El bar era tranquilo, la gente llegaba de apoco a emborracharse un viernes después de la jornada laboral. Bradly bebía de su cerveza mientras que Sam y yo compartíamos un jarrón con una bebida tropical, cuyo nombre no sabía.
-Siempre lo olvido... ¿donde vas a trabajar? -le pregunto Sam a Bradly
-Es solo por medio tiempo... Asistente de chef en una nueva franquicia -dijo con confianza- aunque no le doy mucho tiempo al lugar... Tengo en la mira mas lugares por si cierra
Recuerdo que había hecho un curso de cocina hace unos meses, cuando estaba en Chile, desde entonces ayudaba a su abuela a hacer la cena. Recordaba a la perfección cuando decía «Nena, te hablo luego. Mi abuela quiere que la ayude en la cocina» mientras hablábamos por skype.
-¿Sabes cocinar? -a Sam casi se le salio la bebida por la nariz, haciendo que yo riera con ella
-Si, mujer de poca fe. Se cocinar -Bradly le seguía el juego, y yo estaba feliz de que mis personas favoritas se llevaran tan bien
-Y ¿porque seguimos comiendo cosas enlatadas o comida instanteana?
-Porque no has comprado carne de verdad o verduras frescas en tu vida
Sam le saco la lengua, y seguimos hablando...
(...)
Habíamos cambiado de bar, ya que un grupo de estudiantes se habían puesto a pelear brutalmente y nos vimos obligados a irnos a otra parte. Este me gustaba mas, la pista de baile era mejor. Había alcanzado a beber dos margaritas y varios chupitos, cuando no soporte más, y lleve a Brad a la pista.
Bailabamos demasiado juntos, nuestras partes estaban pegadas y yo sentia lo mucho que le gustaba a Brad bailar así... Bailamos hasta que no soporte mas con los tacones y volvimos a la mesa a besarnos como salvajes.
-Cuando bebes te pones caliente... -murmuro sobre mis labios- ...mas de lo normal
-Cierra la boca -no quería admitirlo, pero era cierto
-Además de mandona...
Le di una nalgada inocente, que el me devolvió inmediatamente. Nadie lo noto ya que la mesa tapaba mi trasero.
-¡Chicoooos! -el grito de Sam nos saco de nuestro momento- ¡alerta roja! ¡ex a la vista!
Nos levanto de un salto a la vez que dejo veinte dolares sobre la mesa
Nos saco a rastras del lugar. Con Brad solo podíamos reír, nuestro cerebro estaba durmiendo después de tanto alcohol. Mmm... No debí beber tantos chupitos...
-¡Me gustaba ese lugar! -dije como una niña apunto de hacer una rabieta
-Y a mi el chico, pero el cree que estoy muerta... -dijo Sam
-¿Como dices?
-No sabía como terminar lo nuestro, así que le mande un mensaje desde el teléfono de una compañera que decía que un tren me atropello y que el funeral seria solo con la familia... -de repente se puso a reír histericamente, al igual que yo
-Eres la peor... ¿ahora donde iremos? -volví a reclamar
-Hay un lugar pero si no hay mas cupo o no eres lo suficiente famosa, te dejan afuera
-Intentemos llegar... Y decimos que eres Katy Perry -bromeó Brad
-De seguro se lo creen... -todo daba vueltas...
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El lugar era impresionante, no sabia como habíamos llegado solo con caminar, ya que con suerte recordaba en que ciudad estaba
