Capítulo 32: La historia y su carta.

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Dumbledore se paró para hablar nuevamente cuando la comida desapareció. 

-Bueno, ahora que estamos digiriendo otro magnífico banquete, les pido un instante de atención para los habituales avisos de principio de curso -anunció -. Los de primer año deben saber que los alumnos tienen prohibido entrar en los bosques de los terrenos del castillo, y algunos de nuestros antiguos alumnos también deberían recordarlo. El señor Filch, el conserje, me ha pedido, y según dice ya van cuatrocientas sesenta y dos veces, que les recuerde a todos que no está permitido hacer magia en los pasillos entre clase y clase, así como unas cuantas cosas más que pueden revisar en la larga lista que hay colgada en la puerta de su despacho. Este año hay dos cambios en el profesorado. Estamos muy contentos de dar la bienvenida a la profesora Grubbly-Plank, que se encargará de las clases de Cuidado de Criaturas Mágicas; también nos complace enormemente presentar a la profesora Umbridge, la nueva responsable de Defensa Contra las Artes Oscuras.- El Sapo rosa, al quien nunca llamaré "profesora Umbridge" en mi vida, interrumpió al director y comenzó a hablar como si ella fuera la dueña del lugar. Al terminar su charla sin fin y muy aburrida, el barbudo le dio las gracias y nos mandó a dormir. Hermione y Ron se fueron a llevar a los de primero mientras que Harry y yo nos quedábamos juntos. Él me extendió su mano y yo la tomé sin pensarlo. Eso me sirvió para sentirme un poco más protegida ante el nuevo alumno. 

-¿Por qué no comiste nada en la cena?- preguntó. 

-No tenía hambre-

-Tu siempre tienes hambre.-
 Suspiré y tiré de la mano de Harry para meternos en un aula vacía. Cerré la puerta y lo miré directo a los ojos. Contarle esto a alguien no hará ningún mal, ¿verdad? Inclusive pueda ayudarme. 

-Connor West.- comencé.-El chico nuevo.- estaba nerviosa, me sudaban las manos.- Iba al mismo colegio muggle que Scout y yo.- suspiré- Entiende que estoy nerviosa, no le he contado esto a nadie nunca. 

-Cuéntame. Si él te hizo algo necesito saberlo para poder ayudarte, si quieres. Pero no te obligaré a hacerlo.-
decretó. Asentí nerviosa mientras torcía mis manos. 

-Él no iba al mismo curso que nosotras, era un par de años mayor. Nunca hablamos, solo cruzábamos miradas pero nada más que eso. Todo el colegio sabía que Sout y yo éramos las "frikis", personas que le gustan los juegos, libros, películas- aclaré al ver su rostro confundido-, y nadie nos dirigía la palabra. Esto se parece a una novela... él era uno de los "populares", o eso decían todos. Era el hijo del directos y tenía tanto poder sobre el alumnado y profesores como su padre.-me detuve durante unos segundos.- Un día una muchacha se acercó a nosotras invitándonos a una fiesta que ella realizaba en su casa. No entendía muy bien porqué nos estaba ofreciendo ir. Es decir, nadie nunca nos invitó a ningún lado, ni nos dirigían la palabra excepto que fuese extremadamente necesario. Pero se nos hizo una buena idea para poder congeniar mejor con las personas, pero siempre tuvimos cuidado con todo, tal vez solo se trataba de una broma. Aunque no nos haría tanto efecto si así fuese, nada peor nos podía pasar. Solo nos teníamos a nosotras.

>>Cuando llegamos, el lugar estaba abarrotado de gente. Alcohol por aquí, drogas por allá... era una típica fiesta adolescente, no había nada fuera de lo normal. Al inicio sentíamos que no encajábamos en el lugar, nunca habíamos asistido a una fiesta, pero todo cambió cuando West llegó a recibirnos. Nos saludó con una gran sonrisa en su rostro, amigable, y nos invitó a tomar un par de bebidas con sus amigos. Obviamente tuvimos cuidado, no estaba en nuestro plan salir embriagadas de allí. Además teníamos 13 años, eramos unas crías comparado con todos. 

>>La fiesta siguió pero nosotras nos estábamos aburriendo bastante. Nos dimos cuenta que aquello que volvía locos a los demás adolescentes, a nosotras no nos atraía en lo absoluto.- proseguí- Nos escabullimos hasta salir fuera. Recuerdo que estaba helado, comenzó a hacer un frío horrible. Habíamos llamado al primo de Scout para que nos buscase, no íbamos a caminar hasta nuestras casas con ese frío, estaban demasiado lejos.- sonreí levemente- A Scout le dieron ganas de ir al baño "por culpa del fresco", y que no aguantaba más. La acompañé dentro nuevamente, pasando por toda la gente, buscando el baño. Pero yo no llegué. Alguien me tomó del brazo y me arrastró hasta una habitación del pasillo. No había nadie más que mi persona y aquel que estaba cerrando la puerta. Era Connor. Me dijo que necesitaba decirme algo, y que con toda esa música de seguro yo no podría oír nada. No recuerdo con exactitud que fue la irracionalidad que me dijo,- apreté el puño e intenté no llorar- pero si me acuerdo cuando se lanzó contra mí y me besó.- Volví a hablar en un suspiro.- El beso fue agresivo, lleno de furia, lujuria. El punto es que...- Me pausé para observar la expresión del azabache. Me calmé un poco al ver que me estaba escuchando atenta y pacientemente.- ... se pasó de la raya. 

¿Nosotras? ¿En Hogwarts? (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora