Capítulo 3: "Fiesta"

2K 199 59
                                    



Spock observó a Jim con una expresión de extrañeza en una primera instancia. Lamentablemente, y a pesar de los años que había compartido con los humanos, había cosas que le resultaban incomprensibles... entre éstas, la expresión misma de los sentimientos. Sobre todo, cuando se manifestaban de forma tan ambigua como lo fue en ese momento. Así que simplemente, se vio en la obligación de preguntar, con cierta ingenuidad.

— ¿Y qué es lo que siente por mí, capitán?

En lugar de responder, Jim miró a Spock a los ojos durante algún instante, con una expresión de extrañeza... pero, además con alguna otra intensión oculta que el vulcano desconocía; pero que posiblemente, para otro humano hubiese resultado evidente.

El rubio parecía estar buscando algo en la mirada del medio vulcano; alguna expresión, algún gesto en particular... Pero el rostro de Spock continuaba inmóvil, mirándolo de la forma más neutra posible. Jim finalmente se cansó, y miró hacia otro lado.

— ¿Sabes qué? Olvídalo, creo que me equivoqué — expresó Jim finalmente. Spock arqueó una ceja, en señal de extrañeza.

— ¿En qué momento se equivocó, capitán?

— Nada... sólo creí que... que tú, y yo... — Jim volvió a ver a los ojos a Spock, para comprobar que continuaba mirándolo del mismo modo, y luego sólo se sonrió mirando hacia abajo, riendo levemente — No es nada... son sólo tonterías mías.

— Capitán, realmente no logro comprender. Pero en vista de que se ha retractado, dejaré de utilizar el tiempo como recreación, e iré a puente de inmediato para volver a mi labor como primer oficial. Con permiso.

— Bien, como quieras... — respondió Kirk, y caminó en dirección opuesta al vulcano, alejándose de él.

En ese momento, Spock regresó a puente para contactarte con la Flota Estelar, e informar del estado del capitán James T. Kirk; quien curiosamente, parecía hasta el momento, sólo recordar a Spock.

Las órdenes que el vulcano recibió en ese momento, fueron las de dirigirse a la Base Estelar más próxima, para que examinaran a Jim, al extraño insecto que habían encontrado, y para que determinaran la gravedad con la que Jim se encontraba mentalmente; a fin de tomar una decisión sobre su rol actual en la Enterprise, y el posible pronóstico con que podría contar. Mientras tanto, la nave quedó a disposición de Spock como capitán.

Obedeciendo a las órdenes que la Flota Estelar había dictado, Spock pidió a Sulu que cursara rumbo hacia la Base más cercana, a velocidad Warp.

— Fijando Warp, señor — respondió Sulu.

— Señor Sulu, ¿aproximadamente, cuánto nos tomará llegar a destino?

— Estimo que alrededor de unas doce horas, capitán — respondió.

— De acuerdo... — Spock miró en dirección a la silla del capitán, y sintió una extraña sensación de nostalgia al notarla vacía.

— ¿No se va a sentar, señor? — preguntó Chekov mirándolo de reojo. Apenas en ese instante, Spock tomó noción de sus pensamientos y llevó su vista al joven ruso.

— No... yo... Esta silla es del capitán de la Enterprise. Yo soy sólo un capitán circunstancial. Pronto, Jim regresará a sus actividades — respondió con la seguridad que constantemente le caracterizaba, y permaneció junto a la silla de capitán, pero sin sentarse en ella.

Pasados varios minutos, en los que todo parecía andar con normalidad, de pronto Spock escuchó por medio de su comunicador, la voz de Scotty:

— ¡Señor Spock! — Spock sujetó su comunicador, y se dispuso a hablar.

La amnesia de Jim (Spirk)Where stories live. Discover now