Can you save me? - (Infinite) (Myungjong)

Capitulo 1

Can you save me...

Desde que tenía uso de su razón la ciudad donde había crecido era dominada por las pandillas, algo parecido a la "The Warriors", aquella vieja película estadounidense, donde existían las treguas entre los jefes de cada pandilla, aquellas donde uno no podía pelear por el territorio de otro a menos de que existiera alguna fractura en el Código.

¿Qué era el Código? Es un tratado creado por el grupo Shinhwa, los fundadores de la "paz" entre pandillas. Shinhwa se encargaba de vigilar cada zona de la ciudad en la búsqueda de irregularidades; se pudiera decir que era una clase de gobierno. Las peleas callejeras no eran dominadas, pero si los ajustes de cuentas. Si exitia una muerte entonces Shinhwa entraba en acción.

Se suponía que el código funcionaba a la perfección, ¿Pero entonces porque pasaban estas cosas?

1.-

Lee Sung Jong tenía una misión: proteger y resguardar a la hermana menor de su líder, Kim Hyang Gi. No importaba cual fuera el método o la situación, él era el único responsable de su seguridad en los horarios de la escuela. Realmente no era una misión que le molestara, la chica había sido su mejor amiga desde que estaban los dos juntos en el preescolar, se la había pasado yendo y viniendo de la casa de los Kim cada que podía hasta que se "enlisto" en la pandilla Infinite.

Al inicio fue duro, su apariencia y su poca experiencia peleando lo hacían ser el "sirviente" de sus mayores, siempre corriendo de un lado para el otro para seguir sus órdenes y siendo molido en los entrenamientos. Uno de los integrantes y amigo suyo, Dong Woo, en varias ocasiones preguntó si no era demasiado lo que estaba soportando para estar en ese lugar, pero el solo respondía con una sonrisa adolorida. Si no lo entrenaban así, ¿Entonces de que servía? El orgullo del maknae era más poderoso, quería demostrarles a los seis que era una pieza importante de ese rompecabezas y no solo alguien que no sirviera.

Muchas fracturas después, ahora era un orgulloso miembro de Infinite, mejor aún, era el guardaespaldas de Hyang Gi.

-Hola preciosas, ¿No quieren compañía?- Eran las tres de la tarde, la hora de salida para el instituto de la zona. Sung Jong y su protegida tenían apenas diez minutos de haber iniciado su camino a casa. La conversación era bastante amena hasta que un Bentley se posiciono al lado de ellos, igualando su velocidad. -Vamos, no morderemos mucho.- Las risas dentro del auto no esperaron, grotescas y sin sentido de lo gracioso.

Lee se mantuvo del lado de la calle y a Hyang Gi resguardada en su costado. -No te preocupes, pronto se irán.- Susurró con suavidad a su amiga. ¿Enserio esas eran las frases que usaban? ¿En qué siglo pensaban que vivían? Se preguntaba seriamente el menor sin siquiera dirigirles la mirada, siempre manteniéndose firme.

-Oye, esa no es una chica, es uno de los niñitos de Infinite.-

-¡¡No!! ¿Es un hombre?-

-¡Sí! Es el marica que siempre están protegiendo.- Las manos de Sung Jong se apretaron con fuerza. Si no fuera porque iba a perder tiempo, ahora mismo estaría plantándole la suela de su zapato en la cara al sujeto...

Paciencia...paciencia Sung Jong. Se repitió en varias ocasiones, sintiendo como su amiga tomaba su mano con fuerza. Estaba asustada, lo sentía en el temblor en su mano. Esa fue su razón para no detenerse y continuar caminando.

-Amigo, no sé tú, pero si le hago el favor a la mariquita. Se le mira la cara linda. No me importaría que me la chupe.- Las risas se fueron arriba con comentarios más obscenos. Y ya no podía soportarles.