Capítulo 37

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37

Harry's POV.

Kevin no para de hablar sobre las chicas que ha conseguido tener en su cama y yo me estoy cansando de escuchar su mierda. El bar poco a poco a empezado a llenarse cada vez más y el humo llena todo el local. Mis amigos se rien de algo que no he conseguido escuchar y cuando me miran finjo un sonrisa pero por sus caras parece que no se la han creido mucho mi sonrisa ironica.


Dirijo mi mano hacia el bolsillo de detras de mis jeans y saco el móvil con facilidad, cuando miro la pantalla veo que pone que son las once de la noche. Hace más de diez minutos que Christina se fué al baño y todavía no a vuelto. Frunzo el ceño mientras levanto mi vista del móvil y empiezo a mirar alrededor del bar.


Nada. No hay ni un solo rastro de Christina, es como si se hubiera ido del bar, pero ella no haría eso, ella no me dejaría aquí solo. ¿Entonces que está haciendo? Un escalofrío recorre todo mi cuerpo cuando me viene la imagen de Christina herida. No, Harry, no te precipites. Vuelvo a girar mi cabeza y veo que Sam me está mirando como si me hubiera salido otra cabeza.


– Voy a buscar a Christina. – Le digo a Sam.


En su cara se forma una sonrisa y yo no entiendo a que viene esa sonrisa, solo soy un chico preocupado por su novia.


– Te vuelve loco esa chica. – Me dice Sam mientras me da una leve palmada en el hombro.


– No tengo tiempo para tus tonterias, Sam. – Gruño.


Sam levanta las manos en señal de derrota y yo paso por su lado para caminar por el bar. La multitud bailando me dificulta pasar por el medio del bar. Cuando consigo llegar a donde están los baños veo que no hay nadie esperando para entrar al baño, que raro.


Cuando llego a la puerta acerco mi mano a la manilla y la intento girar, pero fallo. La puerta no se puede abrir, alomejor Christina se ha quedado encerrada dentro. Intento volver a abrirla pero sigo sin conseguirlo, le doy con el hombro y se sigue sin abrir. Doy un paso hacia atras y levanto mi pierna para darle una patada a la puerta. Gracias a dios la puerta se abre haciendome ver a dos cuerpos muy cercas el uno del otro.


El chico se separa rápidamente cuando escucha el golpe de la puerta y la chica cae al suelo en el segundo que levanta su mirada hacia mí. Christina, mi hermosa Christina se está callendo al suelo pero yo solo puedo mirar al mierda de Cook que se separa cada vez más de Christina.


Puedo ver a traves de sus ojos el miedo cuando me mira, pero en este momento solo veo mi mano golpeando una y otra vez contra su cara, partiéndole esas sucias manos que hace segundos tenía en el cuerpo de mi princesa, sacándole esos ojos que han mirada mal a la preciosa chica que está en el suelo por su culpa. 


Me acerco a él con paso decidido y él da un paso hacia atras pero choca contra la pared del baño y se da cuenta que no tiene escapatoría. Cuando estoy a pocos centimetros de él incluso puedo sentir su miedo, puedo escuchar los latidos de su corazón latir sobre su pecho pero sus ojos nunca dejan los míos.


Sin previo aviso levanto mi mano cerrada para dejar un fuerte puñetazo en su nariz. Su cabeza va hacia atras y choca contra la pared, rebota contra mi puño y vuelvo a pegarle esa vez en el ojo derecho. No me canso y sigo pegando puñetazos a su cara, ninguna persona en este momento puede contar cuantos llevo pero lo único que me importa esque todavía sigue de pie. 


Después de unos segundos su cuerpo se desploma en el suelo pero puedo escuchar su estupida respiración desde metros. Mi pie va hacia sus costillas y él se retuerce en el suelo. Vuelvo a perder la razón y sigo dándole golpes hasta que noto una mano agarrar uno de mis brazos tatuados.


Christina intenta tirar de mí con su poca fuerza, sigo dándole patadas a Cook hasta que una voz dentro de mi cabeza me dice que Christina está detras de mí, todo lo que quiero está detras de mí y ella ahora lo único que necesita es tenerme cerca, sentir mis brazos, sentir que nadie nunca más le hará daño y eso es verdad, porque no dejaré que nadie nunca vuelva a tocar a Christina, nunca.


Me doy la vuelta para mirar a Christina, sus mejillas están llenas de lagrimas, una de sus mejillas está inchada y roja, su maquillaje está completamente corrido y su pelo esta revuelto, pero incluso así me sigue pareciendo la mujer más hermosa del mundo, nunca dejaré que se valla de mi lado.


Mis brazos van alrededor de su pequeña cintura y la atraigo hacia mi cuerpo, no me doy cuenta que no tiene camiseta hasta que siento en mis manos el frío de su cuerpo. Su piel está de gallina y tiembla cada segundo, me separo de ella para quitarme mi chaqueta y se la pongo como a una niña pequeña, mi niña pequeña.


Cuando su cuerpo está completamente vestido miro a Cook que sigue tirado en el suelo, ni se ni me importa si está cosciente solo quiero llevar a Christina a algun sitio donde solo estemos ella y yo, donde ella esté segura por siempre. 


– Quiero irme de aquí. – Escucho la pequeña voz de Chistina.


– Claro que si, bebé. – Le digo para tranquilizarla.


Cuando me vuelvo a separar de ella me doy cuenta que a vuelto a empezar a llorar, en este momento me doy cuenta que nunca le haré daño, nunca la trataré mal, habré jugado con otras chicas pero con Christina no, no soportaría que estuviera así por mí. Ella puede estar mal, pero yo me siento peor de verla así, completamente rota.

Don't let me go | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora