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|Epilogo.|

(...)

Jimin caminó con la cabeza baja, observando sus zapatos de charol brillando y resonando cuando daba un paso y la suela chocaba contra el suelo de la iglesia. Tenía la atención de las personas a sus espaldas, una cantidad poco considerable le acompañaba en los momentos más destrozos de su vida. NamJoon, Jin, HoSeok y Taehyung le observaban, mientras que sus padres, rotos en llanto después de haberse enterado de la situación, decidieron acompañar a su hijo en la etapa más dolorosa de su vida. 

Subió hasta el podium después de que el sacerdote terminase de hablar. No estaba preparado, ni siquiera sabía que era lo que iba a decir, mucho menos consideraba que sería capaz de hablar sin terminar llorando nuevamente. Pasó saliva cuando estuvo frente a todos sus amigos y familiares, hubo un presión en su pecho en ese momento, su sangre se drenó lentamente y respiró con dificultad. 

—Min YoonGi era mi pareja— Su voz se cortó, mientras elevaba la cabeza para contener las lágrimas y lamía sus labios para recuperar el aliento— Muchos dirían que estar aquí es un desperdicio o que él ni siquiera merecía tener el amor de todas estas personas; incluyendo el mío. Sin embargo... esas personas no conocían al Min YoonGi que yo conocí— Suspiró y un puchero se formó en sus labios. Bajó la mirada para evitar la evidencia de su dolor— Él siempre despertaba todas las mañanas con un café en manos, decía que eso le daba energías. Pasaban los días y siempre, cada mañana que convivimos juntos, le observaba tomando la misma tasa de café— Hizo una pausa para poder recuperar la normalidad en su quebrantada voz y miró a todos en el lugar. 

Su madre lloraba sobre el hombro de su padre al verle ahí, su hijo sufría y eso acarreaba su temperamento nostálgico. Aquellas personas ahora eran el único apoyo que les quedaba después de haber perdido a su mayor soporte, sintió su corazón dando un vuelco cuando observó el ataúd que se encontraba a su costado. 

—Una mañana, él despertó sin aquella tasa de café característica de su monótono cotidiano. Fue una sorpresa para mí, es decir, YoonGi siempre tomaba aquel líquido, así que le pregunté "¿Por qué no estas tomando café hoy?"— Una lágrima resbaló por su mejilla lentamente y Jimin desvió la mirada de todos los espectadores sólo para no exponer su debilidad— Él respondió que el motivo por el cual siempre tomaba café sin crema, era porque le daba las energías suficientes para seguir con su día a día, pero que en ese momento, ya había encontrado algo que no sólo le diese las energías suficientes para asalir adelante cada día, sino también, un motivo por el cual ver hacia el frente— Bajó el micrófono y cubrió su rostro con ambas manos, rompiéndose frente a todos. 

Un gran silencio provocó su llanto, mientras que pacientemente y con todo el respeto las personas cubiertas de negro, acompañaban la sensación pulverizante que transmitía Jimin. El pelinegro limpió las lágrimas, sus ojos repentinamente se habían puesto rojos y sus labios no dejaban de temblar. 

—Dijo que yo era la razón por la que ya no necesitaba nada más que le motivara, porque estando conmigo podía ser todo lo que siempre había deseado, todo lo que había escondido para el resto del mundo— Sorbió los mocos y tomó una larga respiración— Min YoonGi podía ser una persona testaruda, con un carácter fuerte e inquebrantable, pero tenía el corazón más noble del mundo... y era mío.

Un nudo se formó en su garganta, impidiéndole articular una palabra más. Cerró los ojos con fuerza, deseando en el fondo que todo fuese un sueño. Tenía la fantasía de que Min YoonGi despertaría en el último momento y se lanzaría a sus brazos como siempre lo hacía, pero cuando volvió a abrir los ojos y el ataúd mantuvo a un demacrado YoonGi dentro de él, todas sus esperanzas se esfumaron. 

—Min YoonGi fue el error más hermoso que llegó a mi vida y estoy seguro que entre todo el problema existencial que resultaba ser su vida, aún dentro de él había un hombre frágil y que necesitaba de un poco de fe para dejar de creer que no merecía ser amado— Jimin formó un puño con su mano izquierda y se armó de valor— Y siempre estaré agradecido porque él me dejó ser la esperanza que le faltaba. Min YoonGi no está muerto para mí, sigue aquí— Apuntó a su corazón— Firme y atado a mí, porque cuando sea mi turno de partir, nos volveremos a encontrar y todo lo que no pude darle en vida, se lo daré en muerte.

|FIN.|

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Dejen lloro;-; esto ha terminado. 

Aún no lo puedo creer, voy a llorar mucho, incluso lloré cuando estaba escribiendo esta parte y sinceramente no puedo superarlo. 

Quizá no sea un final digno de un Novel o todo eso, pero me esforcé por escribirlo;-; 

No quiero extenderme mucho porque sino terminaré dando mis agradecimientos y eso aún no toca, aún falta el final alternativo, así que estén preparadas. 

No sé que más decir, ando muy marica que ya se me fue todo lo que tenía en mente;-; sólo sé que no puedo creer que ya haya terminado mi primer fic yaoi y que gracias a ustedes obtuvo mucho amor:c 

Iré a encerrarme en mi habitación a llorar como marica, espero que les haya gustado y resumiré todo a que ojalá las vea en mis otras obras y recuerden esta con mucho cariño si lo desean. 

Este no es el final para nosotras, así que no hay que ponernos tan sentimentales aún -justificación para dejar el llanto para cuando suba los agradecimientos-

Las amo, muchas gracias si han llegado hasta aquí♥ 

Nos leemos pronto;-;♥