Un Golpe De Suerte (Tú X BTS)

Capítulo 31: Momento deseado pero inesperado

Con el paso del tiempo, practicábamos más los bailes y el canto, al punto de sacar un potencial desconocido para mí.

El día antes del concierto llegó y mis nervios se activaron al cien desde el momento en que me desperté en la mañana.

Bajé a la cocina y me preparé un té calmante, pero no me hizo efecto.

-Debes relajarte, cariño, es malo estar tan nerviosa. -Me decía mi madre.

-Lo sé, mamá, hago el intento, pero algo me dice que mañana ocurrirá algo y no puedo tranquilizarme...

-Verás que todo sale bien. -Dijo cogiéndome de la mano.

Fui a darme una ducha con sales minerales por si así podía relajarme un poco.

Me sumergí en el agua hasta el cuello y traté de no pensar en lo que se me venía encima.

-Hoy también hay práctica... Tendré que bañarme de nuevo cuando llegue. -Susurré.

En ese momento, recordé el suave tacto de Jimin recorriendo mi cuerpo.

"Ahora no, por favor" le pedí a mi cerebro.

Me sumergí un poco más en el agua a la misma vez que lo hacía en mis pensamientos.

Los celos de Suga, los besos de Jungkook, la ternura oculta de Rap Monster, la inocencia no tan inocente de V, la seriedad de Jin y la dulzura de Jimin recorrían todo mi ser.

Acabé inundada por todos ellos y comencé a decidirme por uno.

"Creo, creo que lo elegiré a él... Ahora... ¿Cómo se lo digo? ¿Cómo hago para que los demás no se enfaden?"

-Tendré que pensarlo también -Susurré volviendo a la realidad.

En ese momento, sentí que me convertía en pez por estar en el agua tanto tiempo, así que decidí salir.

Enrollé una toalla en mi y me miré en el espejo, seria.

-¿Qué tengo de especial para que tenga a los chicos así? -Pregunté en un susurro.

-Cariño, ¿estás bien? Llevas mucho tiempo ahí dentro -Dijo mi madre golpeando la puerta y sorprendiéndome.

-¡Estoy bien! ¡Ahora salgo!

Me sequé, me vestí y salí corriendo para no preocupar más a mi madre.

Una vez que me vio bien, se alejó comunicándome que el almuerzo estaba casi listo.

Salió de la habitación dejándome sola y yo me tiré de plancha sobre la cama.

Abracé mi almohada y la mordí tan fuerte que mis dientes superiores chocaron con los inferiores.

Respiré hondo y solté la almohada para dejar que un suspiro saliera de mi boca.

-Relájate, no vas a conseguir nada poniéndote histérica -Dijo una voz desde mi puerta.

-¡¿Mika?! ¿Qué haces aquí? -Pregunté exaltada.

-Tu madre me ha invitado a comer. Me ha dicho que no estabas muy bien, que necesitabas compañía y una buena charla -Me explicó.

-Pues creo que tiene razón... Pero antes, vamos a almorzar, que ya está casi lista.

-Me parece perfecto. No se pueden hacer buenas decisiones con el estómago vacío -Dijo con una sonrisa.

Las dos bajamos mientras mi madre apartaba la comida y la ponía en la mesa.

-Justo iba a llamaros -Dijo cuando nos vio llegar.