Querido diario:
Siento no haber escrito por un tiempo, pero sinceramente he estado ocupada. Me he dado cuenta que el tiempo es algo mágico, algo que se escapa entre nuestras manos y no podemos atraparlo, algo así como el agua. Ya es noviembre, eso quiere decir dos cosas: falta tan poco para que el año termine y Brent se ha ido hace seis meses, harán una misa en su memoria y será dentro de una semana, estará toda su familia, hace varias semanas que no los veo, será extraño, supongo, quizá le pida a Kat que me acompañe para no estar sola o tal vez ya se habrán enterado e irán algunos de Barton High School, claro que mis padres también irán, pero no lo sé, no quiero darles más preocupaciones. Espero que guardes este secreto también.
Siempre tuya,
Lara.***
La muchacha sintió cómo un brazo la rodeaba por los hombros y al instante supo de quién se trataba.
- Buenos días ¿Cómo amaneciste hoy, pequeña Lara? -Preguntó Alex mientras los dos caminaban al casillero de Lara.
- Ya te dije que no soy pequeña -y no lo era, Lara tenía tamaño promedio, el problema era que Alex salía del promedio de altura... ¡era un gigante!
- Pues para mí sí lo eres -rodó los ojos.
- Como sea, contestando a tu pregunta, amanecí bien ¿y tú?
- También, supongo, no me quejo, venir a la escuela es un fastidio.
- Sí, eso es cierto.
Los chicos llegaron al casillero de Lara, esta puso la clave para poder abrirlo y sacar los libros que utilizaría en el primer periodo y los que no necesitaría.
- Hola, Alex -escucharon una dulce voz detrás de ellos, ambos se voltearon para ver quién era, justo a tiempo para ver a Helen dando una vuelta coqueta sin dejar de mirar al muchacho. -Hola, Lara.
- Hola, Helen -contestó la chica, mientras que Alex solo le hacía una seña con la cabeza y alzaba una mano.
Helen siguió su camino, pero volteó a ver por encima de su hombro a Alex, quien tampoco le despegó la mirada.
- ¿Y? -Lara cerró su taquilla y miró a Alex esbozando una sonrisa cómplice.
- ¿Y qué?
- ¿Ya están saliendo?
- Vamos saliendo hace un tiempo -Lara le dio un golpe en la cabeza.
- Ya lo sé, pero no me refería a eso, tonto -los estudiantes ya se dirigían a sus respectivos salones de clases y ellos no eran la excepción-. Lo decía por algo más formal ¿"novio-novia"? -hizo las comillas en el aire.
- No hagas eso -Alex bajó las manos de la muchacha-. Y no, todavía no estamos.
- ¿Qué? ¿Por qué? Ya van saliendo hace como un mes.
- No lo sé -la rubia frunció el ceño, como regañándolo-. Argh, niña, es mi problema.
- ¡Bien! Solo preguntaba, además no soy una niña.
- Claro.
Tenían clases juntos, Precálculo, para ser exactos, a Lara le iba muy bien en los números, casi igual que en las otras asignaturas; sin embargo, Alex no corría por el mismo camino, no odiaba las matemáticas, simplemente no podía entenderlas aunque se esfuerce, le pasaba con casi todos los curso a excepción de Literatura, le gustaba leer y hasta, a veces, en sus ratos libres, escribía algunos libros cortos o si le entraba la inspiración podía crear bellos poemas, cosa que nadie sabía salvo su hermana menor a quien le escribía los mejores cuentos de hadas y princesas que podía para luego leérselos cuando no podía dormir.
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Quédate un poco más
Teen FictionLara Bennett y su novio, Brent, ya tienen una vida planeada, un destino escrito por ellos, un futuro en cuál vivir, pero todo cambia cuando la desgracia y la muerte los alcanza ¿qué será de la vida de ella después de ese fatídico accidente? y ¿cuánt...