La hija de la naturaleza

El pobre chico no se entera de nada [NO CORREGIDO]

June's Pov
En el desayuno el ambiente había estado bastante tenso. Kira evitaba la mirada de Nick y Michael todo lo contrario, sus ojos le estaban mandando rayos al pelirrojo. Por otro lado, Nick tenía la nariz hinchada pero tenía una expresión de arrogancia extrema.

La noche anterior había ocurrido algo de lo que no me había enterado. Estaba segura.

Y no me gustaba no saber que había pasado.

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Kira y yo caminábamos por el centro de la ciudad, esperando encontrarnos casualmente a Kremanus en una esquina. Tal vez no era el mejor plan, pero era el único que se nos había ocurrido.

Frené en una vidriera, para examinarla.

-¿Encontraste algo?- preguntó Kira, corriendo hacia mí.

Me acerqué un poco más al vidrio.

-Acabo de encontrar las mejores botas de la historia.- dije.

Kira resopló y yo no me inmuté. En serio, las botas eran preciosas. Negras, con tacón y hasta la rodilla. Me encantaban.

-Tengo que tenerlas.- exclamé y me encaminé hacia el interior de la puerta.

Kira me tomó del codo y me arrastró lejos del lugar.

-Por si no lo recuerdas, tenemos un mundo por salvar, así que sigue caminando.

Puse los ojos en blanco y me solté de su agarre, pero seguí caminando detrás de ella.

No entendía, ¿en qué le afectaba que comprara unas botas?

Seguimos caminando por el centro por una hora sin encontrar nada. Ninguna señal de Kremanus. Me hubiera comprado esas botas en vez de caminar para no encontrar nada.

Nos sentamos a comer en un pequeño bar. Estaba devorando mis papas cuando me fijé en un chico de la mesa de enfrente. Tenía el cabello rubio y los ojos celestes, estaba tomando un vaso de Coca Cola y examinaba un mapa. Lo observé mejor, era bastante guapo.

-Kira, mira.- le hice un gesto con la cabeza hacia el chico- Le voy a hablar, tal vez es alguien que está con Kremanus. Y además es lindo.

Kira bufó.

-Ya me parecía que...- se quedó muda en cuanto lo vio.

-Bueno, sé que es lindo, pero no para tanto.- dije.

-June.- Kira tenía los ojos muy abiertos.- Ese es Theo. Mi hermano.

Me ruboricé y volví a sentarme, aplastándome contra la silla.

-Eso... esto es raro.- dije, incómoda.

Kira se levantó de su silla, dejando unos billetes sobre la mesa y me tomó del brazo.

-Vámonos.-susurró y me arrastró hacia la puerta.

Salimos y doblamos en una esquina. Kira se detuvo.

-¿Qué...- pasó sus manos por su cara.

Sacudió la cabeza y me miró.

-Tenemos que irnos. No quiero que él también se involucre en esto, es demasiado que explicar y es muy peligroso.- asomó la cabeza por la esquina y me hizo una seña- Vamos.

Corrimos por la acera, pero cuando estábamos por dejar atrás el bar, el rubio salió por la puerta. Kira, que iba adelante, frenó de golpe y saltó hacia un costado, para luego agacharse y quedar escondida detrás de una maceta. Yo maldije e intenté hacer lo mismo, pero venía demasiado rápido y choqué contra el chico. Caímos al suelo, el rubio cayó sentado y yo igual. Intentando recuperar mi dignidad, que había quedado debajo de mi trasero, aplastada y destrozada, me levanté rápidamente, tomé mi mochila y me dispuse a alejarme de allí lo más rápido posible.