DaeJae- Love is Pain

FINAL

YoungJae:

En la mañana después de desayunar, DaeHyun se fue a trabajar, era muy raro saber que trabajaba. Tras la plática que habíamos tenido estaba claro que de ninguna manera me permitirá trabajar, yo entraría a la academia de música, ya no para ser cantante solo para tener algo que hacer durante el día, y que mejor que haciendo lo que realmente me gustaba. 

Me sentía extraño y solo en esa enorme casa. No había ningún ruido, solo éramos los empleados y yo. Me dio miedo, coloqué el seguro encerrándome en la habitación y puse videos de música en la tv para sentirme acompañado.
Honestamente no quería vivir ahí y menos con sus papás rodeándonos pero tampoco quería ser grosero con DaeHyun y decirle que me desagradaba.

En la tarde me dio mucha hambre, bajé para preguntar si podía tomar algo de la cocina, no me dejaron entrar, me dijeron amablemente que esperará afuera. Ellos me prepararon algo y me atendieron como nunca me habían atendido a la hora de comer. Cuando terminé esa exquisita comida, les agradecí y los felicité. Luego de eso subí a la habitación y volví a hacer lo mismo, no había nada divertido en la tv, o bueno, algo que entendiera. Así que me puse a enviarles mensajes a mis amigos, tardaban en responder pero platicar con ellos me sirvió de entretenimiento. Me daba flojera el solo pensar que tenía que hacer trámites legales para poder legalizar mi estancia aquí.

Más tarde miré mi maleta, cierto, tenía que desempacar.

Tocaron la puerta.

-¿YoungJae? -escuché la voz de DaeHyun, de inmediato sonreí y fui rápido a abrir.

-DaeHyun -lo abracé. Solo habían sido horas pero a mí me parecieron siglos, no podía creer lo acostumbrado que estaba a escucharlo y verlo. En serio, me sería difícil acoplarme a una nueva rutina.

-Te extrañé mucho.

-Ow, Jae, ¿En serio? –afirmé con la cabeza-, yo también -me dio un corto beso en los labios-, pero ¿Por qué te encierras?

-Por seguridad.

-¿Qué? Esta casa es segura -comentó con un poco de burla-. ¿Que hacías?

-Estaba viendo la tele y ahorita iba a desempacar.

-No, guarda tus cosas, hoy te llevaré a otro lugar. 

-¿De verdad? -sonreí más que alegre-¡Qué bueno!... Ddigo, no es que me desagrade esta casa, es linda pero...

-No te preocupes, entiendo perfectamente, amor.

-¿Entonces nos iremos ya?

-No, será en la noche, ahora tengo que regresar a la empresa. Solo vine porque quería verte un momento.

-Pensé que ya te quedarías haciéndome compañía.

-Si por mi fuera me quedaría aquí pero tengo cosas que hacer, solo es mi descanso, iré a comer, por cierto ¿Ya comiste? 

-Sí, pero puedo acompañarte.

-Lo que pasa es que no comeré aquí. Compraré algo por ahí y luego iré directo a una reunión que convocó mi padre. 

-Está bien.

-Bueno, Jae -me dio un beso-, ya me voy, entonces más tarde pasaré por ti así que ponte más lindo de lo que ya eres, vendré a las 7.

Uf, ¿Qué haría por más tiempo solo en esa enorme casa? No quería que viniera tan tarde por mí, de hecho era molesto pero debería dejar los caprichos y entender que las cosas no siempre se harían como yo dijera.

-Sí, te esperaré.

-Vale -acarició mi mejilla-, nos vemos más tarde.

-Sí, oye -se detuvo y me miró esperando a que hablara-. ¿Al menos hoy sí haremos -mordí mi labio-... Ya sabes.