*PAUSA* Memorias 2da temporada (Tom Kaulitz FF)

Secretos de la Profesión 2

TAAAAAARDE

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Respiré profundamente, había despertado con la alarma de Tom, él se había ido al gimnasio temprano. Su nuevo rol como entrenador de un joven y poco conocido boxeador le exigía bastante; pero siempre que estaba en casa, estaba en casa. Me gustaba verlo seguir metido en lo suyo, me imaginaba que no podía ser fácil tener que retirarse tan pronto... todo por una lesión, pero sabía que lo había hecho por nosotras; su familia.

Él salió de la cama, dejándome con un beso en la mejilla y yo volví a dormir. Dando la vuelta en la cama y extendiendo los brazos y piernas en toda la cama, me quedé dormida por un par horas más, cuando mi alarma sonó.

Tom se había ido, pero yo tenía que darme una ducha y esperaba poder escribir unas cuantas páginas antes de que las niñas despertaran y Kat llegara.

Justamente me puse de pie cuando el llanto de una de las dos niñas resonó en el pasillo de arriba. Por comodidad me había quedado la habitación, escribiendo con la portátil sobre las piernas. Guardé mi trabajo y cerré la portátil para ir por las niñas, Olly estaba abajo, disfrutando de la tranquilidad de no ser perseguido por una bebé tambaleante y su hermana gemela.

"Si les hace falta un caballo, los dos siguiente en nacer serán de ellas", había comentado papá en su última visita, cuando se dio cuenta de que las niñas acosaban al perro en sus intentos por hacer que las llevara en el lomo.

Me reí con las niñas, Danny se había sujetado de la orilla de la cuna e intentaba escalar para salir mientras Hannah le aplaudía, un intento fallido de la primera provocó el llanto que yo había escuchado.

Alcé a las dos pequeñas y la rutina no fue muy distinta a la de los días anteriores. Kat llegó pronto y tras darle de desayunar a las niñas, recibí una llamada de mi hermano.

- ¿Bobo? – Contesté con las croquetas de Olly en las manos.

- ¿Torpe? – Me preguntó.

Sonreí al poner comida en el plato del perro, le acaricié la cabeza y volví a poner las croquetas en su sitio.

- ¿Vas a venir el fin de semana, eh?

- Sí... - Me dijo, - sobre eso, ¿no será problema? Di-di-digo por lo de...lo de tu amiga.

Mi hermano tartamudeo, al parecer entre mi familia Emilie era un tema de conversación, y por lo que veía, mi madre tal vez hiciera parecer las cosas más difíciles de lo que de por sí ya eran.

- No, - dije claramente, - en realidad creo que le alegraría que la visites.

Jonah y yo hablamos por unos minutos y arreglamos un par de cosas para su visita de fin de semana. Me cambié para ir a ver a Emilie y dejé a las niñas en casa. En la entrada de su casa, como era normal, no estaba el auto de Georg. Entré después de esperar un segundo a la puerta, adentro todo estaba tranquilo como siempre.

La única empleada de los Listing estaba haciendo la limpieza de la sala cuando yo llegué, así que tan solo me abrió la puerta y desapareció de nuevo para hacer su tarea, mientras tanto, la madre de Emilie bajó las escaleras y me saludó tan amablemente como todos los días.

- Hoy está pasándola mal. – Comentó...

Respiré profundo y la seguí por las escaleras para llegar a su habitación. Pasé por un pasillo repleto de fotografías de Georg y Emilie sonriéndose mutuamente o a la cámara.