「9」

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Eran alrededor de las 9:30 de la noche, un Natsu cansado y totalmente sin energías abría la puerta de su hogar, donde lo esperaba su querido esposa y su princesita. Recuperó los ánimos al recordar la pequeña carita que pondría su pequeña.

—¡Ya llegue!— aviso abriendo la puerta y se quedo estático ahí mismo, la luz de la entrada estaba apagada y no había señales de que estuvieran ahí Lucy y Nashi.

—¿Hay alguien?— preguntó levantando un poco el tono de voz, se quitó los zapatos y dejo caer las llaves en la mesita de centro de ahí. Entro a la sala y sólo estaba encendida esta luz, las demás estaban totalmente apagadas, se asomó por las escaleras y no se escuchaba ningún ruido. Suspiro pesado y se resignó a sentarse al gran sofa, se dejo caer a este y revisó lo que había en la mesa de centro. Un directorio de la ciudad y algunos papelitos con números telefónicos anotados a este.

—¿El número de Gray?— se preguntó tomando el pequeño pedazo de papel, sacó su teléfono y se dio cuenta que tenía más de 120 llamadas  perdidas. —¡¿Que rayos?!

Revisó todas y la mayoría eran de Lucy y otras de Gray, no se dio cuenta porque tenía su celular en silencio. Se frusto a si mismo por ser tan idiota y se levantó del sofá, agarrándose su cabello con fuerza, busco a Lucy y le marco. Espero...Y...

—¿Lucy? ¿Donde es—

¡¿Donde estas Natsu?!— la interrumpió Lucy con una voz desesperada y se cortaba.

—¿Que sucede? Perdón por no contestar, había dejado mi teléfono en silencio.

¡No importa, me alegro que por fin contestes! P-pero...— hizo una pequeña pausa y se escuchó un sollozó por parte de ella.

—Lucy, dime dónde estás, iré de inmediato— le dijo Natsu a Lucy, tomó las llaves y salió de la casa, trotando y a la vez de que Lucy le decia donde estaba —Bien, ya estoy en camino, espera por mi— dicho esto, colgó y empezó a correr hacia la agencia de policía. Ahí es donde estaba ella y Gray, junto con Juvia.

Mientras tanto...

—E-esa voz...— se volteo aún tembloroso y sudando frío, sus ojos mas abiertos que nunca y su corazón que latia a mil por hora.

Hola, pequeño Ryū...— decia la voz que le sonaba familiar a su padre, Ryū aún más aterrado y asombrado, se dejo caer al suelo y se cubrió el rostro con sus brazos, haciendo una forma de escudo. Una neblina densa combinada con algo de calor, comenzó a acumularse en la habitación. Ryū apretó más sus ojos y aún temblaba del terror, los pasos que venían hacia Ryū se hacían más fuertes, hasta que se detuvo al estar frente al pequeño.

—¡P-por favor d-dejame s-salir...!— sollozaba Ryū con su respiración acelerada, que le dificultaba hablar bien.

Jamas podrás salir de este lugar, nunca más...— sonreia el demonio frente a Ryū, se agachó para estar a la altura de él, con una mano agarró los brazos de Ryū y los puso atrás de su cabeza contra la puerta. Entonces, por reflejo, le dio una patada en el mentón, haciendo que soltara sus brazos, rápidamente se levantó y corrio hacia la ventana, tenía intenciones de saltar desde ahí y salir huyendo ese era su plan. Sin embargo, sus planes fueron aruinados por una gran llama de fuego en la ventana, observo las demás y también empezaron a incendiarse.

¡Kajajaja, tienes muchas agallas mocoso!— se carcajeaba malévolo el demonio, Ryū se giro a verlo.

—¡¿Quien demonios eres?! ¡¿Porque tienes la voz de mi papá?! ¡¿Que rayos fue lo que te hice?!— gritaba el pequeño rubio aterrado, apretó sus puños y fijaba su mirada hacia el demonio.

El Regreso...[Angst] //2da Temporada//Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora