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Jos

Las clases han terminado y el frío no se ha hecho esperar, cuanto me gustaría ir a casa y acurrucarme entre las sabanas mientras veo un buen programa de televisión, pero desafortunadamente aquello no se cumplirá de inmediato pues pertenezco al equipo fútbol soccer, el cual nos obliga a entrenar tres días por semana, ¡santo universo!, como desearía ser un cerdito que solo come, duerme y es feliz, muy feliz.

Suspiro, espero en mi otra vida reencarnar como un cerdo.

— ¿Cómo es tu chica ideal, Alonso? —pregunto mientras estiramos.

He de admitir que en un principio me acerqué a Emma para llevar a cabo este trato que me parece una increíble idea, no voy a negar que en un principio su rechazo me estresó, pero desde aquel incidente en su habitación y tres días después de meditación decidí solicitar su ayuda, además esta mañana me dí cuenta de la sorprendente química que tenemos y lo bien que se siente cuando nuestros cuerpos entran en contacto aunque sea con el más mínimo roce; nuestras energías son bastante compatibles diría mi madre, así que, Alonso es bastante suertudo por gustarle a esta chica.

— Jos si estás enamorado de mí solo debes decirlo, no hacer este tipo de indirectas —me da un ligero empujón mientras sonríe burlon.

— ¡Ja! Desearías tener algún chance conmigo, maldita rubia —reímos—. Solo era una pregunta, ¿crees que al encontrar a tu chica ideal ésta se convierta en el amor de tu vida?

— Soy fiel creyente que en esta vida, muchas veces, es más fácil encontrar a tu alma gemela..., o a tu chica ideal como dices tú —toma asiento en el césped para estirar sus piernas. Lo imito—, y creo que el amor sobrepasa todo ese estereotipo que te creas y simplemente sucede con quien menos lo esperas, sé que es un sentimiento intenso pero no sabría describirlo pues aún no me he perdido de esa manera por alguien; sin embargo, también creo que sería fantástico que tu alma gemela y el amor de tu vida fuera la misma persona, ¿acaso encontraste a alguna de las dos?

— No, no, creo que aún no —digo con honestidad—. Fernanda es hermosa con una personalidad increíble que la hace aún más atractiva, solo un idiota no podría notarlo, pero en nuestra relación siempre faltó algo ¿sabes? Obvio me gusta y me gustaba demasiado pero creo que jamás logré enamorarme de ella porque todo siempre fue tan monótono, fácil, simple, común... Y cuando terminó conmigo con el famoso «no eres tú, soy yo» me enojé tanto conmigo porque sabía perfectamente que la culpa era mía, y después llega Fernando a decirme lo mal que ha estado su hermana y, yo, simplemente no puedo no sentirme culpable.

— ¿Pero aún te gusta, aún sientes algo por ella? —interroga mi amigo.

— Por supuesto, aún hay una chispa entre nosotros —digo, aunque en realidad parece que estoy tratando de convencerme.

Me despido del equipo y salgo del instituto con destino a la parada del autobús el cual no tarda en pasar, saludo cordialmente y muestro mi carnet estudiantil al conductor quien me mira molesto, “¿Es una broma?” dice, sonrío, no tengo idea de lo que está pasando hasta que el señor me muestra el rostro de quien está en la credencial, me disculpo apenado y tardo cuestión de segundos para sacar la tarjeta correcta; tomo asiento y miro el carnet estudiantil de Emma (el cual olvidé devolver esta mañana), me doy cuenta de lo corto que es su nombre y observo la pequeña foto en donde la protagonista es su contagiadora sonrisa, Emma es muy bonita: sus facciones son inocentes y sus ojos están llenos de brillo, es una pena que no se de cuenta de lo preciosa que es.

AMOR X ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora