Ganar o perderlo todo, como si fuera una partida de póker en la que lo único que te juegas son unas cuantas fichas. Una de esas partidas en las que se suele decir que a veces se gana y, a veces, se pierde. Pero para mí esos a veces no existen. Solo se hacen presencia un nunca y un siempre, en ese orden, que me acaban jodiendo.
Y es que no sé cómo me las arreglo para perder de continuo. Tal vez sea porque tiro los dados y apuesto siempre al trece. O porque, simplemente, no sé jugar al póker —y como digo las cartas, me refiero al amor, a las cosas que implican al corazón y la razón, porque no sé qué medida poner de ambas.
Y creo que la vida es así, como un juego en el que todo se resume en una cosa:
Ganar o perderlo todo.
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Memorias de un corazón.
Short StoryBienvenidos al lugar más profundo de mi mente. Porque, si estáis aquí, supongo que será porque sentís que vuestro corazón tiene recuerdos, que cada pulsación no solo hace que la sangre recorra vuestro cuerpo, sino que tiene algo más. Y también supo...
