Ya habían pasado mas de veinte minutos cuando Samantha decidió irse. Ya se las apañaran. Penso, y le dio su dirección al taxista. Estaba borracha, pero no tanto. Conocía su limite y lo había cruzado solo por una copa extra.
Al llegar a su departamento se encontró a Sebastian -su sexy vecino- sentado afuera de su casa.
-Creo que perdí mis llaves... -explico él, poniéndose de pie
Sam puso los ojos en blanco y sonrió. Le encantaban las visitas de Seba
-Así que ¿decidiste esperarme para entregarte la copia que tengo? -se acercó a el y lo desafío con la mirada
-Llegue hace menos de diez minutos... Y tenia la esperanza de que me dejaras pasar -sonrio tímidamente, la sonrisa favorita de Sam
-Mmm me lo pensare -dio media vuelta y abrió su puerta, entró y se deshizo de su chaqueta- ¿No entrarás?
Sebastian, que estaba apoyado en el marco de la puerta, dio un par de pasos dentro de la casa y cerro la puerta, sin apartar los ojos de Sam.
-¿Estas muy cansada, o aguantas para ver una peli? -dijo acercándose lentamente
-Me temo que pasaremos directamente a la cama... -Se le acercó provocativamente, pero en vez de tocarlo, entro a la cocina- ...y para tu mala suerte, estoy muy cansada como para un polvo de media noche... -saco un vaso y lo lleno de agua, luego, entre los cajones, busco el botiquín y de este saco un ibuprofeno
-No se que pensabas.. -dijo con aire inocente- yo solo vine por la buena compañia que me brinda mi buena amiga... -camino hacia ella y se quedo a su lado, viéndola tomar la pastilla y el agua
-...Y por las buenas mamadas que te da -dijo ella soltando una carcajada
-Si, también eso -sus pupilas se dilataron, su respiración se le acelero, como cada vez que estaba cerca de ella- ¿vamos a la cama?
-Mmm -la manera de decirlo la volvió loca, el tono seductor que uso era una de sus muchas debilidades- si masajeas mi cabello puede que tengas suerte en la mañana...
Ambos parecieron estar decididos, ya que al mismo tiempo, se acercaron uno al otro. Sus narices se tocaron. Sus manos se fueron al cuerpo del otro.
-Mis manos siempre estan dispuestas para tocar cada parte de tu cuerpo que me permitas...
Sam no espero mas... Y lo llevo a su cuarto. Se desnudaron, se metieron a la cama y se abrazaron. Pensaron en lo mucho que apreciaban esa sana amistad, en lo mucho que se querían mutuamente. Y se quedaron profundamente dormidos, en los brazos del otro... Olvidándose totalmente de cierta chica que corría un enorme peligro.
Por otro lado, a un par de cuadras, Bradly salia de la habitación de interrogatorios del club. Estaba cansado y ansiaba llegar a casa a dormir junto a su otra mitad.
Le dolía la mandíbula y una pierna; debido a los vagos golpes que había recibido de su oponente. Nadie iba a obligar a mi pequeña a hacer algo en contra su voluntad. Pensó. Y sonrió al recordar los múltiples golpes que se había ganado el hijo de puta en todo su cuerpo.
Buscó a su chica en la mesa, pregunto por ella en los baños, la llamó y como no contestaba, fue a preguntarle a los guardias, quienes confirmaban que ya se había ido. Debe estar con Sam, en casa. Así que pidió un taxi y se fue directamente al departamento.
Nada le pareció fuera de lugar cuando entro. Solo se sorprendió al no encontrarla en su cama, pero cuando revisó la habitación de Sam, se relajo cuando vio dos bultos dormidos. Creyó que a su novia le vendría bien una noche con su hermana y la dejo donde estaba. Quito su ropa, poniéndose únicamente un pantalón de pijama, y se acostó a dormir.
Fue un gran día. Reflexionó. Debería llevar a Phoebe de compras mas seguido. Pero lo que no sabia, era que ese día no quedaría marcado en su memoria por las compras, o por los clubes a los que fueron. Si no que por la atrocidad que ocurría a varios kilómetros desde su posición.
Se quedo dormido con el aroma a Phoebe grabado en su almohada, sintiendo un vacío por no tenerla a su lado...
***
A la mañana siguiente oyó risas. Quiso levantarse e ir a besar a su novia pero decidió dejarlas un tiempo mas, en lo que hacia sus necesidades. Minutos después, salio del baño, ahora con una camiseta de algodón a juego con sus pantalones de pijama. Espero encontrarse a su novia preparando el desayuno para el y para su hermana, pero solo vio a Samantha y a Sebastian acurrucados sobre la barra de desayuno. No le molesto que estuvieran ahí... Ya que él y Phoebe habían estado así mismo días antes. Solo se sorprendió al no encontrar a su chica.
-¿Y Phoebe? -pregunto el
-¿Que no estaba contigo? -Sam se puso alerta y la sonrisa desaparecio de su cara
-No... -la presión del muchacho se acelero- ayer volvió a casa contigo...
Sam se puso de pie, apartando todo lo que se interponía ante ella y su teléfono.
-Ella dijo que se quedaría a esperarte... -presionó el numero de Phoebe y espero a que contestará
-¿Estas jodiendome? -Bradly paso ambas manos por su cabello, desesperado. ¿que mierda esta pasando?
-No contesta... -Sam puso su mano libre en su pecho, justo por donde la angustia se acumulaba. Volvió a marcar- demonios, Phoebe...
Seba, quien se había quedado mirando la escena, pensando en lo que se avecinaba, le pareció oír algo.
-¿Escucharon eso?
Ambos lo miraron. El siguió el sonido hasta la puerta de entrada... El silencio sepulcral les permitió oír de lo que Seba estaba hablando. La cancion favorita de Phoebe. Pensaron Bradly y Sam. Los tres caminaron hacia la puerta de entrada, Brad abrió la puerta, el sonido se hizo mas claro, Sam presiono la tecla roja de su teléfono y el aparato que estaba en el piso, junto a la alfombra, dejo de sonar.
-Dios... -suspiro Sam
Bradly tomo el teléfono en sus manos, era el teléfono de Phoebe... Lo analizó y encontro una nota adhesiva pegada por la parte de atrás, que lo alertó y aceleró su pulso.
«¿Jugamos a las escondidas? Esta es la primera pista... ¿estarias dispuesto a esperar dos años por la segunda?»
Bradly cerro los ojos con fuerza, soltó el teléfono que cayo suavemente sobre la alfombra, y grito tan fuerte que no supo si fue de verdad... Cayo al piso y se encogió... Se culpo por todo... Por no cuidarla, por dejarla esperando mientras el iba al baño... Era su culpa... O al menos, eso creía el.
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Y aquí es cuando empieza a quedar la cagada... Jejeje
Lo se, lo siento... Pero así son las cosas:(
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Hasta la próxima x
