Siempre Serás Tú

Su Nombre Era Henry

Estaba en medio de un patio trasero enorme, no había nada a mi alrededor y me sentía terriblemente sola, sin saber donde estaba mi familia... de pronto empezó a sonar una canción que yo conocía muy bien, venía de adentro de la casa y decidí seguirla, cada vez se hacía mas fuerte y yo caminaba mas deprisa... y desperté, era la alarma de mi ruidoso celular que marcaba las 8:00 de la mañana, ¿por qué tenía que levantarme tan temprano?, ¡Ah, si! era mi graduación de preparatoria, tenia muchas cosas que hacer y me quedaban solamente 5 horas.

Hice todo lo que uno normalmente hace en las mañanas: ducha, ropa, desayuno, dientes, y demás, y al estar lista, Anna, mi mejor amiga, ya me estaba esperando. Salimos de casa a las 9:00 de la mañana, fuimos a recoger los vestidos que usaríamos, y con la estilista.

- ¡Que emoción! - dijo Anna con cara de niña pequeña

- ¡si!, ¡Por fin! - dije yo con un suspiro

- ¿Que? no me digas que no vas a extrañar al profesor Sanders, o estar en el mismo salón que David y estudiar juntos - dijo en un tono extraño

- No creo extrañar estar en el mismo salón que David, nos haría bien ese tiempo lejos, estamos juntos todo el día -

- ¿Ya no lo quieres? -

- No dije eso - bajé la mirada - no quiero, que se fastidie de mi - dije en voz baja

- ah - dijo Anna mirándome - bueno, entonces será bueno y seguirán las cosas bien, como hasta ahorita, te extrañará mas -

Una vez que terminaron con nuestros peinados, regresamos a casa donde estaban mis maletas listas, ese día también me mudaba, Anna y yo habíamos rentado un departamento juntas y empezaríamos a vivir como dos super amigas independientes. Llegando a casa de mis padres, nos dimos un abrazo emocionadas y entramos casi corriendo.

- ¡Mamá! - grite volteando a todas partes

-¿Mande? - dijo ella bajando las escaleras - ¡Wow! se ven hermosas, y eso que aún falta el vestido - sonrió

- ¡Gracias señora Kearny! - dijo ella dando una vuelta

- Sigues llamándome señora Kearny cuando prácticamente eres mi segunda hija, niñas, ¿no las ha llamado David? - dijo en todo preocupado

- no, tal vez esté ocupado aún con Javier y Ernesto, le llamaré mas tarde, aún falta que llevemos mis cosas al departamento - dije entusiasmada

- ¿No te falta nada? -

- No, las subiremos al auto de Anna - dije caminando hacia la escalera donde estaban las maletas -

Subimos todo al Spark gris y tomamos camino hacia el departamento. Era el segundo de un pequeño edificio de 6, vecino de mas edificios pequeños, con un mega estacionamiento muy seguro, un guardia muy serio en la entrada, muchas escaleras y ningún elevador, pero, era el más hermoso del mundo; tenía un piso muy blanco y fácil de limpiar, unas repisas blancas en el pasillo de la entrada, que daba directamente a la gran sala. Frente a la sala, estaba la pequeña cocina con una linda barra de desayunos, y una puerta que daba al cuarto de lavado. Las habitaciones eran espaciosas, estaban una frente a la otra y había un lindo baño entre ellas, con una regadera que tenía puerta de cristal...la primera vez que lo vimos nos pareció de ensueño, y lo era, pequeño pero muy lindo.

Después de todo el ajetreo de la mañana, y siendo medio día, ya estaba en mi pequeño vestido strapless color negro hasta la rodilla y mis zapatitos de piso color piel, mi cabello estaba listo y mi mamá se encargó de mi póco pero importante maquillaje; mi papá llegó con mi toga y birrete y nos fuimos al evento los tres juntos. Todo el camino fue todo consejos sobre vivir sola, administrar el dinero, cocinar sano, no comprar comida congelada, no comer demasiada pizza, no desvelarnos tanto... cuando llegamos, mi mamá seguía diciendo la importancia de todos esos consejos