7. Perseverante deseo.

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Manos unidas por un beso

7. Perseverante deseo

Pronto se celebraría un año más de creación política de la ciudad, y junto a ello, una serie de actividades relacionadas a festejar este acontecimiento tan importante.

Pero lo que él más esperaba ansiosamente era el gran Corso de la Amistad, un evento que se realizaba en el último día del cronograma de actividades por aniversario. El Corso de la Amistad consistía en un pasacalle donde desfilaban carros alegóricos, los cuales estaban decorados con coloridas telas y vistosos accesorios, en la parte más alta del carro iba una señorita muy bella, tan hermosa que al verla, inmediatamente podía gritar "¡Strike!"; también pasaban personas danzando, disfraces y bandas escolares, pero lo más importante de todo eran los dulces, regalos y... ¡más dulces!

¡Cómo amaba los corsos!

Desde que era niño, siempre sonó con poder ser partícipe del gran Corso de la Amistad, no obstante, nunca encontró una forma de hacerlo. Cuando ingresó al colegio, la posibilidad de cumplir su anhelado sueño se volvió muy cercana. Él tenía que ser parte de la banda del colegio, era la única forma. Sin embargo, su buena actitud y entusiasmo no fueron suficientes para convencer al profesor de música de aquel entonces, él le dijo que necesitaba talento para tocar un instrumento musical. Y fue así como su querido deseo se vio truncado, tan lejano que parecía imposible de alcanzar. Pero eso un impedimento para que lo volviera a intentar los siguientes años, aunque obtuviera la misma respuesta de siempre. Él sabía que lo lograría.

Este año tampoco fue la excepción, pero se sorprendió al saber que la preparatoria tenia banda, eso era algo que el viejo panda no le había comentado antes, tal vez para evitar que siguiera perdiendo el tiempo. Le reclamaría por haberle ocultado un dato tan importante como ese.

Al llegar a la preparatoria, vio el anuncio en el periódico mural de la institución, donde se daba a conocer que dentro de dos semanas se realizaría un casting para seleccionar a los nuevos miembros de la banda de Black Order. Sus ojos brillaron ante la buena nueva. Definitivamente, iría a inscribirse inmediatamente.

Los siguientes días los pasó practicando con su flauta, no la dejó para nada, tocando el instrumento musical en todo momento, incluso en la preparatoria. Porque la esperanza era lo último que se perdía y estaba seguro que esta vez sería aceptado.

Lenalee lo apoyó en su decisión y decidió ayudarlo. Ella tocaba bastante bien la flauta, él la elogió, diciendo que era muy talentosa, preguntándole la razón de por qué no iba al casting, seguramente sería aceptada sin dudar. Ella le respondió que no tenía interés por ahora, siendo la encargada de muchas responsabilidades.

Ambos se juntaron por las mañanas para practicar. A veces, siendo recibido cordialmente por Komui, el hermano mayor de Lenalee y el director académico de Black Order, quien les decía que lo más apropiado sería ensayar en la sala, un lugar donde él podría verlos claramente, Komui quería asegurarse que él no fuera un pulpo que le robaría a su preciada Lenalee.

Luego de las intensas sesiones de práctica durante una semana, el tan esperado día llegó. Sintió que toda la buena fortuna iba con él cuando Lenalee le dijo que esta vez saldría victorioso. Las audiciones se realizarían en hora de receso, era una lástima porque perdería la oportunidad de saber a dónde iba Yuu y de conocer a su misteriosa novia. Para cumplir los sueños se requerían de sacrificios, y este sería el suyo.

Con el mejor ánimo del mundo ingresó al salón de música, llevando consigo su adorada flauta, al parecer, ya había comenzado, siendo el último participante. Se sentó en una de las sillas, esperando a que llegara su turno, viendo y escuchando como los otros estudiantes daban el casting, solo unos pocos fueron aceptados, el resto tuvo que retirarse. El profesor de música se veía bastante dedicado y serio en cuanto a calificar y seleccionar a los estudiantes. Miró la flauta que tenía entre sus manos, faltaba un alumno más y sería su turno. La melodía dejó de sonar, finalmente, el momento tan esperado llegó.

Manos Unidas Por Un Beso [D. Gray-man]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora