Capítulo 5.

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-¿A dónde vamos a cenar?- pregunto Arianna y al escucharla, de inmediato reaccionó.

Ella aún sentía la mirada de el, pero no le tomaba importancia.-Primero vamos a cenar y luego a tomar algo, ¿te parece?

Le pregunto sin poderle quitar aun la mirada de encima.

-Claro.

Arturo fue a abrirle la puerta del auto, ella solo sonrió y tomo asiento. Tomo una bocanada grande, aunque no lo aparentaba si estaba nerviosa.

-Gracias por mi auto, creo que ya puedes confiar en que no saldré huyendo.

El sonrió negando con la cabeza.-En la cena te las entrego.

-Por cierto, ¿Cómo supiste mi numero de celular?- ella lo miro intrigada.

-Es secreto, tal ves estas acostumbrada a recibir alagos, pero esta noche te ves hermosa.

Quito un momento la mirada del frente y la miro, pudo notar un leve sonrojo en ella.

-Supongo que gracias.

Ese hombre estaba logrando el objetivo, ahora si estaba mas nerviosa que al principio. Llegaron rato después a un restaurante que ella aun no conocía, por fuera se veía demasiado elegante.

-Ahora te abro la puerta.

Ella negó con la cabeza y sin esperarlo bajo del auto.-No estoy acostumbrada a tantas atenciones.

Tomo su bolsa en mano, el le coloco la mano en su cintura.

-Reservación para el señor Álvarez.-él solo asintió.- Acompáñenme por favor.

Arianna admiraba el lugar, se veía que ese restaurante apenas era reciente, era muy sofisticado. Iban pasando por las mesas y notaba varias miradas encima, sintió como Arturo la apretaba mas de la cintura.

-Ahora mismo les traemos la cartilla, ¿Algo en especial que quieran tomar?.

Ambos se quedaron mirando.-¿Quieres pedir tu?- el le pregunto.

-Lo que elijas estará bien para mi.-Aun se mantenían uno a lado del otro.

Recorrió la silla de ella y se sentó, segundos después el hizo lo mismo.

-Que lugar tan bonito, es reciente ¿Verdad?

-Si, hace unas cuantas semanas lo terminaron.

Un silencio incomodo reino, no sabían de que hablar.

-Así que tu eres el dueño de esa editorial.- dije mientras colocaba la servilleta en mis muslos.

-Si, yo y mi hermano nos encargamos de ella, ¿Y tu que tal?

-Yo también soy dueña de la editorial, me gusta mucho ese trabajo, el poder leer y darles la noticia a las personas de que aceptamos su libro, es algo mágico.-sonreí mientras retorcía  la servilleta en mis manos.


-¿Que me cuentas de tu familia, tienes hermanos?- pregunto interesado.


-Mi familia no vive aquí, solo voy a visitarlos cuando el trabajo me da tiempo o en vísperas de navidad.-sonreí incomoda.


-Bien, ¿Que pedirás de cenar?


Después de aquella serie de preguntas, se dedicaron a pedir de comer, a seguir hablando de su vida, sus gustos, lo que les enfadaba y mas. Arianna no podía evitarlo, la compañía de ese hombre le gustaba, la hacia reír, pero solo se quedaría ahí. Después de cenar se fueron a un club nocturno, bebieron y esta ves ella se aseguro de no perder la cordura, no quería volver a cometer el error de emborracharse otra ves con ese hombre. 

PérdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora