“La que nunca te falla”, dijo la persona que antes te abandonó como si nada hubiera sucedido entre los dos, como si fuerais unos simples conocidos queriendo dejar de conocerse y ser capaces de olvidarse el uno del otro en tan solo una noche, o un sueño.
“La que nunca te falla”, dijo la persona que, cuando te ve, es hasta incapaz de saludarte, pese a que quería hacer y perder muchas cosas contigo.
“La que nunca te falla”, le dijo a otra chica que no había sufrido por él ni la mitad que tú.
Y, tú, ¿tú realmente le fallaste? Estoy casi segura de que no, pero es así de imbécil e incapaz de reconocer que se equivocó de persona al decirlo.
ESTÁS LEYENDO
Memorias de un corazón.
Short StoryBienvenidos al lugar más profundo de mi mente. Porque, si estáis aquí, supongo que será porque sentís que vuestro corazón tiene recuerdos, que cada pulsación no solo hace que la sangre recorra vuestro cuerpo, sino que tiene algo más. Y también supo...