Harry lo miró por última vez y se acercó para dejarle un beso en los labios. Queriendo demostrarle que estaba equivocado.

Pero bueno, de todas maneras, eso había pasado ayer y hoy más que nada debía esperar a Tobias que llegara.

Luego de que sus padres se fueran y dejaran a Harry con la casa sola; el timbre sonó y él se levantó para abrir la puerta pensando de que se trataba de Tobias pero se equivocó.

No era él. Era Peggy.

Tiempo sin verla, ¿no?

—Sé que no me quieres ver —dijo antes de que Harry dijera siquiera una palabra—. Pero no vengo a molestarte.

Harry asintió e hizo un gesto a que pasara, y ella lo hizo.

Parecía nerviosa.

—También sé que no te importa —dijo volteándose para quedar frente a Harry—. Pero... quería decirte algo y... bueno, yo he estado con mis tíos este tiempo y... mi prima es... tiene novia —rió bajito—. Tengo que admitir que me he equivocado con lo que te he dicho y lo que le he dicho a tu padre. ¿Sabes? Tal vez mis padres no lo acepten o lo que sea; pero sé que no tiene nada de malo. Sólo era eso.

Después de decir eso, quiso irse en ese mismo instante.

Algo le pasaba.

Parecía... rara y no en el buen sentido. Así que Harry la tomó de la muñeca para girarla y que lo mire.

—¿Estás...?

—Sabes... —dijo ella sorprendida—, estás hablando. No lo puedo creer.

—Sí —dijo él—. ¿Estás...?

—Estoy bien —dijo ella—. Sólo me sorprende que tus padres sean... sean tan buenos respecto a lo que elijas. Ellos realmente quieren verte feliz. Sin embargo... mis padres quieren hacerme feliz con lo que ellos elijan sin... sin siquiera escucharme.

Harry la miró completamente triste, y quería decirle tantas cosas.

Trató de decirle, en realidad.

—Haz...

—¿Haz? —ladeó la cabeza confundida—. ¿Hacer qué?

—Qu... que... —bufó cansado de no poder hablar muy bien—. Que te...

—¿Qué me entienda? Imposible —dijo—. Ellos no quieren a mi prima y ella... ella es buena persona. Su novia es genial, y... ella me trata bien. Es decir... tengo compañeras que, bueno, ellas le gustan las chicas. Tú sabes, Bella es buena conmigo y...

¿Qué trataba de decirle?

Peggy se rió triste, y se sentó en el sofá.

De un momento pareció tan rota. Parecía tener muchas ganas de llorar.

 Parecía tener muchas ganas de llorar

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LOU | Larry StylinsonWhere stories live. Discover now