11. Culpa

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Notas de autora:

Me estoy malacostumbrado a publicar los capítulos en domingo, cuando se suponía que debía publicarlos los sábados. ¿La razón? Esta semana he estado demasiado ocupada, apenas y tenia tiempo para sentarme en mi escritorio y escribir algo. Ahora es cuando empiezo a maldecir haber terminado el colegio ;-;

Dejando mi drama de lado. Aqui les dejo el capitulo, el cual fue escrito mientras comía panetón y galletas Soda con mermelada de fresa, mientras escuchaba "Caliente Caliente" de Raffaela Carrá(?)

Advertencias: AU, OoC (sorry, Kanda u.u), llanto, muerte, Yullen, más llanto.

Diclaimer: D.Gray -man pertenece a Hoshino Katsura

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Manos unidas por un beso

11. Culpa

Sintió un fuerte dolor en su cabeza. Un empalagoso olor entró en el lugar donde se encontraba, invadiendo sus fosas nasales. Abrió los ojos, encontrándose en su propia habitación, se sintió confundido. Intentó sentarse, pero el malestar corporal lo obligó a recostarse nuevamente. Luego de varios intentos, por fin pudo lograrlo.

Se vio a sí mismo, había estado recostado sobre las sábanas de la cama, no adentro. La ropa que llevaba puesta no era la que normalmente usaba para estar en casa, era ropa para salir. Con pesadez bajó de la cama, dándose cuenta que tenía los zapatos puestos, también. Fue hasta quedar frente el espejo que tenía el armario, aquel de cuerpo completo.

Un hematoma en su brazo llamó su atención, no era muy grande, pero si lo suficiente visble como para cubrir la mayor parte de su antebrazo. Tocó la zona afectada, causando que sus actos reflejos actuaran inmediatamente, haciendo que su mano se alejara. Dolía.

¿Qué había pasado?

A penas tenia vagos recuerdos de haber estado en el corso con su padre y Alma. El más grande y bonito carro alegórico se encontraba pasando frente a ellos, Alma preguntándole si regalarían tarros de mayonesa. Luego, todo se salió de control...

¡Yuu! ¡Cuidado!

Salió apresuradamente de su cuarto, buscando a su padre.

Lo último que recordaba era haber terminado fuera del límite permitido para los espectadores del corso, el fuerte sonido de una bocina y aquellos gritos que lo llamaban, para finalmente perder el conocimiento.

El dulce y molesto aroma fue el que lo guió hasta donde se encontraba su padre. En la cocina. Lo encontró sentado en una de las sillas, tomando con suma tranquilidad una caliente bebida. El empalagoso olor inundaba la habitación, en la mesa se hallaba una transparente jarra contenedora de un líquido amarillo verdoso, esta era la fuente del olor. Reconoció inmediatamente la humeante bebida, era la receta especial de infusión de hierbas endulzada con miel, algo utilizado por su padre para mantener la calma ante situaciones desesperadas.

Todo aquello le dio mala espina.

-¿Dónde está Alma? -preguntó sin más, olvidándose de dar los buenos días primero.

Trató de ocultar esa incomoda sensación que poco a poco iba creciendo dentro suyo, aquella que le hacía sentir un molesto nudo en la garganta.

Su padre tampoco titubeó en ningún momento al decir lo que tanto quería saber.

-Alma está en el hospital.

Entonces, lo comprendió todo.

En un intento desesperado de último momento, Alma había logrado quitarlo del camino, poniéndolo fuera de peligro. Sin embargo, no tuvo tiempo de salvarse a sí mismo. Ahora se encontraba asumiendo la responsabilidad de sus inconscientes actos... en el hospital.

Manos Unidas Por Un Beso [D. Gray-man]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora