasca —dije furiosa.

Me levanto de la cama, en cuanto me levanto de la cama Mario se va acercando a mi

¿Porque?, acaso no quieres que me acerque pero si soy tu esposo—dijo sonriendo con malicia.

No te acerques —repeti.

Pero si eres mi esposa y como te lo dije yo puedo acercarme y tocarte todo lo que quiera —dijo posando el suelo.

Reaccionen seguida y corro a la puerta, siento como Mario va tras de mi, corro lo mas rápido que puedo y no me detengo, se que si me alcanza va a volver a abusar de mi y ya estoy harta de que abuse de mi solo para complacerse.

Veo una puerta y voy a ella y la abro, entro y cierro la puerta.

Abre la puerta sam —dijo Mario agitado.

No, larjate —dije gritando temblorosa.

Sino abres la puerta te arrepentiras —dijo un poco enojado.

Se alcanzaba a escuchar como Mario trataba de abrir la puerta.

Me vas a volver hacer lo que me hiciste en la playa —dije llorando.

Mario deja de tratar de abrir la puerta y ya no lo escucho hablar.

Algo me indica que aún no estoy a salvo así que volteo a ver lo que ahí en la habitacion en la que estoy y encuentro una silla la tomo y la trabo en la puerta.

Me siento en la esquina de la habitacion y me abrazo las piernas, lo único que quiero esque Mario no entre a la habitacion y me castiga como lo hace siempre, solo quiero paz.

Me despierto porque siento cosquillas en mi brazo, veo lo que me causa cosquillas y es una araña, agito mi brazo, asustada me levanto y veo que ya amanecio, quito la silla de la puerta y abro la puerta en silencio, asomo la cabeza y gracias a Dios Mario no estaba, salgo sigilosamente , voy al cuarto, me fijo si esta Mario en ella y tampoco esta, me imagino que se fue a trabajar, por lo menos me siento aliviada, tomo mi ropa y abro la puerta del baño, agradezco que tenga mi propio baño, cierro la puerta por si acaso y me baño, se me viene a la mente todo lo que paso el día anterior y no logro evitar llorar del dolor que Mario me causa cuando me usa.

Llevaba todo el día en la cama  porque no descanse nada anoche y me sentía agotada.

Me despierto con hambre y decido bajar a comer algo ya que no e desayunado ni comido y tampoco cene ayer, bajo como lo que me a pedido el doctor, estoy a punto de terminar de comer pero las nauseas me ganan y corro al baño, vomito todo lo que e comido y me siento débil.

Me quedo un buen tiempo en el baño porque no paraban de darme nauseas.

Señorita esta bien —dijo la señora que cocinaba y hacia el aseo de la casa.

Me siento un poco mal —dije recargandome en la pared.

Le traigo algo —dijo la señora preocupada.

No se preocupe estoy bien —dije fingiendo una sonrisa.

Quiere que la ayude a subir a la habitacion —dijo.

Si porfavor —dije.

En verdad necesitaba mucho que alguien me ayudara, me sentía muy débil y mareada.

Ya estaba en la cama recostada, pero aún así no me dejaba de sentir mal así que le pedí a la señora que me trajera las pastillas aue me receto el doctor.

Necesita algo mas señorita —dijo.

No se preocupe estoy bien —dije.

La señora se quedo todo el tiempo a mi lado, por momentos me quedaba dormida pero despertaba por el mareo y las nauseas, vi que la señora hablaba por teléfono, unos minutos después colgo y se me acerco.

Me podria decir que hora es —dije.

Son las 9:07 PM —dijo.

Gracias —dije.

Ya había pasado una hora desde que pregunte la hora.

Se abre la puerta y entra Mario agitado y con cara de preocupación.

Como estas —dijo acercandose a mi lado.

Estoy bien —dije frivolamente.

Sam ahora no, en entre momento lo que importa es tu bienestar —dijo.

Si te importara mi bienestar no me hubieras lastimado ayer —dije débil.

Basta sam, voy hablarle al doctor —dijo sacando su celular.

No es necesario ya me siento mejor —dije.

No me importa —dijo.

Dije que me siento mejor —dije autoritaria.

Esta bien pero si veo que no mejoras te llamare al doctor —dijo.

Mario estuvo todo l tiempo a mi lado.

Amanecio y vi a Mario sentado a mi lado, no pude creer que se quedara toda la noche en esa silla a mi lado.

Me trato de levantar pero tengo ganas de vomitar así que corro lo mas rápido que puedo al baño y vomito.

Estas bien —dice Mario entrando al baño.

Si —dije recargandome en la pared.

Trato de acercarse pero se retrocedi.

No creo que sean las pastillas —dijo.

Haya tu sino me crees —dije saliendo del baño.

Sam porque no vas con el medico a que te revise —dijo.

Te dije que estoy bien —dije.

Entiende que es por tu bien —dijo.

No voy a ir ya te lo dije —dije enojada.

Sino vas tu haré que venga el doctor o te llevare a la fuerza —dijo serio.

Saliendo de la habitacion, aproveche para vestirme para ir con bety para ver como sigue su embarazo y así poder decir que fui al doctor.

Entra Mario y se dirije a mi.

No es necesario que traigas y me lleves con ningún doctor iré por mi cuenta —dije retrocediendo.

En la noche quiero que me dijas que fue lo que tienes —dijo.

FORZADA (Editando)Where stories live. Discover now