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16°

Min YoonGi apretó la mandíbula, mientras sentía sus manos hormigueando. Estaba seguro de que probablemente estaba a punto de cometer una locura. Tenía unas inmensas de borrar aquella sonrisa arrogante que JungKook tenía en el rostro.
Jimin limpió su boca con un extremo de su remera y se reincorporó, aún con su ebriedad, aunque quizá se sentía un poco mejor.

— ¿Te sientes bien?— YoonGi le observó preocupado y acunó el rostro pálido de Jimin entre sus blancas manos.

—Hablas como si eso te importara.

Jimin alejó bruscamente las manos del peliplata. A pesar de todo, incluso aún en su estado poco razonable, Jimin seguía recordando la razón por la que se encontraba de ese modo. A esas alturas, sabía que si se atrevió a cuestionarlo, fue porque el alcohol le había hecho tomar valor.

—Por supuesto que me importa— YoonGi funcio el ceño— Jimin, tu me importas.

Los ojos del platinado intentaron encontrar la mirada perdida del pelinegro, pero no encontró nada.

—Sabes que eso no es verdad. Si te importara al menos un poco, estarías conmigo y yo no habría terminado así.

Eso le dejó perplejo. En el fondo YoonGi sintió su corazón haciéndose pequeño, tuvo un estrujon. Se dio cuenta entonces de que Jimin realmente estaba mal, al igual que él.

—Bueno, si nos disculpas— Kook habló y los interrumpió. Tomando a Jimin del brazo y jalandolo— Jiminnie y yo tenemos planes. Lamentamos haberte interrumpido.

Los sentidos de YoonGi se encendieron. Había estado controlando toda su rabia porque sabía perfectamente que no valía la pena iniciar una pelea con alguien tan estúpido como Jeon JungKook.
Pero sabía que si ese castaño seguía rentandolo, no podría contenerse.

—Oh, ¿en serio?— La voz de YoonGi salió mutilada— ¿Qué planeas?... ¿Meter tú pene en su trasero?

La arrogante sonrisa volvió al rostro del chico. Cuando en su mirada vio el deseo, encontró todas las intenciones que escondía. El sólo hecho de imaginar a alguien tocando de cualquier manera a Jimin, le hizo enfurecer.

—En realidad, espero que él meta su pene en mi trasero— Enfatizó.

Entonces en ese momento, cuando la mirada de YoonGi oscureció, JungKook dio un paso atrás. Las palmas de las manos del platinado sudaron y cuando se percató de la presión que estaba ejerciendo en ellas, sólo pudo sentir su rabia más fuerte que antes.

—Lo único que tendrás en tu trasero será un golpe— YoonGi se acercó a él amenazante— Así que por tu propio bien, aléjate de Jimin.

JungKook soltó el brazo del pelinegro, pero no precisamente por la amenaza. Arremango su sueter y dejó en evidencia su brazos marcados. Quizá no tan marcados como los músculos de Jimin, pero sí más que los de YoonGi.

—Obligame a hacerlo.

La voz retadora de Kook perforó los oidos del chico. Estaba retandolo y esa era una de las cosas que odiaba.
Entonces, encontró la mirada de Jimin, con su piel palida y sus ojos enrojecidos, no podía ni imaginar que habría pasado si él no les hubiese escuchado.
Quizá a esas alturas ambos estarían desnudos, llegando a un orgasmo e incluso, tuvo miedo cuando pensó que tal vez Jimin se olvidaría de él.

Se sintió culpable, como nunca antes lo había hecho. La idea se presentó cuando la conclusión que tomó le llevó a lo que intentaba evitar; destruir a Park Jimin, pero al final de cuentas, el alcohol que había consumido no demostraba que la decisión que había tomado llevara mucho a favor.