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Había  cierta alegría rondando por los pasillos del instituto. Los cuchicheos de los estudiantes eran más fuertes que cualquier otro día, pero poco se entendía a menos que supieras de lo que estaban hablando. Alya estaba más entusiasmada que de costumbre aquella mañana. Aún no sonaba el timbre pero ella parecía hiperventilar en su asiento. Miraba una y otra vez su celular, publicaba cosas, lo soltaba por "un poco de autocontrol" pero terminaba tomándolo de nuevo y repetía el mismo proceso. A Marinette se le había hecho un poco tarde —lo suficiente para llegar luego que Alya, pero antes que la profesora— y miró extrañada a su mejor amiga.

—¿Qué tienes, Alya? Parece como si hubieses conseguido el autógrafo de Ladybug —bromeó Marinette.

—¿No te enteraste? —los ojos de Alya brillaban de la emoción—. Jagged Stone quiere componer una canción con Ladybug y Chat Noir. ¡Les hizo un llamado hoy en su instagram!

—¿Qué?

Marinette tomó el celular de Alya y confirmó lo que su amiga le había dicho. En el perfil del cantante estaba colgado un vídeo donde invitaba a Ladybug y Chat Noir a formar parte de su nueva canción. En las historias había compartido estados de personas que de igual forma le pedían a los héroes que escucharan al cantante. Marinette entendía que era una heroína, no una celebridad, pero se emocionó de todos modos.

En ese instante entraron Adrien y Nino. Adrien se estrujaba las manos contra los ojos mientras Nino le hablaba de vaya Dios a saber qué. Marinette se preocupó un poco, ¿no había dormido bien?

—¡Adrien! —lo llamó ella—. ¿Escuchaste lo de Jagged Stone?

Adrien parpadeó repetitivamente, como saliendo de un trance y se fijó en Marinette. Se sentó en su asiento y no la miró a la cara.

—¿Qué ha pasado?

—¡Ha hecho un llamado a Ladybug y Chat Noir!

—¿Qué?

Adrien se atrevió a mirarla de la sorpresa y su cara de felicidad lo hizo estremecer. Los recuerdos del sueño de la noche anterior no se habían esfumado y no podía dejar de pensar en eso. ¿Por qué había soñado con Marinette y no Ladybug? Casualidad, debía ser eso.

—¡Sí! ¿A poco no es genial?

—Buenos días, clase —saludó la maestra Bustier al entrar, y Marinette se acomodó en su asiento. Adrien hizo lo mismo, un poco en las nubes—. Espero que hayan leído La Bella Durmiente. Comenzaremos respondiendo el cuestionario de...

La clase continuó normal. Excepto porque... Chloé miraba con hostilidad a Marinette —aunque eso no es algo muy fuera de lo común—, Marinette miraba la nuca de Adrien angustiada, preguntándose qué le pasaba, y Adrien trataba de concentrarse con todas sus fuerzas en la clase, en la noticia de Jagged Stone, pero el sueño de la noche anterior pareció eclipsarlo todo.

Tanto que al final de la clase Adrien seguía igual.

—Antes de que suene el timbre para el receso, anoten su tarea. Deberán escribir un cuento para la próxima clase. Los mejores serán publicados en el blog de la escuela.

Marinette y Alya entraron un poco en pánico, ¿escribir un cuento? ¿Por qué? Se sumergieron en su angustia, mientras que en cuanto el timbre sonó Adrien se levantó apurado. Marinette se quedó extrañada y antes de que Alya le pudiese preguntar algo, salió corriendo tras Adrien. ¿Estaba bien? ¿Estaba mal? ¿Qué le sucedía? Luego de lo ocurrido en la piedra el otro día ella había estado más sensible respecto a él. Lo siguió casi sin pensarlo. Él frenó en los escalones del edificio. Marinette observó porqué: Félix estaba allí.

¿Quién es Ladybug? [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora