Capítulo 4: "Confesión"

1.8K 216 56
                                    



Spock dirigió al rubio hasta su dormitorio, y lo ayudó a recostarse sobre la cama. Pero cuando intentó dejarlo para marcharse, para su sorpresa, Jim se aferró a él, impidiéndole abandonar la habitación.

En ese momento, Spock se sintió bastante extrañado por la actitud del chico. Su lógica vulcana no le permitía identificar por medio de deducciones, algo a qué atribuir esa conducta. Por un momento, pensó que quizás el rubio no estaba del todo consciente, y se había aferrado a él, como quien se aferra a una almohada para dormir... pero entonces, escuchó su voz. La voz de Jim, haciéndole notar que estaba completamente consciente de abrazar al medio vulcano, y que lo quería ahí, junto a él.

— Espera Spock... no te vayas aún — le pidió el joven. Spock, arqueó una ceja debido a lo "fascinante" de aquella curiosa situación, y realizó una pregunta.

— ¿Por qué, Jim? — el chico soltó a Spock suavemente, y lo miró a los ojos.

— Tengo miedo, Spock... — respondió el rubio, y complementó su afirmación utilizando sólo una parte de la verdad (ya que sentía mucho más que miedo) — Si duermo, temo despertar sin recordarte.

— No creo que eso sea posible, capitán — respondió Spock — Al parecer, de aquí en adelante, en lugar de olvidar las cosas, las irá recordando. O al menos, todo parece indicar dicha evolución en su proceso... es lógico.

— Pero tengo un mal presentimiento... — dijo entonces Jim.

— Los presentimientos, no son una vía lógica por la cual guiarse, capitán. Pero si de algo le sirve... mi presentimiento, y el del doctor también, es que usted logrará recuperar sus recuerdos.

Pero para sorpresa del vulcano, aquello no consoló a Jim, y luego de exhalar un suspiro de decepción mirando al vacío mientras reflexionaba, el rubio volvió la vista a Spock y le regaló una sonrisa dulce.

— Gracias, Spock — dijo finalmente el chico.

— De nada... Jim.

— ¿Puedes quedarte conmigo hasta que me duerma? — le pidió el rubio a Spock.

Antes de responder, Spock dudó un momento. Si se quedaba a acompañarlo, quizás estaría faltando a un deber más importante, considerando su responsabilidad como capitán actual de la Enterprise... pero eso no era todo, ¿por qué Jim le estaría solicitando aquella petición? ¿Tendría que ver con aquel miedo que le manifestó hace un momento?

— ¿Por qué quiere que lo acompañe, capitán? — preguntó Spock, intentando comprender a su amigo.

— Quizás no logres comprenderlo, Spock... es un asunto emocional.

— Entonces, no debe ser importante — respondió torpemente el vulcano, sin considerar el peso de sus palabras.

— Para mí lo es — contestó Jim con seguridad, y lo miró a los ojos — ¿Sabes?... para mí, todo esto es nuevo... La nave, la tripulación... el que todos constantemente me estén llamando "capitán", que tú me des sermones constantes, que no se pueda hacer nada divertido, que ni siquiera pueda intentar organizar una fiesta con los de la nave para conocerlos... Créeme, Spock... me siento angustiado. No pertenezco aquí y tú eres el único que conozco. Si sigo estando solo, en un lugar desconocido como éste... no lo sé, siento que enloqueceré. Tengo miedo de despertar y ya no recordarte, porque eres lo único que me sostiene aquí ¿comprendes?

Spock reflexionó un momento acerca de aquellas palabras. Intentó ponerse en su posición, y no fue difícil al considerar, que él también tenía dificultades para sentirse parte de un grupo. Tanto en Vulcano como en la Tierra era lo mismo... la constante angustia de no pertenecer a ningún mundo... quizás Jim ahora sentía lo mismo.

Sin embargo, era incapaz de transmitirle lo que había descubierto analizando a Jim. Simplemente, no era bueno sosteniendo a las personas, y sabía que Jim necesitaba apoyo en aquel momento. Quizás, lo mínimo que podía hacer, era hacer caso a su sugerencia, y acompañarlo hasta que lograra dormir.

— De acuerdo — respondió Spock, sentándose al lado de Jim para hacer caso a su petición — Esperaré aquí hasta que logres quedarte dormido, y luego me iré.

— Gracias, Spock — respondió Jim acomodándose en la cama para lograr dormir un momento.

En ese instante, Spock pensó en realizar el pellizco vulcano para adelantar el proceso de sueño de Jim y así volver a sus funciones más de prisa... pero no era capaz de hacerlo, eso sería faltarle el respeto al propio James, T. Kirk. Así que decidió esperar pacientemente, después de todo... ¿cuánto podría tardar en quedarse dormido una persona con tantos grados de alcohol encima?

Pero lamentablemente, esta hipótesis falló, ya que Jim no lograba conciliar el sueño. Se movía constantemente de un lado a otro, pestañaba cada cierto rato y volvía a acomodarse en la cama. Se notaba que Jim estaba ansioso. Spock por su parte, en ese instante se encontraba cansado por el arduo trabajo que había estado haciendo todos esos días, y se convirtió en el primero de ambos en quedarse dormido...

Por suerte, los vulcanos duermen menos horas que los humanos, así que no tardó demasiado en despertar. Cuando esto ocurrió, Spock se encontraba arropado en la silla. Al parecer, Jim se había levantado a cubrirlo con las mantas.

Recordó entonces, su responsabilidad con la nave, y antes de abandonar la habitación, observó a Jim una última vez para asegurarse de que estuviera durmiendo... pero para su sorprensa, Jim abrió los ojos y lo miró con una sonrisa.

— No he dormido — aclaró Jim. Spock frunció el ceño, un poco decepcionado por eso. Sentía que su estadía allí, sólo había sido una pérdida de tiempo.

— Capitán, debió intentar dormir... — le recordó Spock.

— Lo sé, y lo hice — respondió el rubio — Pero simplemente no puedo — Jim se levantó de la cama, y lo miró a los ojos — ¿Sabes qué, Spock? No lo aguanto más — Spock lo miró extrañado.

— ¿A qué te refieres? — preguntó entonces.

— Te mentí, Spock... no tengo miedo de olvidar. Tengo miedo de recordar — aclaró Jim. Spock dudó un momento, mirando de un lado a otro antes de responder.

— No comprendo — dijo simplemente, y Jim continuó hablando.

— No sé qué tipo de relación hayamos tenido en el pasado — explicó Jim — Sólo sé qué es lo que siento ahora... y debo decírtelo, es una corazonada... Sé que si no lo hago; sé que si duermo y recupero la memoria... seré tan cobarde, que me guardaré este sentimiento, como seguramente lo he hecho todo este tiempo.

— ¿Podría ser más claro capitán? — a pesar de la seriedad del momento, el chico rubio esbozó una sonrisa al escuchar la pregunta del vulcano y el tono en que la dijo.

Pese a su intelecto, Spock a veces podía ser impresionantemente ingenuo. Aquello, le causaba gracia a Jim... pero también ternura. No supo si fue por eso precisamente que lo hizo, o si sólo fue un impulso del momento... pero incluso antes de atreverse a declarar sus sentimientos en forma verbal, se aproximó a Spock rápidamente, sujetándolo de la camiseta de la Flota... y besó los labios del vulcano.

La amnesia de Jim (Spirk)Where stories live. Discover now