TMI (fanfic) El Instituto #clace (Terminada)

Inmortal Yo?

Kelly

Mientras me dirigía hacia la salida de la corte con Jonathan, no podía dejar de pensar en Clarissa, estaba loca había salvado a Jonathan para mandarlo a su muerte cómo se supone que va a obtener la espada sin ser visto y sin ayuda, loca esa mujer no mide los riesgos, se que lo hace para liberarnos a todos de la Reina pero mentir a su hermano, no es su hermano me recuerdo,aunque da lo mismo, me quedo en la salida que está el bosque la más alejada de la corte casi nunca nadie viene aquí.

-Qué es lo que piensas?, Su voz esta tranquila pero se que en el fondo está aterrado, no puedo mentir pero puedo evitar decir la verdad.

-En Clarissa estoy preocupada, digo y doy un paso al claro frente a mi la noche está hermosa, los animales del bosque corren sin temor.

-Tu sabes que esconde algo? Dice él paseándose frente a mí, inquieto no es una buena señal.

-Ella siempre esconde algo, digo y lo miró cuándo se detiene junto a mí,  es un mortal me digo, no puedo sentir algo por él, pero sus ojos me derriten de una manera que nunca he sentido, maldición.

-No fue lo que te pregunté, dice molestó.

Va a seguir hablando pero extiendo mi mano y pongo mis dedos para cubrir su boca se pone tenso.

-No haces las preguntas correctas, pero ahora no es el momento, ella dijo que tienes que tener mucho cuidado cierto? Él asiente.
Entonces si vas a ir a la Unselle court necesitas alguien que te cuide la espalda y necesitas armas por si acaso, asiente nuevamente.
Conoces a alguien lo suficiente confiable para que te ayudé con esto?

-Si, dice atravez de mis dedos su aliento caliente, me nubla un momento, mortal pienso nuevamente.

Retiro mi mano y busco entré mi vestido, le entregó la estela que recogí cuándo lo encontré, la toma pero mantiene su mano en la mía.

-Porqué decidiste ayudarme Kelly si te descubren, su voz tiembla y no acaba la oración.

Porqué me enamoré de ti,  porque no me importa morir después de todo ya he vivido demasiados años, pero nada de eso le digo, mi respuesta no es mentira sólo parte de la verdad.

-Porqué me conviene; con eso suelta mi mano, sus ojos se oscurecen decepción aparece en ellos ,no me detengo a pensar el porqué así que me giró y sin mirarlo habló.

-Mañana a media noche te estaré esperando aquí,  si no llegas sabré que fallaste y que probablemente estarás muerto, y todos moriremos al siguiente día, porque aunque Clarissa sea capaz de manipular las órdenes que recibe no será capaz de evadir la orden de acabar con tu raza y eso la matara, así que es mejor que no falles Jonathan si la amas no la dejes acabar con todos nosotros.

Mientras entró de regreso a la corte se que me voy a arrepentir de no decirle la verdad pero si supiera que si obtiene la espada está sentenciado a muerte a Clarissa no lo haría.

Es por la paz de todos me digo a mi misma y aunque no puedo mentir esas pensamiento me quema.

Clary

Recibí el amanecer en el patio cerca de las habitaciones de la Reina, aquí en la corté los amaneceres son diferentes más fríos, no apreciados aquéllos con la inmortalidad no aprecian los pequeños detalles.

No había dormido, ni una gota después de ver a Jonathan no había podido conciliar el sueño a pesar de haber drenado mis fuerzas hasta el punto de no poder moverme por horas después de que me trasporte de regreso a mi habitación, ni eso había echo que el sueño me consumiera al contrario mi cuerpo exhausto pero mi mente muy despierta y cuándo cuando fui capaz de moverme y tomar la estela y hacerme unas cuantas runas, decidí poner mi plan en marcha.

Las puertas se abrieron y ella con su cabello rojo y un vestido verde parecía haber sido echó de hojas, me miró en el mismo instante que puso un pie fuera de la habitación yo no me moví de donde estaba sentada, sus pasos eran suaves y con una gracia inmortal sus facciones eran delicadas joven y vieja a la vez, dura y amable, fría, calculadora, todo en ella era salvaje y yo no soy nada a su lado.

-Hola Clarissa, su voz suave hizo que mi corazón se acelerará, se sentó junto a mí.

No contesté seguí mirando cómo el sol aparecía en el horizonte.

-Deseas algo de mí pero no eres capaz de saludarme, dice y siento una nota de decepción en sus palabras.

-Que quieres que te diga? Preguntó mi tono demasiado duro, me giró a verla pero no espero respuesta. Buenos días  madre que tal tú noche, descansaste, pues no, no me importa cómo estas estoy aquí porque necesito avisarte que voy a salir y se que si me voy sin decir nada pueden pensar lo peor, digo conteniendo las ganas de quitar esa sonrisa de su rostro.

-Veo que amaneciste de muy buen humor cómo siempre, hermoso te pareces a tú padre él toda la vida se la paso de mal humor, dice sonriendo cómo si lo que  acaba de decir fuera un chiste.

Tú padre, las palabras resuenan en mi cabeza, hasta este momento no me había detenido a pensar quien era y sin que pueda detenerlo mi boca se habré para hacer la estúpida pregunta.

-¿Quién era mi padre?

Ella mira hacia el cielo y la sonrisa se borra.

-Un amante de la naturaleza, de la paz para ser un demonio mayor, uno de los siete que reinan en el inframundo era demasiado bueno, no mataba por gustó sólo para defender su mundo y así consiguió su muerte por querer llegar a un acuerdo con los Nephilines  ellos no mantienen sus palabra y le tendieron una trampa y acabaron con él, se detiene y me mira. Pero tú y yo lo vamos a vengar y cuándo aceptes los votos de mi corte y te conviertas en inmortal tendrás por seguro que algún día lo vas a ver.

-Me convierta en que? Digo y me pongo de pie frente a ella sus guardias hacen por acercarse pero ella los detiene.

-Que pensabas que te iba a dejar morir? Pregunta y se para frente a mi.

-Pero yo no quiero ser inmortal, yo no quiero servirte por la eternidad, digo mis manos tiemblan y las cierro para detenerlas.

-Lo que tú quieras no me importa, dice su voz dura atraviesa la corteza de mi razón mil cosas aparecen en mi mente rostros, risas, unas manos pequeñas.

-Me voy , digo dándome la vuelta.

-Avalor, dice.

-Que dijiste, me giró a verla.

-Tu padre ese era su nombre, él...
Se detiene pensando en lo que va a decir, sacude la cabeza y cuándo me mira, no hay nada mortal en su mirada. Vuelve antes del anochecer y te aseguro que si estás planeando traicionarme no me voy a detener hasta acabar con todo aquel que amas... Se da la vuelta y desaparece dejandome helada con su amenaza.

Cuándo salgo de mi trance sonrió,
Si lo que planeó sale bien no estarás presenté para completar tu amenaza pienso y desaparezco.