Capítulo 3.

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Me di vuelta envolviéndome en aquellas sábanas tan suaves, suspire y abrí los ojos por un segundo, acurrucándome mas en la almohada. La recámara no era mía ni mucho menos de mi amiga Kristina, me empecé a asustar un poco pero al ver que tenía el vestido de la noche anterior, me tranquilicé.

El agua de la ducha se escucho, estaba en casa de alguien a quien nunca en mi vida había conocido, salí de la cama y fui por mi bolso que estaba a un lado, mis zapatos los tome en mis manos para no hacer ruido y salí de ahí antes de descubrir quien era ese hombre.

Salí al exterior y pedí un taxi, no tenía ninguna idea de donde podía estar mi auto. Iba a mandar a alguien a que fuera a buscarlo al bar de noche, tenía un tremendo dolor de cabeza y de la noche anterior no recordaba nada, ni siquiera del como había llegado ahí.

Llego a su casa cansada, llamo a una persona para que fuera a buscar su auto, pero había un problema, ella no tenía las llaves. Estresada por eso, se fue a dar una ducha de agua caliente, tomo dos ibuprofenos y se puso hacer cosas pendientes, desde limpiar su apartamento, preparar la comida de mañana y lavar ropa.

Casi a la hora de dormir le mando un mensaje a su amiga.

Te voy a matar mañana en el trabajo 😊

Segundos después Kristina le contestó.

¿Porqué? Hice algún archivo mal.

Arianna quería reír, mando un último mensaje y se acostó.

Aquella noche ella soñó que un hombre la tomaba en sus brazos y la dejaba en su cama dormida, no podía verle la cara, pero aquel cuerpo musculoso y fuerte era difícil de olvidar.

La mañana siguiente se arreglo como siempre, elegante y sofisticada. Desayuno algo rápido, tomo su maletín, su bolso y emprendió viaje hacia su oficina. Saludo al portero y aún no se quitaba los lentes de sol, tomo el ascensor y con el también entraron dos personas, una que la miraba un tanto extraña y otra que ni siquiera le prestaba atención. Llego a la planta correspondiente y fue directo con Kristina.

-Buenos días, dile a Victor que atienda la junta del día de hoy, tengo mucho trabajo y el también se puede hacer cargo de eso. Cuando termines vienes a mi oficina.

Su amiga la miro asustada, ella quería reír por dentro. La junta que tenían hoy no era tan importante, se la dejo a Victor ya que se había cansado muchas veces de que le pidiera una. Dejo sus cosas y se sentó, prendió la computadora, mientras llegaba se dedicó a leer algunos manuscritos nuevos que le habían llegado.

-¿Hay algo de lo que me deba preocupar?- su amiga entró con el semblante pálido.

-Creo que no, llama o manda un e-mail a Fernanda y dile que aceptamos su libro para publicarlo, es fantástico, dile que se presente mañana para firmar el contrato y para que se ponga de acuerdo con la diseñadora.- todo eso ella lo dijo sin mirar a Kristina.

-Anotado, Arianna en serio me estas preocupando.- su amiga estaba muy nerviosa.

-No pasa nada Kristina, en la comida hablamos de algo, no te voy a despedir ni nada por el estilo, si es lo que piensas.-Un suspiro de alivió se escucho en aquella oficina.-Puedes irte tranquila, a la hora de la comida nos vemos aquí.

Levantó la mirada para sonreírle y hacerle saber que no pasaba nada. Unos segundos después salió y se dedicó a leer otros manuscritos y enviar e-mails.

El interfon de la oficina se escucho y Ariana contestó.

-¿Qué pasa ahora Victor?

Sabía que era el ya que su amiga había salido hace apenas unos minutos.

-El editor de la revista quiere ver a la dueña de esta editorial.- se escuchaba nervioso.

-Ponme en altavoz para que me escuchen- espero unos segundos y continuó.- Señores, siento que no pueda estar en aquella junta, pero tengo demasiado trabajo, si es algo con urgencia se pueden comunicar con Kristina, mi secretaria y que los haga pasar si no hay remedio.- quiso hablar lo mas amable posible.- Confió en Victor, es por eso que lo puse a el en atenderlos.

Sin esperar a que respondieran colgó y se enfocó en lo que estaba haciendo. Se acomodó para poder leer bien aquellos archivos, unos toques en su puerta la distrajeron.

-Adelanté.-siguió con la vista perdida, imaginando que era él de nuevo.- Victor, diles que no puedo atenderlos, tengo montones de cosas que hacer.

Al ver que no había respuesta levanto la mirada y se encontró con un hombre de cabello castaño, ojos miel, un poco de barba y con músculos. Casi se lo comía con la mirada.

-¿Quién es usted? Si es el de la revista, no quiero sonar grosera, pero....

Sus palabras quedaron en el aire por aquella pregunta que le hizo el hombre misterioso.

-Mi nombre es Arturo, ¿No me reconoce?

La voz ronca y profunda de el, hizo que los vellos se le erizarán, se levanto del asiento y lo miro tratando de recordar si lo conocía.

Perdonen si hay faltas de ortografía, lo escribí desde mi celular ya que en la Tablet donde escribía se descompuso de nuevo.

Emocionada por este proyecto, algo nuevo para mi y haber que sorpresas nos encontramos. Un beso grande y espero que para las pocas personas que leen esta historia les guste.

¿Quién será el?

Instagram: @wattpadvictoria

Lindo día.

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