Capítulo 9

14.1K 684 429
                                    

Alexandra subió las escaleras de casa de dos en dos, tenía prisa porque era tarde y ella odiaba no ser puntual cuando quedaba. Su amiga Joan celebraba su cumpleaños y hacía una fiesta en su casa, y aprovechaban para celebrar también el fin de las clases y el inicio de vacaciones. Ese año había sido raro, porque, por primera vez, había compartido muy pocas asignaturas con Alexa, debido a que su gemela había decidido irse por ciencias y así poder estudiar fisioterapia en la universidad; y ella había elegido la rama de artes, ya que adoraba la fotografía y estaba decidida a ser reconocida en ese mundo. Sus padres, al principio, tuvieron dudas, pero, como siempre, habían acabado aceptando la decisión de ambas.

Estaba caminando por el pasillo, dispuesta a ir a su habitación para arreglarse, cuando vio la puerta de la habitación de Alex abierta de par en par y observó a su gemela sentada en el escritorio con las manos en la cabeza y observando un libro fijamente. Dejó su bolso de entrenamiento en el suelo y tocó suavemente la madera de la puerta, logrando llamar la atención de Alex, quien levantó la cabeza haciéndose la mortificada.

-Hola, bollito -se acercó a ella y le dio un abrazo.

-Hola, bebé -respondió instantáneamente-. ¿Cómo estuvo la preparación para la competición? Siento no haber podido acompañarte.

-Estuvo bien -la miró con preocupación-. ¿Qué pasa? Te veo desanimada –su hermana soltó un suspiro dramático que casi hace reír a Lexa.

-Tú también estarías en depresión si tuvieras que ir mañana a una recuperación de matemáticas mientras todos los demás están de fiesta.

-Ah, es por la fiesta de Joan...

-No, es porque no entiendo nada y me rindo -empujó el libro, quitándolo de su vista-. Soy imbécil por creer que iba a poder con todo y que entendería esta mierda de asignatura...

-Eh, no eres imbécil -se sentó sobre el escritorio mirándola seriamente-. Y deja que te diga que mi hermana puede con esto y más –sonrió cálidamente-. Lo has demostrado toda la vida, bollito. ¿Vas a dejar que unos números y un par de ejercicios puedan contigo? ¿Dónde está la chica que me decía que nada es imposible mientras se ligaba a la tía más hetero del instituto? -eso casi le sacó una sonrisa a Alex.

-Eso es porque ligar es una materia que sí domino.

-Y con esta también lo harás si te lo propones.

-Para ti es fácil decirlo, bebé. Eres un genio en todo.

-No seas tonta.

-Lo eres y lo sabes -la señaló, y miró el libro de matemáticas-. Tengo ganas de quemarlo -Lexa rio mientras la veía volver a la misma posición de antes, con las manos en la cabeza.

-Vale, no saldremos de esta habitación hasta que no lo entiendas todo, pero antes deja que me dé una ducha.

Alexa frunció el ceño.

-¿Y la fiesta? –la pequeña la miró con cariño.

-Ninguna fiesta es más importante que mi hermana.

-No, eso sí que no –se puso seria-. La que va a recuperación soy yo, no tú.

-Voy a ayudarte a entender esto quieras o no. Y no se discute más.

-Lex... -la aludida sonrió.

- Tú siempre me has defendido y me has ayudado toda la vida...

Las dos caras del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora