Unos ojos pardos acompañaban su cabellera oscura en un movimiento constante como consecuencia del frío abrazador que era causado por la fuerte brisa del viento. Park Jimin caminó sobre aquella carretera, observando a aquel chico que le miraba a lo lejos. Un escalofrío recorrió su espalda en ese momento, cuando una sonrisa apareció en el rostro de aquel hombre y sus dientes blancos contrastaban en la oscuridad.
De un momento a otro, los primeros pasos del chico estaban terminando con la distancia y Jimin abrió los ojos, no supo en qué momento se sintió asustado o cuál fue la razón por la que su corazón latió desenfrenadamente y sus sentidos le gritaban que corriera.
Un latido alto zumbó en sus oídos, mientras que el sonido de las ramas de los árboles chocando como consecuencia del aire que movía sus hojas, repentinamente se perdió, pero encontró entre el miedo y la desesperante agonía que imponía estar en ese lugar, una forma de vida.
—Hola, Jimin.
El sonido lejano de su voz, el tono grave y rudo con el que escuchaba su llamado, sólo le estremeció. Había algo en su oscura mirada, una promesa, quizá una amenaza, no lo distinguió, pero lo sintió cuando su sangre se heló.
En un parpadeo, casi tan rápido como su último aliento, aquel chico se encontraba frente a él, cara a cara, observándole fijamente. Su cabello oscuro a penas y lograba distinguirse entre la noche, pero el brillo de su tersa piel pálida estaba cegándole. El pecho de Jimin subía y descendía y su respiración formaba vapor entre el cambio de temperatura, se perdió en su prometedora mirada, entre la incertidumbre de su llamado y junto a la curiosidad del saber cómo era que sabía su nombre.
¿Por qué le hablaba con tanta seguridad mientras él se sentía inseguro? ¿Por qué estaba temblando ante su postura imperturbable? ¿Por qué se sentía indefenso?
—¿Quién eres tú?
Su voz tembló y escondió su inseguridad cuando desvió la mirada. Sin embargo, cuando el chico de cabellera oscura soltó una pequeña carcajada, casi inaudible, una corriente magnética atrapó el cuerpo de Jimin. Hubo una sensación familiar en la caricia que dio el aliento del chico en su mejilla, reconoció la sensación extraña, pero misteriosamente le había creado alguna clase de recuerdo.
—¿No me recuerdas?— El de cabellera oscura enarcó una ceja, pareciendo lastimado.
Park le observó extrañado, aunque el temor permaneció aún en su cuerpo, haciéndolo mantener la guardia en alto y marcando líneas arbitrarias para evitar una catástrofe. Sus sentidos alertas no bajaron sus defensas y cuando sintió sus manos entumecidas, supo que aquello era más extraño de lo que quería pensar.
—Definitivamente no te recuerdo— Jimin midió cada una de sus palabras— ¿Cuál es tu nombre?
Hubo inseguridad en sus palabras, un sonido vacilante escapó con la pregunta, mientras que Jimin bajaba la mirada sin poder soportar los ojos de aquel chico fijamente sobre él.
Un silencio fue lo que obtuvo como respuesta y de pronto la figura del chico frente a él comenzó a desvanecerse, el aire corría por todo su cuerpo y se lo llevaba como cenizas, cuando encontró los ojos del desconocido nuevamente penetrando los suyos, sólo pudo escuchar el lejano y casi imperceptible sonido de su voz.
—Llámame Agus.
(...)
El sonido de su alarma le hizo despertar, la humedad de su cuerpo le hizo darse cuenta de que estaba sudando, lo suficiente como para haber empapado la cama, de su cabello grisáceo escurrió, mientras observaba el reloj de su celular, percatándose de que había despertado tarde.
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|•AWAKE•| →YoonMin←
Fanfiction|Debido al contenido explicito, Wattpad a puesto algunos capítulos privados, los cuales sólo podrás leer si me sigues.| "Tenía unos ojos pardos que encontraban mis más oscuros pensamientos, pero justo en ellos, cuando mi reflejo llegaba hasta sus pu...
