Todo por una galleta

22

- Bueno- habló la otra mujer en la habitación - esto me trae recuerdos.

- Estamos en un drama familiar Gina, no empieces con tus cosas.

- Cállate Tom, haz algo  bueno por una vez en tu vida y traeme algo de beber de la cocina.

- Pero lo hago porque quiero, no porque que tú me lo hayas ordenado- masculló Tom aparentemente enojado.

- ¿Quiénes son?- pregunté a Alex quien estaba a mi lado.

- La señora mayor con aires de dictadora es Gina, mi tía abuela, el señor calvo que fue a la cocina es el hermano gemelo de mi abuelo y es el esposo de Gina, su nombre es Thomas. El que esta sentado junto a mi tío, es mi abuelo Timothy, ellos dos son los más normales de por aquí.

- Ya veo... ¿Y por que nuestros padres se conocen?

- Trabajaron en la misma cafetería cuando tenían mi edad, todo es muy extraño en realidad- dijo confuso sobando la parte trasera de su cabeza con una mano.

- Oye niña- me habló Gina palmeando el lugar a su lado para que me sentara - quiero que hables un poco conmigo.

- Gina por favor, no asustes a la chica ni envenenes su cabeza con ideas extrañas- le suplicó Timothy.

- No digas tonterías vago, sólo es plática entre mujeres- me acerqué a ella y me senté incómoda, levanté mi vista para mirar a mi inútil supuesto novio, pero él sólo levantó los pulgares de ambas manos y me sonrió - Así que... ¿que es lo que te gusta de nuestro bebé?

Intenté responder pero no podía concentrarme entre todo el ruido que había, mis padres aún seguían hablando con los de Alex y la mirada malvada de la señora no ayudaba.

Al diablo.

- Su nieto está bueno y al menos es inteligente, no sé que más le puedo decir- dije seriamente. Ella se me quedó mirando entrecerrando los ojos a lo que yo respondí levantando una ceja intentando no intimidarme.

- ¡Bienvenida a la familia!- exclamó y me envolvió en un abrazo asfixiante.

- Gina, la estas ahogando- escuché a Tim decir.

- Si, pero de amor.