Todo por una galleta

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Estaba sentada en mi cama estudiando para un examen que se aproximaba cuando mi teléfono sonó, en la pantalla aparecía un número desconocido.

- Así que Olive, ¿Cómo estás el día de hoy Oli? Espero que haya sido estupendo para ti, Olive.

- ¿Cómo tienes mi número Alexander? No recuerdo habertelo dado.

- Mi suegro me lo dio el día de la cena, no te has pasado al restaurante en una semana Olive, un mesero de ahí, que por cierto no soy yo, se ha preguntado por tu paradero.

- He tenido unos días ajetreados en la escuela, dile al mesero, que obviamente no eres tú, que estoy bien. Y deja de repetir tanto mi nombre, me estoy arrepintiendo y es escalofriante.

- No lo haré, me gusta y es lindo, Oli. Tu puedes decir el mío si quieres, me pondrás feliz... Si sabes a lo que me refiero.

- No, que asco.

- Bueno Olive, descansa. Tu amorcito tiene que ir a dormir para poder seguir siendo bello el día de mañana. Piensa en mi Oli.

- Pues aunque intente pensar en otra cosa no puedo, mis padres me siguen preguntando por ti. Buenas noches.

- Hasta el día que nos volvamos a ver, amor mío.

Colgué e intenté concentrarme en mi lectura, a los pocos minutos mi teléfono vibró por un mensaje.

De: Pseudo novio infernal.
"Olive, Olive, Olive, Olive, Olive.
😏 7u7"