Ocho.

1K 210 11
                                    

Azul Tiffany
Sustantivo
Denominación de un color azul claro, aturquesado y específico
----------------------------------------------

Michael se sentó dentro de la cafetería llena de gente. Entraban para comprar alguna bebida y se iban tan pronto como la recibían. Michael no entendía cómo la mayoría de la gente de Nueva York que había visto parecían nunca descansar. Parecían nunca sentarse y disfrutar su comida o apreciar lo que estaba alrededor de ellos.

Tomó un sorbo de su latte y miró hacia la ventana del lugar. Podía ver Central Park desde su asiento y eso le recordaba que debía ir ahí pronto y explorar. Preferiblemente antes del invierno.

El sonido de su teléfono lo saco de sus pensamientos. Miró al identificador de llamadas y sonrió. "¡Hola, mamá!"

"Hola, cariño. ¿Como has estado? ¿Qué tal la escuela? No he oído sobre ti hace algún tiempo."

"Estoy bien, mi apartamento aún necesita algo de arreglos." Michael rió, tomando su bebida y tomando un sorbo de ésta. "Las clases van bien. Mis profesores son agradables, su deporte favorito es mandarnos tarea, pero realmente amo el ambiente de aquí más que nada. Es asombroso, realmente impresionante."

"Es bueno por eso. Nos ayudará a tu padre y a mí a dormir mejor sabiendo que nuestro bebé está a salvo y disfrutando la vida. ¿Has hecho algún amigo?" Michael oyó la esperanza en su voz, sabiendo que no le gustaría oír que había pasado un mes y nadie había hecho el más mínimo esfuerzo por entablar una conversación con él. Era sólo el chico que aún no podía ver el color, que aún no había conocido a su alma gemela. Era como la preparatoria de nuevo.

"Um, aún no." Dijo Michael. "No he tenido mucho... tiempo." Mintió, sabiendo que se preocuparía más por él. "Ya sabes, un montón de tarea... no me queda mucho tiempo libre."

"Con suerte encontraras algún tiempo. No quiero que estés solo allá." Michael se hundió en su asiento, agitando el resto del latte que ya no se veía apetitoso. Habló con su mamá un rato más antes de decirle que debía irse.

Miró hacia la ventana por unos cuantos minutos más, cuando de pronto un fuerte dolor de cabeza lo atacó, haciendo que su cabeza diera vueltas y un inexplicable dolor apareciera y desapareciera tan rápido como había llegado. Lo que realmente extrañó a Michael fueron los puntos repentinos –de lo que podía haber sido color– en su visión, haciéndolo saltar del asiento y mirar hacia la blanca pared frente a él, parpadeando rápidamente mientras desaparecían. No sabía lo que estaba pasando.

Dejó el café después de lo ocurrido, y salió corriendo por las congestionadas calles de Nueva York hacia su casa esperando llegar por si algo así pasaba de nuevo.

Shades Of Blue :: mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora