Capítulo: 6

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Capítulo 6

Coloco con cuidado el último libro en el estante y me alejo un poco para ver mi creación. Bien. Me gusta. Nada mejor para un lector que ver a todos sus bebes juntos en un solo sitio ordenados.

Bostezo mientras veo la hora en mi reloj. Nueve y media. Dios. Cuán rápido pasa el tiempo cuando están entretenida.

Salgo de la habitación para ir por un poco de comida. Paso frente a la habitación de Cam que sé que se encuentra vacía en estos momentos, seguro y no ha regresado de la fiesta a la cual fue. De tan solo pensar en la palabra fiesta hace que todo mi cuerpo se estremezca. Ya pasó casi un mes desde aquella alocada fiesta en la casa de Scott y ese mismo tiempo ha pasado sin ver a todos los chicos porque a diferencia de los libros en la vida real por compartir una borrachera y una noche alocada no te hace mágicamente mejores amigos de las personas. Después de que Connor nos terminara de contar todo cada quien tomo su camino y fin de la historia.

Bueno, fin de la historia para mí. Porque por lo que Camila me dijo; Zack, Connor y Scott son amigos. Y también por lo que se ella asistió a una fiesta de ellos hace una semana, a la cual también intento hacerme ir. Solo que esta vez no di mi brazo a torcer.

En lo que a Camila y a mí respecta ambas recuperamos el tiempo perdido. Ella me conto como había sido su vida en Canadá estos ultimo años y como me había extrañado. Camila aun siendo una amante de las fiestas es una buena prima y amiga, aunque estuvimos separadas dos años y yo odio un poco su entusiasmo por hacer ir a fiestas la quiero. Sin duda ella es una de más personas más importantes en toda mi vida.

Camila se fue meses después de que toda mi vida se derrumbara, pero en esos meses que ella estuvo fue de gran apoyo para mí. Fue la única que pasaba afuera de mi habitación día y noche escuchándome llorar y hablándome atreves de la puerta, jamás se iba, por más que yo le dijera que se marchara y me dejara sola ella no se rendía y seguía estando junto a mí, eso jamás lo olvidare, aunque en ninguna de las ocasiones le abriera la puerta el saber que tenía a personas a mi alrededor que aún les importaba lo que me sucedía me hacía sentir un poco mejor.

Creo que considero a Camila más una hermana que una prima. Porque cuando todos se rindieron conmigo ella siguió a mi lado, siguió y no se rindió. Se con seguridad que hubo ocasiones en las que se quedaba a dormir junto a mi puerta tirada en el piso porque se negaba a dejarme sola o perder un solo minuto de tiempo para estar conmigo. También sé que tía Lily tuvo que subir más de una vez por Cam para que ella pudiera irse a Canadá.

Con seguridad puedo decir que Camila es la persona más desequilibra en el planeta tierra que conozco y que también en ocasiones los cables en su cabeza dejan de funcionar, pero sin duda es una de las personas más leales que he conocido en mi vida.


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Tomo un trago de mi café mientras espero impacientemente a que Camila se digne en aparecer. Se suponía que nos reuniríamos en esta cafetería hace más de treinta minutos, también se suponía que solo iba a ir por un parte de cosas que necesita y nada más. Me alegra no haber aceptado ir con ella de compras, la última vez que fui con ella me hizo esperar más de dos horas porque ella no se decidía entre una blusa color rosa y una salmón ¡Dios! Ambos colores son casi iguales. Si no prestas mucha atención podrían parecerte el mismo, pero tal parece que para Camila son como el negro y el blanco. Desde ese día jure nunca más ir de compras con ella, realmente prefiero mil veces esperarla sentada en una cafetería que estar al lado de ella sufriendo.

La Chica Del Violín. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora