¿Nosotras? ¿En Hogwarts? (Harry Potter)

Capítulo 116: Dolor.

-¡Expelliarmus! –gritó... ¿Harry?
-¡Desmaius!- gritó ahora Ron y vi como Lucius Malfoy cayó al fuego de la chimenea.
Noté como alguien me tomaba y me levantaba del suelo. Intenté mantenerme de pie, y me sorprendí al ver que podía hacerlo...
Una daga se colocó en mi cuello y sonreí para mis adentros.
Esto estaba llegando a su fin.
-¡¡Detenganse o la mato!!- Todos se giraron hacia mí- Suelten las varitas -espetó la bruja-. ¡Suéltenlas, o comprobaremos lo sucia que tiene la sangre esta desgraciada!- Oh, eso me hace recordar a la carta de Scout en el cuarto año... qué tiempos.
Ninguno soltó su varita.

-¡HE DICHO QUE LAS SUELTEN! -chilló ella, hincando la punta del puñal en mi cuello, haciendo que gimiese por el pequeño dolor.

-¡Está bien, de acuerdo! -gritó Harry, y dejó caer la varita junto a sus pies. Ron hizo lo mismo y ambos levantaron las manos.
Alex se había levantado y estaba junto a ellos, pero sin varita, al igual que Hermione.

-¡Muy bien! -dijo Bellatrix mirándolos-. ¡Recógelas, Draco! ¡El Señor Tenebroso está a punto de llegar, Harry Potter! ¡Se acerca tu hora!

-Y ahora -añadió Bellatrix en voz baja mientras Draco volvía con las varitas-, Cissy, creo que deberíamos atar de nuevo a estos pequeños héroes, mientras el hombre lobo se encarga de la señorita Sangre Sucia. Estoy segura de que al Señor Tenebroso no le importará que te quedes con la chica, Greyback, después de lo que has hecho esta noche.- De pronto se oyó un extraño chirrido proveniente del techo. Todos miraron hacia arriba, menos yo. Sonreí feliz, y Alex me miró sonriente también.

Bellatrix, que se hallaba justo debajo junto a mí, me soltó dando un chillido y se lanzó hacia un lado. Alex corrió en mi dirección como pudo y me abrazó.
El artefacto cayó encima se nosotros (y el duende) con un estallido de cadenas y cristal. Los fragmentos de cristal volaron en todas direcciones. Ron y Hermione corrieron a ayudarnos. Luego de ayudar al elfo, Alex me ayudó a pararme. Tenía un vidrio en la mejilla, y lo saqué rápidamente. Él realizó una expresión de dolor y me disculpé por ello. Sonreí y le besé en ella.
-Gracias- susurré en su oído para luego volver a la situación en la que estábamos.

-¡Dobby! -gritó Narcisa, y hasta Bellatrix se quedó paralizada-. ¡Tú! ¿Has sido tú el que ha soltado la araña de...?

-¡No le haga daño a Harry Potter! -chilló el elfo, señalando a su antigua ama con el dedo.

-¡Mátalo, Cissy! -bramó Bellatrix, pero se oyó otro fuerte "¡crac!", y la varita de Narcisa saltó por los aires y fue a parar al extremo opuesto del salón.

-¡Maldito payaso!- rugió Bellatrix-. ¿Cómo te atreves a quitarle la varita a una bruja? ¿Cómo te atreves a desafiar a tus amos?

-¡Dobby no tiene amos! -replicó el elfo-. ¡Dobby es un elfo libre, y Dobby ha venido a salvar a Harry Potter y sus amigos!- repetí en mi mente. Casi se me parte el corazón al oír ello.
Vi de reojo como Harry le susurraba algo a Ron y fui hacia ellos, tirando a Alex conmigo.
-¡Vamos!- el azabache me tomó de la mano.
-¡ESPERA!- Le grité. Pero ya era tarde.
Sentí como todo tiraba de mí para luego apretarme como una esponja. Miré hacia adelante y lo último que vi antes de sumirnos en la oscuridad fue la punta del puñal de Bellatrix.
Empujé a Harry quién sabe cómo y hacia dónde para intentar, aunque sea, hacer que el puñal pase de largo y no le pegue a nadie. Ojalá que aquello que pensé fuera cierto.
Sentí como algo se clavaba en mi estómago y apreté la mano de Harry fuertemente. Dolía como los mil demonios.
Segundos después caímos en tierra firme. Todos caímos de rodillas. Gemí levemente y miré hacia abajo. El puñal se encontraba clavado justo debajo de mis pulmones. ¿Cómo lo sé? Aún puedo respirar... Eso es bueno, ¿no?
-¿­­­_______?- Me llamó Alex. Sonreí. Dobby no murió. Puede estar con sus amigos...
-Dobby... puede seguir siendo un elfo libre...- levanté el rostro justo cuando una lagrima caía de mi ojo sin aviso previo, y mi sonrisa se volvió aún más grande. Luego, un escenario negro se posó frente a mis ojos y caí en él, sumiéndome más y más.

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Me encontraba en un lugar muy lejos de donde habíamos caído por última vez. El lugar se parecía a los bosques que habíamos estado recorriendo todo este tiempo.
Caminé lentamente sin hacer sonido alguno y noté que las ramas caídas de los árboles se clavaban en las plantas de mis pies.
Miré hacia abajo y no té que me encontraba sin zapatos.
Aunque en realidad, eso no era lo único que me faltaba: estaba completamente desnuda.
Sin importar que alguien me viera, seguí caminando por entre los árboles.
Sin saber hacia dónde me dirigía, minutos después di con un pequeño lago; era muy parecido al que Harry se había metido en la película...
Me arrodillé frente a él, clavándome las ramas y pequeños frutos de los árboles en mis rodillas; lo más extraño era que no dolía, pero la sangre se encontraba allí.
-Ayúdame...- pidió alguien. Levanté el rostro mirando a mí alrededor, sin encontrar al poseedor de aquella suave voz.
-Estoy aquí... atrapada dentro del lago. Ayúdame...- Miré el lago dudosa.- Él me tiene atrapada aquí... tú eres la única que puede ayudarme... por favor...- volvió a suplicar.
-¿Por qué debería ayudarte?- pregunté mientras acercaba mi rostro hacia el agua.
-Yo puedo ayudarte en tu búsqueda... - ¿Mi búsqueda?
Y como si hubiese leído mis pensamientos, respondió:
-Sí. Pronto tendrás muchas preguntas por resolver y nadie más que yo podrá responderlas.
-¿Cómo sé que no me estás mintiendo?-
-Puede confiar en mi... yo sé más de lo que tú sabes. Si, hablo de "El mundo de Harry Potter"; así como tú le llamas.- No respondí a aquello. ¿Había más personas que sabían de ello? Aunque... ¿Ella es una persona?-
-¿Cómo te llamas?- Pregunté.
Pasaron segundos y la respuesta jamás llegó.
-¡Oye! ¡Te he preguntado algo!- Volví a hablar, levantando la voz; la respuesta tampoco llegó entonces.
Acerqué mi rostro aún más al agua, casi tocándola con mi nariz.
-¡Oye! ¡Vuelve!-...
Vi como algo se removía dentro del agua, justo donde mi rostro se encontraba. Un rostro blanco se acercó rápidamente a mí, casi como un "screamer" de película. Retrocedí rápidamente, que hizo que me cayera de trasero.
-¿Pero qué?...- Volví a arrastrarme hacia el lago y me acerqué lentamente, alejando mi rostro lo más posible.
Alargué una mano y toqué el agua con la punta de mis dedos.
¿Por qué lo hice? No lo sé. Supuse que algo me incitó a hacerlo.
De pronto, una mano muy fría me tomo de la muñeca y tiró de mí rápidamente para sumergirme allí dentro.

Abrí los ojos llenos de sorpresa y aguanté el aire tanto como pude. Cuando noté que empezaba a fallar, nadé hacia arriba; sin embargo parecía no tener inicio. El agua seguía, y seguía, como si me hubiese hundido en un gran mar sin fondo alguno.

Sin poder retenerlo más, abrí mi boca en busca de oxígeno, pero solo entró el agua de donde me encontraba. Mientras mis pulmones comenzaban a llenarse de agua, mi cuerpo se movía como si alguien me hubiese lanzado un crucio.
Mi vista comenzó a captar destellos blancos. Sabía que mi fin se acercaba.

Me desperté juntando una bocanada de aire al mismo tiempo que me sentaba en la cama, realizando movimientos con los brazos, como si estuviese nadando.
-¡______!- Las manos de Alex tomaron mis brazos para luego bajarlos, realizando un extraño abrazo.- _______, _______, tranquila, no pasa nada...- Murmuró lentamente mientras mi corazón latía a mil.
-¿Qué...?- pregunté cuando logré tranquilizar mi respiración.- ¿Estamos... en el refugio aún?- El ojiiazul asintió.
-Si... aún no nos hemos ido...- pasó una mano por su cabello en un gesto nervioso.- Por Merlín... no sabes lo asustado que estaba...- suspiró- A saber que ibas a hacer eso... Agg, de ahora en más, avísame cuando vayas a hacer algo así para que esté preparado....
-¿Para qué te sacrifiques por mí? Ni soñarlo.- negué.- Por cierto...- pero antes de que pudiera realizar la pregunta, unas voces aparecieron fuera de la puerta en donde me encontraba.
-Harry –la voz de Hermione fue la primera en aparecer.- me ha parecido que insinuabas que en la cámara de los Lestrange hay otro Horrocrux. ¿Es así?- Oh, así que estamos con esto, ¿eh?...
Me levanté de la cama, ignorando las palabras de Alex y acerqué mi oreja a la puerta.

-Sí, eso supongo, porque Bellatrix se puso histérica cuando creyó que habíamos estado allí. Estaba aterrorizada. Pero ¿por qué? ¿Qué imaginó que habíamos visto o nos habíamos llevado? Debe de tratarse de algo muy importante, pues la aterraba pensar que Quien-ustedes-saben se enterara.- La voz de Harry entró en escena.

-Pero, a ver, ¿no buscamos sitios donde haya estado Quien-ustedes-sabem, o donde haya hecho algo importante?- la voz de Ron se hizo presente con esa pregunta- ¿Acaso ha estado alguna vez en la cámara de los Lestrange?

-No sé si ha entrado alguna vez en Gringotts -respondió Harry-. De joven nunca tuvo dinero, porque no recibió nada en herencia. Pero debió de ver la banca mágica por fuera la primera vez que fue al callejón Diagon. Supongo que Quien-ustedes-saben debía de envidiar a cualquiera que tuviera la llave de una cámara de Gringotts, pues lo consideraría un símbolo real de pertenencia al mundo de los magos. Y no olviden que él confiaba en Bellatrix y su esposo. Éstos fueron sus más leales siervos antes de que cayera, y quienes se dedicaron a buscarlo cuando desapareció. Le oí decirlo la noche que regresó.- hubo un segundo de silencio- Aunque no creo que le revelara a Bellatrix que se trataba de un Horrocrux. Al fin y al cabo, a Lucius Malfoy nunca le contó toda la verdad sobre el diario. Seguramente le dijo que era un bien muy preciado y le pidió que lo guardara en su cámara. Según Hagrid, es el lugar más seguro del mundo para guardar algo que quieres esconder... después de Hogwarts, claro.- Sonreí al oír la última frase. Luego de varios minutos sin importancia, Harry avisó que iría a hablar con Ollivander. Estoy segura que hablará sobre las reliquias de la muerte.
Luego de pensarlo unos largos minutos, decidí escuchar detrás de la puerta donde Ollivander se quedaba.

-¿Puede identificar éstas? –preguntó Harry. Segundos después, una voz que no reconocía muy bien habló.

-Nogal y fibras de corazón de dragón -sentenció-; treinta y dos centímetros; rígida. Pertenecía a Bellatrix Lestrange.

-¿Y qué me dice de esta otra?
-Espino y pelo de unicornio; veinticinco centímetros; bastante elástica. Era de Draco Malfoy.- sonreí.

-¿Era? -repitió Harry. Asentí con la cabeza. Luego recordé que no me podía ver y me reí por dentro de lo idiota que me veía.- ¿Ya no lo es?

-Es posible que no. Si tú se la quitaste...

-Sí, se la quité.

-... entonces es posible que sea tuya. La forma de tomarla es importante, por supuesto, pero también depende mucho de la propia varita. En general, cuando alguien gana una varita, la lealtad de ésta cambia.

Un gran silencio se posó en la escena.

-Habla como si las varitas tuvieran sentimientos -observó Harry-como si pensaran por ellas mismas.

-Verás, la varita elige al mago -explicó Ollivander-. Los que hemos estudiado el arte de estos instrumentos siempre lo hemos tenido claro.

-Pero, aun así, una persona puede utilizar una varita que no la haya elegido a ella, ¿no? -preguntó Harry.

-Sí, claro. Si eres un buen mago, puedes canalizar tu magia a través de casi cualquier instrumento. No obstante, los mejores resultados se obtienen cuando existe la máxima afinidad entre el mago y la varita, pero esas conexiones son complejas. Puede darse una atracción inicial y después una búsqueda mutua de experiencia; la varita aprende del mago, y viceversa.

-Yo se la quité a DracoMalfoy por la fuerza -especificó Harry- ¿Puedo utilizarla sin peligro?- Pobre Draco... Yo odiaría que me quitasenmi preciada varita... horrible, horrible. 

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¡BUENOS DÍAS, TARDES Y NOCHES! ¿Cómo estaaaaan? Espero que super buen :3 

¡No saben! Me compraron una computadora para mi sholita y poh no tenía interner x.x 

Pero mi sufrimiento (y el de ustedes por leer el próximo capítulo) ha terminado 7u7 

¿CREÍAN QUE SERÍA CAPAZ DE MATAR A DOBBY? ¡NO! DOBBY  DEBE ESTAR VIVO Y CON HARRY POTTER Y SUS AMIGOS X.X 

Kisses

Y recuerden, Travesura Realizada, o alguien podría leerlo.