Capítulo 33

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Oh, mi cuerpo entero está siendo electrificado
No puedo apartar mi mirada de ti.
Puedo sentirlo incluso estando así de lejos.

Esa sonrisa que se esconde detrás de tu confiada expresión pareciera estar hecha para mí.
Estoy seguro, mi mirada sigue cruzándose con tus lindos ojos, y me están volviendo más impaciente.

Llévame contigo, sólo tú y yo a solas.
De la manera que tú lo quieras, sólo déjalo todo en mis manos.
Te prometo que seré el único.

Tu dulce voz es una bonita melodía, me lleva incluso más allá de la luna.
Siento que tengo todo, nadie lo sabe.
Cada vez me enamoro de ti más y más.

¿Es éste un sueño?
Mi corazón no deja de acelerarse, tal como esos dulces que explotan en tu boca.
Esta sensación eléctrica continúa expandiéndose a través de mis cinco sentidos.
Antes de que esta sensación me abandone, ¿Podrías tomar mi mano?

El aroma de tu shampoo invadiendo mi nariz me hace detenerme por un momento. En ese momento, la forma en la que tus dedos me rozan con delicadeza al pasar de verdad me vuelve loco.

Llévame contigo, sólo tú y yo a solas.
De la manera que tú lo quieras, sólo déjalo todo en mis manos.
Te prometo que seré el único.

Me acercaré a ti como un hombre, cariño.
Olvídate de todo lo demás.
Ahora mismo, aquí mismo,
nosotros dos, sólo tú y yo.

Llévame contigo, sólo tú y yo a solas.
De la manera que tú lo quieras, sólo déjalo todo en mis manos.

Cariño, déjame ser el único.

Estamos frente a frente, rodeados de miradas llenas de celos.
Espero que no sea todo un sueño.
Cariño, déjame hacerlo.

The One — CBX

Sangre una vez más, la sustancia viscosa y con sabor metálico, oscura, no era nada más que sangre.
Su garganta dolía una vez más, unos labios fríos pegados en su oreja diciendo una y otra vez —Sería un problema si alguien se entera —voz que lentamente se distorsionada hasta ser casi incomprensible, un zumbido en su oído —No puedes decirle a nadie —a continuación silencio, helado, sus brazos desnudos y lágrimas calientes mojando su rostro.

—Kyungsoo-ah, Kyungsoo —Chanyeol le agitaba con suavidad hasta que sus ojos se abrieron y la calma volvió a él —Ya está bien... No pasa nada. Fue una pesadilla.
—No se sintió como una...
Kyungsoo estaba temiendo por su salud mental, porque a cada momento parecía que no podía ya percibir qué era real y qué no.
Parte de él temía que esta felicidad fuera una mentira más, una alucinación, pero no, cuando Chanyeol acarició su frente y retiró el cabello humedecido por el sudor, de su frente.
Esa noche luego de haber aceptado el ser novios, se besaron el resto de su cita.
Juntos durmieron hasta que en la madrugada fue despertado por los quejidos del más bajo.

Los planes eran distintos a la mañana siguiente, Chanyeol bajó para calentar la pizza restante de la noche anterior y escuchó llamar a la puerta.
Al abrirla no encontró a nadie más que una caja pequeña que recogió con un mal presentimiento.
El contenido lo abrió de manera ansiosa, Kyungsoo estaba aún dormitando por lo que no pudo ver su expresión.
Chanyeol fue a la cocina y comenzó a quemar objeto por objeto, se lavó las manos y continuó como si nada hubiera pasado.
Kyungsoo finalmente despertó y al bajar lo encontró de espaldas, le abrazó con fuerza y dejó besos ligeros en su omóplato.
—¿Qué quieres hacer?
—Por tu culpa he dejado a Happiness muy solo.
—Te he dicho que lo traigas —avisó quejándose de modo infantil.
—Eres alérgico...
—¿Y tú cómo sabes eso?
—¿Me lo dijiste la otra vez?
—No, no te lo había dicho.
—Pero sí eres alérgico.
—Sí...
—Llámale sexto sentido entonces.
Chanyeol se extrañó, claro que se lo había mencionado pero eso fue de pequeños. Cuando su madre lo regañó por llevar un ratón callejero a casa.
"—Mami no me deja tener mascotas, dice que soy alertijo a los perritos y gatos, todos los animalitos peludos —dijo moqueando."
"—¿Y si tienes un pescadito?"
"—Pececito."
"—Oh, sí los pescaditos se comen y los pececitos no."
"—Tortuga"
"—Yo no necesito ninguno de esos entonces."
"—Entonces ¿Por qué lloras?
"—Este yo quería un ratoncito y un perro, pero bueno te tengo a ti"
"—Pero yo no soy tu mascota —gruñó"
"—Eres un pingüino"
Kyungsoo fue a casa rápido desde temprano y de modo sigiloso tomó a Happiness entre sus brazos, se colgó la correa en el cuello y escapó de casa con un sobrecito de comida.
Al volver traía todo el cabello desordenado y reía tanto que sus ojos parecían estar a punto de desaparecer.
Chanyeol sonrió al verlo, tan infantil, tan salvaje e inocente. Cargó al cachorro y frotó su rostro en el pelo del otro.
—Deja a mi bebé —se quejó el otro arrebatándolo para darle un beso en la trompita y dejarlo caminar en el espacio antes no explorado.
—¿Es un toy?
—Sí, se quedará pequeñito.
—Como tú. —besó la nariz de Kyungsoo quien le dio un zape en la cabeza.
—¡Oyee! —lo cargó como a una princesa y dejó colgada si cabeza mientras gritaba que le bajaran.
Esa tarde salieron juntos a caminar por la plaza, un lote de comercios ambulantes donde vendían productos usados y de segunda mano.
—Mira esto, "100 recetas italianas para inútiles".
—Suena a algo que seguramente tú comprarías.
—Justo eso pensé. —lo entregó al viejo vendedor que aceptó alegremente el dinero que el otro le dio.
Libros de recetas, lámparas, abrigos viejos, horas en la cocina, vino chileno, películas, besos, coqueteos en la cena, dormir juntos sin hacer nada. Historias de infancia, más besos y abrazos luego de pesadillas, caricias bajo las sabanas, mensajes de texto, llamadas hasta la madrugada, canciones y veladas desde la ventana.
Chanyeol nunca creyó que tener a Kyungsoo fuera así, claro que sabía que la experiencia sería maravillosa pero su noviazgo estaba siendo mucho mejor que eso.
—Mi parte favorita de tu cuerpo son tus labios.
—La mía es tu cuello. 
—Tus ojos
—El lunar de tu nariz.
—Tu lunar en el trago de tu oreja.
—Tus orejas.
—Tus cejas.
—Basta, nos oímos realmente cursis.
—Te quiero.
—También te quiero.

Labios rozándose nuevamente, dedos entrelazandose, piernas enredadas a la hora de dormir.
Ese miércoles pusieron en práctica sus dotes de cocina, usando aquel libro de recetas.
—Ravioles traje los ravioles.
—Ravioli, ravioli, dame la...
—Eres un tonto, Park, un tonto.
—Y estúpido, no olvides estúpido —lo besó en los labios.
—Y mío.
—Tuyo.
Chanyeol partía las verduras, Kyungsoo hervía la pasta, Chanyeol la salsa de queso, Kyungsoo sazonaba al mismo tiempo que incorporaba los ingredientes y por enésima vez le besaba de nuevo.
Nunca en la vida había disfrutado tanto de sus tardes, sus días y sus mañanas, nunca. Incluso estando con Baekhyun las cosas eran distintas.
No sabía de qué modo, pero era completamente diferente, un mes había pasado desde aquella noche donde decidió que Chanyeol fuera el único para él.
Baekhyun estaba ahí todos los días, no toleraba a Chanyeol pero aún así apoyaba la alegría del que siempre había sido su primer amor y mejor amigo en todo el universo.
A veces lo ayudaba con sus caprichos locos y salían juntos, no como en el pasado pero ni una sola vez se dejaron.
Chanyeol por otra parte, ese día en el "aniversario" del primer mes, estaba fumando de forma nerviosa en la azotea.
Estaba tan ansioso que ni siquiera sabía qué día era hasta que Kyungsoo apareció tras él y le dio un beso y la propuesta de escaparse de clases.
—No quiero quedarme, vamos a casa, lo que sea...
—Kyungsoo deseando saltarse las clases. Impresionante.
—Vamos a casa —repitió luego de acercarse a su oído, parado de puntitas.
Enviando su respiración cálida a la piel fría del otro. Chanyeol comprendió que no era una petición, sino una orden.
—Lo que usted diga, amo y señor.
—Amo y señor Do Kyungsoo para ti.

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