Número equivocado...

Start from the beginning
                                    

- Te dije que te durmieras temprano - dijo en tono serio

- No pasa nada, mañana estaré mas despierta - 

Llegamos al departamento y subió conmigo. Entré y él se quedó en la puerta mirándome con una sonrisa

- ¿Vas a pasar? - 

- No amor, perdona, me tengo que ir, tengo mucho trabajo que hacer toda la tarde, puedo venir mas tarde si quieres - me sonrió coqueto

- Bien - le di un beso en los labios y se fue. 

- Hola Julieta - me dijo Anna cuando entré

- Ya no soy Julieta - 

- Pero te lo ganaste a pulso, ¿que quieres de comer? - 

- No se, el chef se acaba de ir - 

- No me reemplaces por ese, vamos a hacer albóndigas - sonrió

Cocinamos juntas y platicamos sobre nuestro día en la escuela. Limpiamos todo juntas y decidimos hacer tarea en su habitación. Me encantaba hacer tarea con Anna porque estábamos juntas pero cada quien estaba en su mundo. Nos poníamos a trabajar con nuestros audífonos y de vez en cuando nos mirábamos. Hice dos ensayos, una investigación y una opinión respecto a un crimen pasional, demasiado para el primer día. Cuando terminé fui a llevar todas mis cosas a mi habitación, me recosté con Anna mientras ella terminó. Guardó todo y nos fuimos a la sala a ver televisión. 

Anna era mas alta que yo, así que tomó el sillón mas grande y yo el pequeño. Después de un capítulo de How I met your mother, decidí saludar a Henry. 

''- Hola amor, ¿cómo va todo? <3-''

'' - Hola princesa, todo va muy bien, sigo en la oficina-''

''- ¿Porqué tienes tanto trabajo? Dile al señor Harris que ya te necesito-''

''- Porque se me juntó un poco el trabajo hermosa, pero ya casi termino-''

''-¿Podrás venir a verme mas tarde?-''

''- Si, en una hora mas o menos estoy contigo, te amo- ''

''- Ya quiero verte, también te amo-''

Guardé mi celular y seguí mirando televisión. Después de un rato, sonó mi celular de nuevo. Decidí revisarlo en un rato mas. Cuando terminamos de ver otro capítulo revisé el celular. 

''- Steve, ¿dónde demonios estás?, no me has confirmado, voy camino a tu casa a dejar a Iris-''

Lo leí una, dos, tres, cuatro veces. Abrí mucho los ojos y mi cerebro empezó a correr como máquina. Iris, la tipa piernas largas que había salido con él, la que nos había molestado cuando Henry estaba en el hospital. La estúpida que me vació la copa de vino en la ropa en nuestra cena de año nuevo. ¿Qué demonios, estaba haciendo Henry con ella, en su auto?, llevándola a casa de Steve, ¿Qué demonios hacía con Steve? según yo ya no hablaban mas, y según yo, según lo que Henry me aseguró, es que Iris no sería un problema constante, y lo era. Ni si quiera había sido un problema cuando no estábamos juntos y ahora que lo estábamos, ya lo era. Si esto era un tipo de venganza, era demasiado dolorosa, y había cumplido su objetivo. 

Me levanté del sillón, le dije a Anna que no quería que nadie me molestara  y caminé hacia mi habitación. Cerré la puerta de un golpe y me tiré a la cama. Empezaron a caer lágrimas por mi cara, lágrimas de coraje, enojo, tristeza y decepción, todo en una sola función, hacerme llorar. El pecho me dolía, odiaba esa sensación, la última vez que había sentido eso fue cuando estaba tratando de decidirme, cuando pensaba en dejar a Henry me invadía ese dolor. Y ahora me invadía por lo que había pasado. 

Escuché que alguien tocó a mi puerta. 

- Princesa, ¿me puedes abrir la puerta? - 

Si Henry era algo, era un cínico...¿cómo no pude pensar en esto antes? Seguía tocando la puerta. Escuché a Anna

- Henry, no sé que paso, pero me dijo que no quería que la molestara - 

- Seguramente se refería a ti, no me dijo nada, tienes que saber si paso algo - 

- No se nada, no me dijo nada, mejor vete y habla con ella después - 

- Princesa - Dijo tocando la puerta - Princesa, voy a ir a casa, ¿está bien? te llamo mas tarde o ... te veo mañana en la escuela - dijo en voz alta

Era un completo idiota. Un largo rato después, ya que mis lágrimas se calmaron, llegó el coraje, sentí que me hirvió la sangre. Yo era una estúpida y él era un imbécil, y un completo cínico. Había reemplazado el vidrio del porta retrato, me levanté de la cama, lo tomé, abrí la puerta y lo arrojé a la sala. Escuché como se rompió y volví a mi habitación. Antes de dormirme tomé mi celular y envié un mensaje, reenviando el que me había enviado Henry por error. 

''- Número equivocado, no me vuelvas a molestar nunca-''. Enviar


Siempre Serás TúWhere stories live. Discover now