Painted Smile II (Jeff the killer y tú)© »Terminada«

Capítulo Nueve

Noveno "secuestro".

Jeff te besó con dulzura, poniendo las manos en tu cintura y acercándote más a él. Tú le abrazaste por el cuello y acariciaste su quemado cabello.

Te sentías bien, muy bien. Era todo lo que necesitabas, encontrarle y abrazarle como si nunca os hubierais separado. Volver a sentir sus labios sobre los tuyos...

Jeff te hizo caer en la cama sin separar sus labios de los tuyos, sacó el cuchillo de su sudadera y lo dejó caer al suelo, ya que le estorbaba.

—¿_____?— La voz de tu madre te hizo separarte de Jeff y empujarle levemente para incorporarte en la cama. Escuchaste como tu madre subía las escaleras y entonces te pusiste nerviosa.

—Jeff, tienes que irte— Le dijiste, levantándote de la cama y, cogiéndole de la mano, arrastrándole a hasta tu ventana abierta.

—¿Irme? ¿Ahora? Y una mierda— Dijo —Acabo de encontrarte.

—Mi madre está subiendo las escaleras, si te ve, lo más probable es que llame a la policía y...

—¿_____?— El picaporte de tu habitación empezó a girarse, entonces Jeff te cogió en brazos inesperadamente.

—¿Q-qué haces?— Le preguntaste.

—Repito— Dijo —: acabo de encontrarte y no pienso volver a perderte. Vendrás conmigo, a nuestra casa— Te sonrojaste, su mirada era decidida y seria, se veía lindo así.

—¡¡_____!!— La voz de tu madre te hizo pegar un salto —¡¡Suelta a mi hija o llamaré a la policía!!— Gritó, asustada. La miraste con tristeza. No querías dejarla, no cuando estabas a punto de ser hermana mayor, pero tampoco querías volver a separarte de Jeff ahora que os habíais vuelto a encontrar.

Miraste a Jeff con tristeza. Él te miró serio y saltó por la ventana contigo, empezando a correr. Escuchaste a tu madre gritar tu nombre con la voz rota. Cerraste con fuerza los ojos, arrepintiéndote por no haberle dicho a Jeff que no irías con él. Intentaste ignorar aquellos llantos y gritos, entonces empezaste a llorar.

—No debería haberme ido...— Susurraste, limpiándote las lágrimas. Jeff ignoró tus llantos, aunque también le resultaba doloroso. Atajó por unos barrios donde abundaban los criminales y te bajó —¿Por qué pasamos por aquí...?— Preguntaste, asustada.

—Si te llevo a la casa por el bosque, Slenderman y sus esclavos sentirán nuestra presencia, nos atacarán y te matarán. Si no quieres que es ocurra, camina por aquí— Jeff empezó a caminar, corriste para caminar a su lado y así sentirte más segura.

Unos hombres salieron de un callejón y te miraron fijamente. Te abrazaste al brazo de Jeff y este notó la situación, recordando que ibas en pijama. Se quitó la sudadera y te la dio para que te la pusieras, e abrazó por detrás y les dedicó una mirada psicópata a los hombres que te miraban.

A la media hora, llegasteis al barrio y finalmente entrasteis en la casa. Liu dejó de prestar atención a la ventana para mirarte a ti. Le sonreiste y, por primera vez en mucho tiempo, él te devolvió la sonrisa y caminó hacia ti para abrazarte. El brazo de Jeff se interpuso:

—Eh— Jeff se puso en medio —Es mía, no puedes tocarla.

—Jeff, estoy aquí— El mencionado se giró a verte —Oye, vale que sea tu novia y todo, pero no es necesario ser tan posesivo. Solo es un abrazo— Jeff soltó un gruñido y se apartó para que Liu pudiera abrazarte.

—Me alegra verte de vuelta— Te susurró el castaño, mientras te abrazaba.

—Yo también me alegro de volver— Susurraste.