XI

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Que la ira no te controle

Scott

La noche de reunión de padres y profesores había concluido con decepciones de parte de algunos, orgullo por parte de otros y preocupación por parte de todos. Sin embargo, lo peor fue cuando al salir, un león de montaña alarmo a todos quienes empezaron a correr a sus autos para salir lo más rápido posible del estacionamiento, hiriendo al sheriff Stilinski en el proceso. El miedo se detuvo cuando un disparo sonó en el lugar y Chris Argent bajó el arma con la cual había asesinado al animal.

Scott, por su parte, aún alterado por el incidente siguió a su muy furiosa madre al auto, volteando a ver a Allison quien también estaba siendo regañada por sus padres. Sin embargo, ambos adolescentes se dieron una pequeña mirada junto con un asentimiento y en la noche, Scott visitó a Allison por su ventana.

Al salir, oyó un gruñido junto a un callejón entre las casa y se acercó confiando en que era Derek— ¿Derek?— lo llamó mirando a aquella sombra negra que estaba a unos metros de él. — Sé que dije que me alejaría, pero rompiste mi teléfono. Tenía que decirle porque no respondo. — no oye ninguna respuesta lo que provoca una sensación de alerta en su cuerpo. — ¿Derek?— su voz esta vez es más débil y sus piernas tiemblan cuando unos ojos rojos aparecen entre tanta oscuridad. No era Derek, era el alfa.

El alfa gruñe en su dirección y Scott sale corriendo sin pensarlo en dirección al auto. Sus manos tiemblan al abrir la puerta, una vez adentro coloca el seguro y se queda mirando en todas las direcciones deseando que se vaya y lo deje en paz. Sus ojos miran por el espejo retrovisor como la bestia camina en dirección a su ventana.

La ventana estaba empañada y por lo tanto no tenía una vista perfecta de lo que ocurría pero logro ver como con sus garras dibujaba algo parecido a un espiral antes de alzar el puño dispuesto a romper el vidrio de la ventana y tomar al beta cuando aparece otra figura y lo lanza a unos metros de distancia.

Scott abre la puerta rápidamente observando a su salvador que atacaba a punta de pistola y silenciador al alfa, Aaron Ainswort, el padre de Phoenix.

Descarga todo el cargador en el alfa y cuando se queda sin balas Scott teme por ambos cuando una figura cae tras el alfa, sus cabellos platinados atados en una coleta alta mientras dejaba ver unos ojos completamente negros con venas alrededor de ellos y colmillos, Gehenna Ainswort entraba en acción lanzándose contra el alfa atacando sus piernas para hacerlo caer.

Rápidamente el alfa se levanta y le lanza sus garras pero Gehenna logra esquivarlas antes de materializar una daga en una de sus manos y atacar con esta al alfa. El animal lanza un zarpazo que Gehenna esquiva agachándose y en su lugar aprovecha la ventaja y hace un tajo en el abdomen del animal quien aúlla adolorido antes de salir corriendo del lugar.

La calle queda en completo silencio siendo solamente interrumpida por la respiración acelerada de Scott.

— ¿Es él?— cuestiona Aaron apuntando levemente a Scott con el arma de manera inconsciente pero Scott lo tomo como una amenaza levantando las manos.

Gehenna lo mira cautelosa antes de asentir sin dejar de mirarlo con esos fríos ojos grises como la plata. — Puedo sentir su esencia modificada además el aura dorada lo rodea por completo, es él, él es el beta— afirma ignorando la mirada sorprendida de Scott.

Aaron asiente soltando un pequeño bufido antes de voltear hacia el ex novio de su hija— Es tarde y estoy seguro que Melissa no sabe que andas fuera, vuelve a casa Scott.

𝙍𝙀𝙎𝙄𝙇𝙄𝙀𝙉𝘾𝙄𝘼 || TEEN WOLF¹Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora