- Duerme tranquilo mi vida. – Resonó la cálida voz de Camila.

Luego de levantarse del sofá donde Cameron se mantenía entre los brazos de Morfeo la morena subió las escaleras para dirigirse hasta la habitación y tomar un ligero abrigo debido a que el frío de la noche comenzaba a sentirse. Llevada por el sonido de la camioneta aparcando en el antejardín Camila sonrió ampliamente volviendo a bajar rápidamente las escaleras intentando no despertar a Cameron.

Cuando abrió la puerta de entrada se encontró con Lauren quien le estiró los brazos. Rápidamente se encaminó hasta su ex esposa y se abalanzó a sus brazos.

- Por alguna razón se me ha hecho el día eterno, te extrañaba. – Susurró Camila contra el pecho de Lauren la cual le mantenía entre sus brazos.

- Hola cariño, yo también te extrañé. – Respondió la soldado dejándole un beso en la cabeza a su chica.

- ¿Has traído la cena? – Dijo divertidamente.

- Claro, pizza con extra queso para la arquitecta Cabello.

Sonrió ampliamente para dejarle un beso en la punta de la nariz a la ojiverde la cual hizo una mueca con gracia frente a la caricia.

- Venga, ayúdame a bajar las bolsas de la compra. – Anunció Lauren volviéndose hacia la camioneta.

Luego de ordenar las cosas y poner a calentar la pizza Camila se dirigió hasta el salón donde Lauren estaba sentada en el sofá con Cameron entre brazos aún adormilado.

- Creo que ha salido con mi padre a los juegos del parque o algo porque realmente está cansado. – Dijo la morena sentándose junto a su ex esposa.

- ¿Recuerdas cuando sus pies eran tan pequeños como el dedo meñique de tu mano? No puedo creer lo mucho que ha crecido. – Susurró emocionada Lauren.

Afirmó en silencio para dejarle un beso en el hombro a la soldado la cual le dirigió una sincera sonrisa. El sonido de la leve lluvia afuera comenzaba a escucharse y Camila se acomodó contra el cuerpo de la soldado la cual seguía inmersas en las caricias que le regala a Cameron.

- Hoy ha venido a verme el coronel Cole, el encargado de la división en la que estaré en las Fuerzas especiales.

Su cuerpo se tensó levemente frente a las palabras anunciadas por Lauren. Sabía que su ex esposa estaba haciendo todo lo necesario para poder finalmente estar entre las filas de aquellos soldados especializados de Boinas verdes.

- Oh... ¿Entonces? – Dijo con algo de temor.

- Ya soy parte de las Fuerzas especiales y debo irme la próxima semana de misión... - Anunció la ojiverde.

Una extraña sensación invadió su corazón, una inseparable mezcla entre tristeza y alegría. Tristeza porque volvía a sentir cómo Lauren debía irse de su lado por algún tiempo, sin tener la real certeza que la soldado volviera sin ninguna lesión y principalmente viva. Y a la vez alegría porque Lauren por fin cumpliría el sueño máximo que se relacionaba con su trabajo.

- Felicitaciones mi amor... Lo has logrado. – Murmuró Camila dejando escapar unas lágrimas.

- No llores, por favor... – Dijo preocupada la ojiverde.

- Vamos a estar bien, lo sé. – Interrumpió la morena mirando directamente a los ojos de la soldado.

Se besaron delicadamente y con calma, con aquel beso Camila intentó demostrarle a la mujer que amaba que ella estaría ahí esperándola y que ya nada les podría separar.

Amor inmarcesible. (CAMREN)Where stories live. Discover now